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El pasado 1 y 2 de octubre, se llevó a cabo el primer Encuentro Nacional de Medio Ambiente en la Construcción (ENAMAC 2025), evento organizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Compromiso PRO y CDT. En la oportunidad, empresas, autoridades públicas, profesionales del rubro y la academia se dieron cita para conversar y abordar los principales desafíos medioambientales que enfrenta la industria.

El encuentro estuvo dividido en dos jornadas. La primera, centrada en visitas a terreno, a través de las rutas “Net Zero” y de “Residuos y Economía Circular”, que congregaron a más de 120 personas provenientes de distintas partes del país, con el objetivo de conocer una serie de experiencias relacionadas con la sostenibilidad ambiental, la gestión de residuos en la construcción y la economía circular en Santiago. Por su parte, la segunda jornada, estuvo dedicada al aprendizaje práctico con una serie de talleres sobre: Huella de Carbono, Economía Circular, Taxonomía y Calificación Energética de Viviendas (CEV), así como también se llevaron a cabo los seminarios: “¿Cómo avanzamos? Instrumentos habilitantes, cambios regulatorios y/o incentivos” y “Tendencias de Sostenibilidad Ambiental en la Construcción”, en el que se abordaron miradas y estrategias para anticiparse a las nuevas regulaciones y aprovechar diversas oportunidades disponibles hoy en el sector.

“Es sabido que la construcción es responsable de aproximadamente un tercio de los residuos, un tercio del consumo energético y un tercio de la huella de carbono, por lo que últimamente hay una preocupación y un trabajo muy profesional para disminuir los aspectos ambientales señalados”, comenta Ricardo Fernández, gerente Técnico y Desarrollo sostenible de Volcán, integrante de la Comisión de Medio Ambiente CChC y presidente del grupo de trabajo de medio ambiente del Comité de Industriales, agregando que este encuentro nacional permitió reunir al ecosistema del mundo de la construcción, donde actores del ámbito público, académico y privado pudieron hablar sobre el estado del arte en aspectos ambientales, cuáles son sus preocupaciones, planes futuros y metas a largo plazo.

“ENAMAC ha marcado un hito necesario al transformar la sostenibilidad de un concepto teórico a una urgencia práctica para nuestro gremio”, comenta Marcela Allué, integrante de la Comisión de Medio Ambiente CChC y Líder del Grupo de Sostenibilidad del Comité de Concesiones CChC. La también directora de Desarrollo de Proyectos de Infraestructura de Grupo El Camino, agrega que el evento fue sumamente robusto porque no se limitó al diagnóstico, sino que a través de las rutas técnicas (Net Zero y Economía Circular) y los talleres, pudo entregar herramientas concretas.

En la misma línea, Loreto Fuentes, también miembro de la Comisión de Medio Ambiente CChC y Directora de Carrera Área Construcción de Duoc UC, indica que ENAMAC fue un encuentro sumamente valioso, tanto por la calidad de los contenidos como por la diversidad de actores que participaron. “El evento logró posicionar conversaciones urgentes para el sector, especialmente en materia de sostenibilidad, gestión ambiental, innovación y adaptación al cambio climático”, sostiene la también consejera nacional CChC.

Mirada de distintos actores

Uno de los objetivos del encuentro, era transformarse en una instancia donde poder reunir al ecosistema público y privado de la construcción para impulsar la sostenibilidad ambiental en el sector. “Sin duda, temas como economía circular, impuestos verdes y descarbonización requieren de un trabajo en equipo y de poder establecer un lenguaje común para medir y tener avances concretos, considerando la realidad de nuestro país”, señala Fernández.

De acuerdo a los entrevistados, eventos como ENAMAC se vuelven catalizadores de confianza. “Al reunirnos en un espacio neutral y técnico, logramos evolucionar desde una relación puramente contractual para avanzar hacia una lógica de verdadera colaboración”, señala Allué, agregando que el evento permitió que la academia aportara la evidencia, el sector público la visión regulatoria y los privados, la experiencia práctica de la ejecución. “Esta vinculación es vital porque nos permite co-construir soluciones”, sostiene.

Y es que ENAMAC buscaba ser un ejemplo concreto de cómo el trabajo conjunto puede generar impactos reales. “La presencia equilibrada de representantes públicos, privados y del mundo académico permitió discutir los desafíos desde múltiples miradas, entendiendo que ninguna institución puede abordar sola los retos ambientales actuales”, comenta Fuentes, agregando que, así como para el sector privado, ENAMAC fue una oportunidad para compartir buenas prácticas e identificar socios estratégicos y para el sector público, fue una instancia para fortalecer mecanismos de colaboración y generar insumos para el diseño de políticas más efectivas, para la academia, fue un espacio que permite vincular los planes formativos con las necesidades reales de la industria, actualizar contenidos y fomentar la investigación aplicada.

Fuentes, además, destaca el impacto de este tipo de iniciativas en los estudiantes.  “Participar en ENAMAC es una experiencia profundamente formativa y transformadora. Les permite observar de primera mano los desafíos y tendencias que marcarán el futuro de la construcción, comprender el rol estratégico que tendrá la sostenibilidad en su ejercicio profesional y establecer contacto directo con líderes y referentes del sector. Asimismo, estas instancias fortalecen competencias transversales esenciales, como el pensamiento crítico, la visión sistémica, la innovación y la responsabilidad social que complementan y enriquecen su proceso académico”, señala, agregando que todo ello contribuye a que adquieran una comprensión más integral del impacto de la construcción en el medio ambiente y del compromiso que exige el desarrollo sostenible.

Importancia de esta iniciativa sectorial

Para los entrevistados, uno de los mayores puntos a destacar del encuentro es que fue capaz de instalar en la agenda que la gestión ambiental no es un mero cumplimiento normativo, sino parte integral del negocio y la viabilidad de los proyectos. “ENAMAC permitió visibilizar que quien evite integrar hoy los riesgos climáticos y los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) está comprometiendo el futuro de sus obras. Fue el escenario ideal para poner en línea prioridades y entender que la sostenibilidad es el único camino para la legitimidad social y la continuidad operacional de nuestra industria”, comenta Allué. La líder del grupo de Sostenibilidad del Comité de Concesiones CChC, menciona a modo de ejemplo, una experiencia constructiva en la que la sostenibilidad adquiere gran valor. “Desde el Grupo de Sostenibilidad del Comité de Concesiones propusimos una Mesa de Trabajo Conjunta con la Dirección General de Concesiones (DGC), iniciativa que ha tenido una excelente acogida por parte de la autoridad. El espíritu de esta mesa es sumarnos y potenciar la política de sostenibilidad que el MOP ya está impulsando, poniendo a disposición el genuino interés y la experiencia del sector privado para materializar estos estándares en los proyectos”, comenta, agregando que no solo buscan cumplir normas, sino generar una sinergia real: desarrollar infraestructura que proteja el ecosistema ambiental, que aporte valor tangible a los territorios y comunidades, y que, gracias a esos atributos, sea capaz de atraer mejor financiamiento e inversión responsable para el país.

Y es que para la industria de la construcción, espacios como ENAMAC también permiten alinear visiones, identificar brechas y oportunidades, y proyectar estrategias comunes, con proyectos tangibles como los Acuerdos de Producción Limpia (APL), que fueron comentados en uno de los seminarios del Encuentro.

Para Fuentes, la articulación lograda demuestra que la sostenibilidad ya no es un complemento, sino un eje estratégico para la competitividad futura del sector. “Desde la academia, especialmente en la formación técnico–profesional, valoramos profundamente estas oportunidades, ya que aportan de manera concreta a preparar profesionales altamente pertinentes y competentes para los desafíos actuales y futuros del país”, agrega.

Desde el punto de vista de las empresas industriales, también se destaca la importancia de estas iniciativas sectoriales. “Nos permitió difundir los esfuerzos, desarrollos e innovación realizados por el sector industrial durante estos años y también se pudieron compartir los problemas que ponen en peligro la viabilidad de desarrollo en el futuro”, señala Fernández.

Así, ENAMAC cumplió un rol clave al instalar temas prioritarios en la agenda sectorial, tales como la eficiencia hídrica, la economía circular, las nuevas exigencias normativas y la incorporación de tecnologías que favorecen procesos más limpios y eficientes, por lo que, de acuerdo a los entrevistados, este tipo de encuentros acelera la coordinación, fomenta la confianza y alinea esfuerzos hacia objetivos comunes.