Fuente: Comunicado de Prensa

Cada decisión cotidiana repercute directa e indirectamente en el consumo eléctrico, los costos del hogar y el entorno ambiental. Según datos de Schneider Electric, los dispositivos conectados en “modo stand by” pueden representar entre un 5% y un 10% del gasto total de electricidad: un desperdicio silencioso pero constante. A ello se suman el uso de tecnologías poco eficientes, instalaciones mal mantenidas e iluminación tradicional, que también contribuyen a un consumo innecesario.

Con la llegada de la primavera y el ajuste de hora realizado el pasado 6 de septiembre, se abre una oportunidad para optimizar el uso de energía. Los días más largos reducen la dependencia de iluminación artificial y las temperaturas templadas disminuyen la necesidad de calefacción o climatización. En este contexto, aprovechar la luz natural y las condiciones térmicas más favorables puede traducirse en una baja real del consumo energético. Estos son algunos consejos que se pueden seguir en el hogar, según sugiere Jason Iong, Director Transaccional de Schneider Electric, líder en gestión y automatización de energía sostenible:

• Optimizar no significa sacrificar comodidad, sino adoptar hábitos más conscientes. Abrir cortinas al amanecer, cerrarlas frente a la radiación directa, sellar puertas y ventanas con filtraciones de aire y limpiar filtros de climatizadores son medidas simples que, multiplicadas, generan un impacto considerable. Según la Asociación Chilena de Energía Solar (ACESOL), más de 27.200 viviendas en Chile ya cuentan con generación solar para autoconsumo, un crecimiento del 6,6 % respecto al año anterior.

• “Desenchufar los aparatos eléctricos cuando no se usan -exceptuando el refrigerador-, utilizar la lavadora con su carga completa y agua fría, mantener los equipos de climatización en buen estado y revisar periódicamente el aislamiento del hogar son prácticas que marcan la diferencia. En cuanto al agua, mantener filtros y sistemas limpios también contribuye a la eficiencia”, afirma Iong.

• Con el aumento paulatino de las temperaturas durante la primavera y el verano, muchos hogares han incorporado sistemas de aire acondicionado para disminuir el calor. Estos aparatos consumen gran cantidad de energía, por lo que se recomienda mantener una temperatura entre 22 y 24 grados durante la primavera, ya que así se genera un ambiente fresco y sin diferencias excesivas respecto del clima exterior.

• Otra forma de ahorrar energía y dinero es utilizar bombillas LED, ya que esta tecnología de iluminación es mucho más eficiente que las tradicionales, y con su uso se puede ahorrar hasta un 90% más que respecto a  las ampolletas tradicionales, según el Ministerio de Energía.

Todas estas acciones ayudan a disminuir consumos, reducir costos y aminorar el impacto medioambiental. “No se trata de renunciar al confort, sino que de optimizarlo. Acciones tan simples como abrir las cortinas para aprovechar la luz del día, mantener los equipos de climatización en buen estado o adoptar tecnología LED pueden generar ahorros significativos en las facturas de electricidad”, concluye Iong.