La impresión tridimensional puede crear casi cualquier objeto y una asociación en México está poniendo a prueba esa teoría, construyendo en 3D una aldea para los residentes de pocos recursos. 

Fuente: La Nación

Pedro García Hernández, de 48 años, es un carpintero del estado de Tabasco, en el sureste de México, una región del país cubierta de selva tropical donde aproximadamente la mitad de los residentes viven por debajo del umbral de pobreza.

Obtiene unos 2500 pesos mexicanos (US$125,17) al mes en un pequeño espacio de trabajo ubicado dentro de la casa en la que vive junto a su esposa, Patrona, y su hija, Yareli. La casa tiene pisos de tierra y durante la larga temporada de lluvias en Tabasco, es propensa a inundaciones. El polvo de sus proyectos de carpintería cubre casi todo en la casa y se adhiere a las paredes del dormitorio, el inodoro y los mesones de su cocina improvisada.

Pero eso cambiará pronto. En cuestión de meses, Hernández y su familia se mudarán a una nueva casa en las afueras de Nacajuca, México: una edificación de 46,45 m² con dos dormitorios, una cocina y un baño terminados y con plomería interior. Lo más inusual de la casa es que se hizo con una impresora tridimensional de 3,35 metros de altura.

3D

Con un proceso de fabricación que crea objetos capa por capa a partir de un archivo digital, la impresión 3D está configurada para experimentar un crecimiento explosivo. Después de un auge relacionado con la pandemia de coronavirus y la impresión de objetos como hisopos de testeo, equipos de protección y piezas de respiradores, se pronostica que el mercado de la impresión 3D tendrá un valor de US$55.800 millones para 2027, según Smithers, una firma consultora de tecnología.

Casi cualquier objeto se puede imprimir en 3D. En la construcción, utiliza hormigón, espuma y polímeros para producir edificios a gran escala. La industria de bienes raíces se está adaptando a la tendencia: la empresa de construcción SQ4D puso este año a la venta una casa impresa en 3D en Riverhead, en Nueva York, por US$299.000. Se anunció como la primera casa impresa en 3D a la venta en los Estados Unidos, pero fue precedida por proyectos similares en Francia, Alemania y los Países Bajos.

Ahora, llegó la era de la comunidad impresa en 3D. La casa de Hernández es una de las 500 que está construyendo New Story, una organización sin fines de lucro de San Francisco enfocada en brindar soluciones de vivienda a comunidades en pobreza extrema. Está asociada con Échale, una empresa de producción de vivienda social en México, e Icon, una compañía de tecnología de la construcción de Austin, Texas.

3D

Cuando New Story empezó a construir en el pueblo en 2019, se la llamó la primera comunidad del mundo de casas impresas en 3D. Dos años y una pandemia más tarde, 200 casas están en construcción o ya se completaron, 10 de las cuales fueron impresas en el sitio por la impresora Vulcan II de Icon. Se están elaborando planes para rutas, una cancha de fútbol, una escuela, un mercado y una biblioteca.

Las viviendas unifamiliares son un buen tipo de unidad para testear la durabilidad de la construcción impresa en 3D porque son pequeñas y ofrecen un proceso de diseño repetitivo sin mucha altura, según dijo Henry D’Esposito, quien dirige la investigación de construcción en JLL, una firma de bienes raíces comerciales. También se pueden construir para tolerar desastres naturales: Nacajuca se encuentra en una zona sísmica y las casas allí ya han resistido a un terremoto de magnitud 7,4.

En marzo, Palari Homes y la empresa de construcción Mighty Buildings anunciaron una comunidad de más de una docena de casas impresas en 3D en Rancho Mirage, California, con una inversión planificada en US$15 millones. La comunidad tiene a más de mil personas en lista de espera.

3D

El mismo mes, Icon anunció que se había asociado con el desarrollador 3Strands y DEN Property Group en cuatro casas impresas en 3D en Austin, con un precio que va de US$450.000 a US$795.000. Icon también imprimió casas en Community First Village en Austin, un proyecto de la organización sin fines de lucro Mobile Loaves & Fishes, que brinda vivienda permanente a personas sin hogar.

El mercado de la impresión 3D creció un 21% el año pasado y Hubs, una plataforma de fabricación, proyecta que la cifra se duplicará en los próximos cinco años.

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