Las casas y oficinas del futuro podrían flotar sobre estructuras en el aire. Esta es la propuesta de un arquitecto que desea utilizar esos espacios para una nueva forma de construcción. Andreas Tjeldflaat, de la firma Framlab, propone módulos que utilizan la misma tecnología responsable de que los zepelines floten para su tipo de arquitectura.
Fuente: Business Insider México
En un mundo superpoblado, las estructuras flotantes pueden ser el siguiente paso para levantar viviendas, oficinas e incluso comercios en el cielo. No es un concepto lejano y futurista sino un proyecto en ciernes propuesto por el arquitecto Andreas Tjeldflaat de la firma Framlab.
La iniciativa, llamada «Oversky», pretende construir estructuras semiflotantes en el aire; estas se sustentarán en la misma tecnología que hace flotar los zepelines. La propuesta de este arquitecto está destinada a reinventar el vacío urbano a decenas de metros de la calle. Además, convertiría el cielo en un nuevo plano de construcción organizado a modo de tetris.
Las piezas modulares se combinarían en conjunto de habitaciones en el cielo, conectadas a edificios adyacentes u otras estructuras fijas para permitir el acceso a tiendas, casas u oficinas.
Según Fast Company, su creador describe el invento como «un sistema de infraestructura especulativo basado en tecnologías probadas»; incluido el uso de celdas de fibra de carbono cerradas de helio inerte y más liviano que el aire. De esta manera, se propicia que los módulos sean rígidos y a la vez, floten como diminutas aeronaves.
“Las pasarelas suspendidas permiten que los grupos se conecten con las fachadas de los edificios adyacentes”, explica Tjeldflaat.
Un arquitecto propone un proyecto de estructuras flotantes para refrescar las ciudades
Como beneficio adicional, este tipo de construcciones servirían para ganar un nuevo tipo de espacio aéreo; también para luchar contra algunos de los perniciosos efectos del cambio climático como el efecto isla de calor urbano. De hecho, este provoca que las ciudades estén varios grados por encima de las áreas rurales debido a la absorción del calor por carreteras y edificios.
Estos módulos a modo de tetris crearían microclimas sombreados que reflejarían la luz solar y la radiación; así provocarán que la luz solar rebotase de nuevo hacia la atmósfera.
Además, gracias a lo que su creador llama «ingeniería nanofotónica», un material parecido a la espuma con bolsas de aire a nanoescala irradiaría el calor al cielo y enfriaría el espacio debajo.
No obstante, estas peculiares viviendas casi volantes no taparían el sol para las personas, animales y plantas de abajo sino que solamente se cubriría una parte entre edificios. Además, evitarían la contaminación y el alto gasto energético del aire acondicionado, que irradia numerosos compuestos de hidrofluorocarbono.
Teniendo en cuenta que la demanda global de aire acondicionado se multiplicará por 3 para 2050, proyectos como «Oversky» representan una buena alternativa. Aunque el prototipo completo no vea la luz, sus conceptos y materiales pueden aplicarse con eficacia a otras construcciones más convencionales.