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Investigadores australianos están abordando un problema de 70 000 millones de dólares al que se enfrenta la infraestructura de nuestro país mediante el desarrollo de una solución alternativa ecológica a las tuberías de cemento tradicionales para alcantarillado, que son propensas a agrietarse y corroerse.

Ingenieros causan sensación al convertir lodos residuales del tratamiento de aguas en hormigón sostenible, resolviendo así dos costosos problemas

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... Noviembre 7 - 2025

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Fuente: AZO Materials

 

Mediante la combinación de lodos —un subproducto del proceso de purificación del agua potable— y escoria de alto horno, los ingenieros de la Universidad de Australia Meridional (UniSA) han demostrado que un nuevo material resistente a la corrosión es más de un 50 % más resistente que el cemento y resistente a la degradación inducida por el ácido.

El hormigón se utiliza ampliamente para fabricar tuberías de alcantarillado debido a su disponibilidad, asequibilidad y resistencia estructural, pero es muy susceptible a la corrosión ácida y microbiana en las alcantarillas, lo que requiere reparaciones y mantenimiento continuos que cuestan a los contribuyentes australianos cerca de 70 000 millones de dólares cada año.

Un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Building Engineering evalúa la eficacia de los materiales activados por álcalis (AAM) y demuestra por qué podrían revolucionar la infraestructura de alcantarillado en todo el mundo.

Las muestras que contenían entre un 20 % y un 40 % de lodos de tratamiento de aguas a base de alumbre (AWTS) conservaron una resistencia a la compresión superior en más de un 50 % en comparación con el 100 % de escoria granulada molida de alto horno (GGBS), que se utiliza en la producción de cemento.

El nuevo material también limitó la penetración de bacterias oxidantes del azufre y ralentizó la degradación por reducción ácida.

Weiwei Duan, doctorando en ingeniería civil de la UniSA, cuya investigación se basa en este proyecto, afirma que hay otra ventaja importante: encontrar un uso rentable y respetuoso con el medio ambiente para los residuos del tratamiento de aguas.

«Los lodos suelen eliminarse en vertederos, lo que no solo reduce la superficie disponible para otros usos, sino que también daña el medio ambiente, ya que el transporte de los residuos genera emisiones de CO2», afirma Weiwei.

El supervisor principal y investigador principal del proyecto, el profesor Yan Zhuge, afirma que los resultados sugieren que la sustitución parcial de la escoria de alto horno por un 20-40 % de lodos de tratamiento de aguas los convierte en «candidatos prometedores» para su uso en alcantarillado.

«Esto tiene el potencial de prolongar la vida útil de las tuberías de alcantarillado, reducir los costes de mantenimiento y promover la reutilización de los subproductos del tratamiento de aguas, contribuyendo así a la economía circular.

«La industria de la construcción es una de las mayores emisoras de gases de efecto invernadero del mundo, por lo que si conseguimos reducir la necesidad de cemento, contribuiremos a disminuir las emisiones de carbono», afirma el profesor Zhuge.

En mayo, Weiwei Duan ganó el Premio Estudiantil del Agua 2025 de la Asociación Australiana del Agua por su investigación, convirtiéndose en el primer estudiante de la UniSA en recibir este galardón nacional en 60 años.

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