Fuente: La Quinta Emprende

 

Bermarg nace desde el Valle Aconcagua, sobre la base de más de 30 años de experiencia familiar en transporte y construcción, con la motivación de transformar un sector altamente contaminante y derrochador en un modelo industrializado, seguro y circular. Su objetivo es reducir residuos en obra, disminuir el consumo de agua y energía, y entregar viviendas de alta eficiencia y resiliencia, contribuyendo así al desarrollo de un hábitat digno y sostenible.

Así, desde Los Andes, Bermarg responde al desafío de la crisis hídrica y desertificación, mediante la construcción en seco y materiales de alto desempeño térmico. “La precordillera nos enseñó a aprovechar cada recurso. Industrializamos para reducir mermas, acortar plazos y bajar costos operacionales de las familias, cuidando el agua y el territorio”, comenta Francisco Monasterio, Gerente Comercial de Bermarg.

A lo largo de su trayectoria, Bermarg ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales: Empresa B alineada al Triple Impacto, programas de economía circular con AL-Invest Verde, semifinalista del Premio Territorio Circular 2024 y participación en iniciativas como Santiago Futuro e INNOVO USACH. La empresa también ha sido expositora en el Startup Day del Congreso Nacional 2025 y ha integrado catálogos de soluciones Smart City, demostrando su liderazgo en innovación constructiva.

Economía circular en la construcción: soluciones eficientes

Entre sus hitos destacan ensayos de calidad en la Universidad de Chile cumpliendo la Norma NChC 800, desarrollo del modelo B2G para pilotar soluciones habitacionales en municipalidades, la construcción de un hotel de 1.300 m² con sistema SIP en Los Andes, participación en Edifica 2024 y programas de capacitación en sostenibilidad y economía circular. Además, Bermarg ha reforzado sus capacidades en gestión de construcción industrializada y venture capital, recibiendo mentorías de la Red de Mentores 3IE de la USM y participando en programas nacionales de innovación.

La propuesta de valor de Bermarg se centra en la industrialización sostenible y la economía circular aplicada a la construcción. Sus paneles SIP estructurales y kits de vivienda progresiva eliminan residuos en obra, reutilizan sobrantes, optimizan el consumo energético y prolongan la vida útil de las viviendas, reduciendo futuras demoliciones o desechos. Al trabajar en seco, evitan el consumo de agua y permiten un control total de los materiales, integrando trazabilidad y eficiencia en cada proyecto.

Su visión es clara: que cada muro fabricado en Los Andes represente un metro cuadrado menos de carbono y más de futuro. “Cada muro que levantamos es una promesa de eficiencia, sostenibilidad y futuro”, continúa Francisco.

Los principales productos de Bermarg incluyen paneles SIP estructurales de diferentes espesores, kits de vivienda progresiva y soluciones llave en mano para vivienda, hotelería y equipamientos sustentables. Además, están desarrollando muros y módulos industrializados listos para montaje. Sus clientes abarcan constructoras, cooperativas, fundaciones habitacionales, familias y proyectos turísticos sustentables, con miras a expandirse hacia municipalidades y gobiernos locales mediante su modelo B2G.

Bermarg aborda problemáticas clave de sustentabilidad y economía circular: la construcción tradicional genera grandes cantidades de residuos sin gestión, altera cauces de ríos y contribuye a incendios y contaminación. En este sentido, la empresa reduce estos impactos mediante sistemas constructivos industrializados, modulares y seguros, que minimizan el uso de agua, optimizan la eficiencia energética y prolongan la vida útil de las edificaciones.

Estas problemáticas son relevantes porque la construcción representa más del 30% de los residuos sólidos del país y el 20% de las emisiones de dióxido de carbono. La gestión inadecuada de escombros y el consumo intensivo de áridos y agua generan impactos severos sobre la biodiversidad y los ecosistemas, haciendo urgente la transición hacia métodos modernos y circulares de construcción.

El vínculo con el territorio es central: la Región de Valparaíso enfrenta déficit habitacional, falta de infraestructura básica y vulnerabilidad ambiental. Bermarg contribuye a mejorar la calidad de vida de las comunidades, evitando residuos ilegales, reduciendo la presión sobre ríos y napas subterráneas, y promoviendo eficiencia energética y diseño pasivo. Además, genera empleo local, capacitación técnica y desarrollo de oficios sostenibles, articulando innovación tecnológica, responsabilidad ambiental y compromiso social.

Bermarg demuestra que la industrialización constructiva y la economía circular pueden ser herramientas clave para enfrentar la desigualdad habitacional, reducir impactos ambientales y fortalecer la resiliencia territorial, ofreciendo un modelo replicable de construcción eficiente, segura y sostenible en Chile.

“Más allá de la técnica, nuestro propósito es elevar la forma en que se construye. Cada panel, cada muro y cada proyecto reflejan años de aprendizaje, caídas y reconstrucción. La resiliencia nos ha enseñado que no hay progreso sin propósito, ni propósito sin acción constante”, finalizó.