Laing O’Rourke ha ideado una solución de ascensor modular con el fabricante Kone que reducirá drásticamente el tiempo de instalación in situ, según afirman las empresas.
FUente: Construction Management
La regla general para la instalación de ascensores suele ser una semana por planta. El nuevo sistema permite a los equipos de proyecto instalar un módulo de ascensor de tres plantas en solo 90 minutos.
Laing O’Rourke y Kone empezaron a probar el concepto en 2020 en el edificio S5 de King’s Cross, avanzando una solución que se utilizó originalmente en cruceros alrededor de una década antes.
“Diseñamos un sistema funcional y entregamos dos prototipos, que demostraron que el concepto funcionaba y que un ascensor podía modularizarse”, explica Sam Ward, jefe de programa del grupo de tecnología e innovación global de Laing O’Rourke.
“Los trabajadores de la obra no tienen que lidiar con el volumen habitual de entregas ni con la proliferación de zonas de exclusión a medida que se instalan los pozos. Esto se debe a que los marcos volumétricos se fabrican fuera de la obra y luego se ensamblan, envuelven, protegen y almacenan, listos para ser entregados en la obra”.
Y añade: “Una de las principales ventajas del sistema modular es que favorece un entorno de trabajo más seguro para los instaladores. Pasamos de un espacio relativamente reducido, oscuro y húmedo, a un entorno de fábrica controlado. Además, sólo hay una entrega en lugar de varias con múltiples componentes pequeños”.
“Los propios trabajadores informan de numerosas ventajas, como la menor necesidad de espacio de almacenamiento, la reducción tanto del trabajo en altura como del trabajo manual, y una notable disminución del desorden, el polvo y el ruido en las obras”.
Laing O’Rourke mantiene desde hace tiempo una estrategia de construcción a pie de obra, con el objetivo de que el 90% de sus obras se construyan en fábrica para 2025.