Desde agosto de 2022, mes en que contó con el 100 por ciento de la infraestructura instalada, la planta gestionada por la empresa Revaloriza, localizada en Viña del Mar, ha valorizado a la fecha 35.352 toneladas de residuos, entre los que se cuentan RCD y materiales descartados por otras industrias. “Hoy somos la única planta valorizadora del país que recibe residuos mezclados”, asegura la socia directora de Revaloriza, Karen Aguilera, quien sueña con replicar la planta y su modelo de negocios a otras regiones del país. Hay sustantivos avances en la Región de Antofagasta.
Fuente: País circular
A un año exacto de su inauguración, la primera planta de tratamiento y valorización de residuos de la construcción y demolición (RCD), propiedad de la empresa Revaloriza, ya puede anotarse importantes logros en materia de sostenibilidad ambiental. Ubicado en un predio de 21.000 metros cuadrados en el sector industrial de Viña del Mar (Hacienda Reñaca), este centro -el primero en Chile y Sudamérica en tratamiento y valorización de RCD- cierra este año con números asombrosos desde que se consiguió instalar la infraestructura completa, en agosto pasado.
Hace cuatro meses, de hecho, Revaloriza (revaloriza.cl) pudo operar al 100 por ciento de capacidad, ya que se lograron instalar las cuatro maquinarias necesarias para acometer el procesamiento completo no solo de residuos de la construcción, sino de otras industrias. A saber: una chancadora (que recibe los cascotes de hormigón y los convierte en árido reciclado); una trituradora industrial (que procesa la madera); un tromel (centrífuga que separa la fracción más liviana de los materiales); y una seleccionadora (una gran adquisición que logra separar la fracción más gruesa, a través de una cinta transportadora del material, que luego es separada manualmente por operadores, para finalmente separar el residuo ferroso gracias a un imán).
Con estas cuatro tecnologías, Revaloriza -cuya misión es disminuir el impacto socioambiental de los vertederos ilegales a través de tecnología de alta gama que permite la transformación de residuos en materias primas secundarias- ha logrado valorizar en su planta de la Ciudad Jardín 35.352 toneladas, lo que implica dejar de emitir 102.175 toneladas de CO2 equivalentes. Y, si se lleva a otros planos la comparación, equivale a 22.002 vehículos menos contaminando, ahorrar el consumo eléctrico de 12.874 casas y salvar 273 hectáreas de bosques.
“Ha sido un crecimiento exponencial. Hasta antes de agosto, estábamos con el tema de instalar la infraestructura, de conseguir los permisos. Entonces todavía no llegamos a un promedio. Pero sí podemos decir a nuestro favor que no solo estamos recibiendo residuos de constructoras, sino de otras industrias como puertos, termoeléctricas y viñedos”, comenta a País Circular Karen Aguilera, fundadora y socia directora de la empresa Revaloriza (se la puede encontrar en Instagram y Facebook).
Esto, a juicio de la también ingeniera en Medio Ambiente, es clave para el crecimiento de la empresa y de la planta en sí, ya que “damos la seguridad de que los RCD se deben gestionar de acuerdo a las normativas vigentes, pero también podemos dar respuestas a residuos provenientes de otras industrias que no tienen carácter peligroso, y por tanto, podemos entregar certificaciones. Somos la única planta valorizadora del país que recibe residuos mezclados y entregar certificación de ellos, con registro SINADER. Este Sistema Nacional de Declaración de Residuos (SINADER) consta de una plataforma web que permite a generadores, destinatarios y gestores de residuos dar cumplimiento a las obligaciones establecidas en el reglamento del Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes.
Si bien en diciembre de 2021 tenían amarrados acuerdos comerciales con solo cinco empresas constructoras con robustas políticas de sostenibilidad, al cierre de este año 2022 han aumentado a 35 empresas clientas permanentes, y otras 102 esporádicas, totalizando 137. “La gracia es que hay distintos tipos de rubros dentro de los residuos que procesamos. Y otra cosa muy remarcable es que tenemos clientes que vienen de las regiones de O’Higgins, Maule y Metropolitana, porque existe la necesidad de contar con plantas de valorización en otras regiones. El hecho de ser los únicos implica que los clientes tengan que viajar para dar cumplimiento a las certificaciones que son exigibles a nivel nacional e internacional”, agrega Karen Aguilera.
Buena parte de esa ventaja de poder separar distintos residuos viene de la máquina seleccionadora que cobró un tono muy desafiante para Aguilera y las personas detrás de la operación de la planta de tratamiento. “Gracias a la seleccionadora hemos logrado aumentar las tasas de valorización, no solo de RCD, sino que además nos han pedido seleccionar residuos prioritarios de la Ley REP, como botellas, y envases y embalajes”, detalla la socia directora de Revaloriza.
Entre los residuos convertidos en recursos por Revaloriza en su planta destaca la venta de árido reciclado, fruto del procesamiento de hormigón y concreto, y que consigue colateralmente, entre otras cosas, desincentivar la adquisición de árido virgen y así contribuir a la economía circular. Según cuenta Karen Aguilera, la venta de árido reciclado también está creciendo como la espuma.
“Estamos constantemente pillados en los stocks, hay un aumento en el interés del uso de árido reciclado, y no solo como base o subbase para caminos, sino que también está siendo ocupado para hacer panderetas. Eso ha sido muy positivo”, dice Aguilera, en cuya empresa se procesan residuos para generar subproductos de diferentes granulometrías.
También siguen trabajando con la empresa Desafío Ambiente, a la que se le proporciona plástico reciclado para que fabriquen ecotablas o madera plástica. “Hace poco, el 15 y 16 de diciembre estuvimos en el encuentro Emprende Tu Mente donde montamos un stand y mostramos nuestro trabajo. Hemos estado en reuniones con bancos que financian proyectos de esta naturaleza, también con autoridades. Porque la idea nuestra, a largo plazo, es poder replicar este modelo de negocios a otras regiones”, comenta Aguilera.
Por ahora Revaloriza partió firme en la Región de Antofagasta, ya que obtuvo uno de los premios ganadores del concurso Antofa Emprende, en la categoría Consolidación, lo que le permitirá urdir nuevos puentes hacia la idea de propiciar ecosistemas en torno al tratamiento y valorización de los RCD.
“No tiene solo que ver con la parte operativa; tiene que ver también con la parte social, ya que logramos juntar a los diversos actores de la cadena. Y la idea es generar un hub de innovación alrededor de una planta valorizadora que permita estudiar cómo valorizar distintos tipos de materiales con las universidades, pero además generar nuevas fuentes de emprendimiento que reutilicen estas materias primas y que se creen empleos a nivel local. Además, para que no siga pasando lo que se hace en Chile: exportar esa materia prima recuperada. Hay que apuntar a transformarla acá en Chile y agregarle valor a nivel nacional”, plantea la emprendedora, cuya empresa ha obtenido varios premios y reconocimientos; entre ellos un subsidio de Sercotec y CORFO por red de economía circular, el fondo de innovación Tecla de Caja Los Andes, el Premio Latinoamérica Verde, otro de la Cámara Chileno-Británica y el Unboxing Innovation de Sodimac.
El incendio en Viña: ¿qué hacer con esos residuos de construcción?
Karen Aguilera también pone una señal de alerta por el pavoroso incendio que sacudió a Viña la tarde-noche del 22 de diciembre. Al respecto, la socia directora de Revaloriza señala que efectivamente la planta podría recibir residuos ferrosos y de chatarra ya que “su incandescencia se elimina una vez que se apaga el incendio”. Sin perjuicio de ello, el resto de los residuos que cientos de voluntarios están sacando de los lugares afectados no podrían ser llevados a Revaloriza, ya que sería “transferir el riesgo de incendio a nuestra planta”. Hasta ahora, Revaloriza no ha sido contactada por ningún organismo público para ver cómo tratar esos residuos ferrosos o chatarras tras el megasiniestro.
A lo que apela justamente Aguilera es a forjar alianzas público-privadas para procurar politicas de prevención, más que de remediación: “Las autoridades deben dejar de cometer errores. Poco hemos aprendido de los incendios de 2014 y 2019 en Valparaíso, pues se ha dicho que una de las fuentes de propagación del fuego son los residuos depositados en los fondos de las quebradas. No se ha hecho ninguna alianza público-privada para ser más preventivos que reactivos”.
Aguilera dice que la planta de Revaloriza podría contribuir significativa a gestionar los residuos de las quebradas, lo cual representa un lastre para los entornos naturales y expone a los territorios a nuevas tragedias. “Los gobiernos regionales, municipios y seremías podrían innovar la forma de gestionar los recursos existentes a través de estas alianzas. Nosotros como empresa podemos gestionar esos residuos y disminuir los pasivos ambientales de los territorios. Existe la tecnología en el sector privado; lo que falta es innovación en el sector público para trabajar de manera más rápida y eficiente, y dejar de hablar de reacción, sino de prevención”, concluye Karen Aguilera.