Diseñada por Hassell y ClarkeHopkinsClarke, esta aldea brindará alojamiento y capacitación a niños en situación vulnerable usando impresionantes técnicas de impresión con tierra.
Fuente: Infobae
La construcción con impresoras 3D ha avanzado rápidamente en los últimos años, impulsada por los desarrollos en tecnología y ciencia de materiales que han permitido diseños cada vez más ambiciosos. Las aplicaciones potenciales de esta tecnología son cada vez más diversas, variando desde viviendas asequibles hasta una base planificada por NASA en la Luna.
En Kibaha, Tanzania, un grupo de arquitectos pioneros está a punto de construir una nueva aldea llamada Hope Village, utilizando la innovadora técnica de impresión con tierra. “Queríamos asegurarnos de que pudiéramos crear paredes que ventilaran el edificio, pero que al mismo tiempo trajeran luz”, dijo a CNN Xavier De Kestelier, jefe de diseño e innovación en Hassell. Esta aldea, diseñada por las firmas de arquitectura Hassell y ClarkeHopkinsClarke, junto con la fundación benéfica One Heart, está destinada a ayudar y albergar a niños que han vivido en situaciones difíciles o ambientes inseguros.
La tecnología de impresión 3D con tierra promete ser una opción más sostenible en comparación con las tradicionales construcciones de concreto, que aunque son duraderas, suelen tener una huella de carbono significativa. Las estructuras de Hope Village incluirán hasta 50 edificios, ofreciendo alojamiento, educación y capacitación en habilidades para niñas vulnerables de 3 a 18 años.
Una característica destacada de este proyecto es el centro comunitario, que servirá como comedor y salón de actos de la escuela durante la semana y estará abierto a la comunidad para eventos los fines de semana. “Estamos usando el diseño para mejorar la forma en que las personas experimentan su vida diaria”, dijo Mark Loughnan, principal y jefe de diseño en Hassell, a CNN.
El enfoque revolucionario de utilizar tierra local ha sido abordado con un diseño de paredes porosas ya prototipado por el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) en Barcelona, España. Es de notar que “las paredes no serán portantes, ya que una estructura metálica soportará el techo en voladizo”, explicó De Kestelier a CNN. Esta estructura metálica se verá complementada con la utilización de madera local en un diseño entrelazado que será montado al nivel del suelo y luego elevado, similar a una carpa.
Construir con tierra es una técnica milenaria, con ejemplos históricos que van desde ladrillos de barro hasta técnicas de adobe y tierra apisonada. Hassell y sus colaboradores pretenden traer nuevos aires a estas prácticas ancestrales mediante la impresión 3D. “No necesitamos usar más concreto y opciones más sostenibles son el futuro —si se utilizan correctamente—,” destacó De Kestelier.
En cuanto a la durabilidad de estas estructuras, el proyecto se asegura mediante un techado innovador que protegerá las paredes de tierra de los elementos erosivos como la lluvia. “Estos muros pueden durar mucho tiempo,” resaltó De Kestelier tras una visita al proyecto TOVA en España, la primera construcción impresa en 3D de este tipo.
No obstante, no todos los expertos están convencidos. Algunos expresan reservas sobre la longevidad de los edificios impresos en 3D, mientras que otros señalan posibles “áreas grises legales” en las normativas de construcción, que varían considerablemente entre países y localidades. Un ingeniero que pionero en esta tecnología mencionó al New Yorker que “no toda la publicidad es justificada,” aunque defensores argumentan que es una manera rápida y eficiente de construir.
Hope Village será construido utilizando el sistema de impresión Crane WASP de 160,000 euros (173,000 dólares), usado previamente en los proyectos TOVA y TECLA. “El plan no es solo usar la tecnología, sino llevarla al sitio en Tanzania y dejarla allí,” mencionó De Kestelier. La idea es empoderar a la comunidad local enseñándoles a usar esta tecnología para que puedan construir más en el futuro.
Hope Village también contará con zonas de agricultura y ganadería, así como áreas recreativas y deportivas. La planificación de la construcción ya está en marcha y se espera que la construcción del centro comunitario comience a principios de 2025. “Es la realidad de un sueño que he tenido durante más de 20 años,” dijo la Dra. Consola Elia, quien supervisará el hogar para niños.