En la construcción de la más antigua de las pirámides icónicas de Egipto, además de rampas u otras técnicas, se podría haber empleado un sistema impulsado por agua para subir las piedras. Es la hipótesis que plantean investigadores franceses tras descubrir una presa, una instalación de tratamiento de las aguas y una red subterránea bajo la gran construcción.
Fuente: SINC
En Saqqara, la principal necrópolis de la ciudad de Menfis, a unos 30 km al sur de El Cairo, se encuentra la más antigua de las siete pirámides monumentales de Egipto: la del faraón Zoser o de la Tercera Dinastía. Este complejo funerario se construyó alrededor del 2680 a. C. y su arquitectura se considera revolucionaria, con numerosas innovaciones que la sitúan como un precursor tecnológico de la pirámide de Keops.
Ahora, investigadores del recién creado Instituto Paleotécnico de Francia y otros centros de ese país (INRAE, Universidad de Orleans) apuntan en la revista PLOS ONE la posibilidad de que la pirámide escalonada de Zoser fuera erigida con la ayuda de un sistema hidráulico único.
Tres componentes del sistema hidráulico
Según los descubrimientos de los autores, tres serían los componentes principales de su red hidráulica: la presa de Gisr El Mudir en un río próximo, para capturar agua y sedimentos; una instalación de tratamiento de agua con diversos compartimentos para un segundo filtrado y, finalmente, un elevador hidráulico en el corazón de la pirámide.
Estas estructuras, cuyas funciones no se habían identificado hasta ahora, habrían funcionado en tándem con el objetivo de proporcionar la fuerza hidráulica necesaria para, mediante algún tipo de material flotador, subir las piedras para construir la pirámide.
Construcción tipo volcán
Por dos pozos o huecos estas se elevarían para poderlas distribuir hacia los lados, como si fuera un volcán, comparan los investigadores.
“El agua no provenía del Nilo, sino de un río al oeste de la meseta de Saqqara llamado Wadi Abusir, que probablemente estaba conectado a otro mayor (Wadi Taflah) afluente del Nilo”, explica a SINC el primer autor, Xavier Landreau, del Instituto Paleotécnico.
“Uno de los primeros descubrimientos en nuestra publicación –añade– se refiere a la identificación y mapeo de las cuencas hidrográficas al oeste de la meseta de Saqqara como la fuente de estos ríos, lo que significa que esta y otra meseta de la pirámide, tenían abundantes recursos hídricos durante el Imperio Antiguo”.
El científico confirma el recorrido del agua: “Del río Abusir pasaría por la presa de Gisr El Mudir, donde se filtraría al actuar como una trampa de sedimentos, luego se uniría a la instalación de tratamiento ‘trinchera profunda’ para una segunda filtración de los elementos más finos, y después se transfiere a la red subterránea debajo de la pirámide”. Al final, la fuerza de ascensión del agua es la que serviría para elevar las piedras de la construcción funeraria.
Todavía se necesitan más investigaciones para comprender cómo pudo haber fluido este agua a través de los huecos, así como cuánta realmente estaba disponible en el paisaje en aquel momento de la historia de la Tierra, hace unos 4.500 años. Los autores tampoco descartan que se utilizaran otros métodos de construcción, como rampas, para transportar las piedras y ayudar a levantar esta pirámide, pero plantean que se pudo emplear un sistema hidráulico en construcción, y quizá no fue la única.
¿Sistemas hidráulicos en otras pirámides?
“Se desconoce si las pirámides de Meidum, Dashur y Giza (como la de Keops) se construyeron con un mecanismo de elevación hidráulico similar, pero es posible”, sugiere Landreau, aunque “se necesita una mayor investigación, ya que puede ser la clave para descubrir el misterio de cómo se levantaron los monolitos más grandes, que se encuentran en pirámides como Keops o Kefrén.
“Estos monolitos pesan decenas de toneladas, lo que hace que parezca imposible transportarlos utilizando solo la fuerza humana –subraya–. Por el contrario, un elevador hidráulico de tamaño moderado puede levantar de 50 a 100 toneladas. Explorar los pozos o huecos ocultos dentro de estas pirámides podría ser una vía prometedora para la investigación. A corto plazo, pronto publicaremos un breve artículo sobre otra estructura egipcia menos conocida, pero de momento no puedo decir nada más”.
El experto considera que su estudio allana el camino para otros nuevos centrados en cómo se utilizaba en el Antiguo Egipto el recurso hídrico de los wadis, hoy ríos o valles secos. “La disminución de la disponibilidad de agua debido a los cambios en el clima también puede explicar en parte por qué los antiguos egipcios posteriores construyeron estructuras más pequeñas y utilizaron piedras y monolitos más pequeños”, añade, “lo que se suma a otros cambios sociales y religiosos que ocurrieron a la vez que las fluctuaciones climáticas con períodos de sequía y más húmedos”.
Otros especialistas y egiptólogos revisarán con detalle esta nueva hipótesis de los investigadores franceses, pero mientras tanto, estos consideran que su trabajo “abre una nueva línea de investigación para la comunidad científica: el uso de la energía hidráulica para construir las pirámides de Egipto”.