A partir de la recopilación de datos obtenidos por sensores, esta empresa logra detectar los puntos débiles en las organizaciones respecto de sus patrones de consumo eléctrico para tomar mejores decisiones. En promedio, con la metodología combinada de hardware y software, las más de 50 empresas con las que trabajan en Chile consiguen un ahorro energético de hasta un 25 por ciento. Hoy Wenu Work es Empresa B y hasta tiene clientes en el extranjero.

Fuente: País Circular

Wenu Work nació en 2016 con una premisa clara: cuando la tecnología está al servicio del ser humano, genera círculos virtuosos. Y en eso se basó Daniel Waintrub, cofundador de la empresa, buscando acercar el concepto de sustentabilidad y de la eficiencia energética a las personas a través del buen empleo de la tecnología. En este caso puntual, ser una solución capaz de propiciar ahorro de consumo energético dentro de las organizaciones.

“Nos conseguimos financiamiento para desarrollar los primeros prototipos de la tecnología a través de una empresa de energía multinacional”, comenta Waintrub, cuya empresa Wenu Work, en primera instancia, puso el acento en gestionar el consumo de electricidad en los hogares, midiendo este factor en distintos tipos de uso dentro de las casas, como los electrodomésticos, la iluminación o el aire acondicionado, a través de un algoritmo. Sin embargo, a poco andar, se dieron cuenta que hablar de eficiencia energética en 2016 era “un poco adelantado a los tiempos”.

Eso les hizo migrar la focalización de Wenu Work desde los hogares hacia espacios donde el consumo eléctrico fuera mayor. Así partieron con restoranes, lavanderías, espacios pequeños, pero “que tenían una cuenta eléctrica más alta que la de una casa”. Desde ahí, se fue optimizando la tecnología hasta llegar a un modelo, que mezcla el uso de un hardware y de un software, cuya utilidad es sustancialmente en clientes industriales; es decir, que tienen grandes volúmenes de consumo eléctrico.

“La lógica es bastante sencilla: tenemos un componente de hardware, es decir, de sensores para medir el consumo de electricidad, y otro de software que determina cómo entregamos la información que estamos generando por dichos sensores”, explica el cofundador de Wenu Work. Los sensores -añade Waintrub- se instalan en los tableros eléctricos de los clientes -que pueden ser una industria, una universidad, una clínica, un edificio corporativo- para entender ese tipo de consumo, con lujo de detalles, desde los consumos más generales hasta los más específicos.

La ventaja del modelo, según el emprendedor, es que “se instala rápido, es eficiente, no invasivo y ni siquiera interrumpimos la operación de nuestros clientes. A los pocos días tenemos esa data y las desplegamos en plataformas en línea para entender la realidad del cliente: el uso que le quieran dar, los errores que han tenido en el pasado, las hipótesis que quieren corroborar”.

El objetivo es que, al tener a la mano estos datos, les sirva para tomar mejores decisiones, ya que el sistema de Wenu Work, adicionalmente, les evita toda la carga mental de sentarse a interpretar la información extraída. Si bien cada caso analizado por Wenu Work difiere entre sí, hay algunos elementos comunes como por ejemplo poner atención en lo que ocurre en los horarios no operativos de las empresas; vale decir, en la noche, los fines de semana, los días feriados. “Es muy importante saber qué cosas quedan encendidas y corregir”, dice.

En materia productiva, señala Waintrub, para las empresas es importante entender muy bien “cuántos kilowatts por hora se necesita por cada producto que se está procesando”.  De manera que la firma, teniendo este indicador, pueda ver, por ejemplo, “qué turno está siendo más intensivo que otro, más eficiente que otro, qué producto es más caro que otro”. En ese sentido, el emprendimiento apunta a bajar la cantidad de energía consumida por cada producto procesado.

“Siempre nos gusta destacar que no somos un proveedor de sensores o una empresa que genera datos”, aclara Waintrub, quien prefiere señalar que “acompañamos a los clientes en este camino para el cual muchas veces no se tiene el tiempo ni la capacidad para entender lo que pasa”. Tanto así, que dentro de la oferta comercial de Wenu Work, se incluye una asesoría permanente a los clientes para ir optimizando sus procesos de la mano de la tecnología. Se calcula que, en promedio, los usuarios de Wenu Work pueden ahorrar hasta un 25 por ciento de su consumo energético.

“Nos preocupamos de tener una post venta muy cercana con los clientes y al momento de dar inicio a los proyectos, hacemos capacitaciones, inducciones. Y cuando entregamos estos reportes, hechos a la medida, con cierta frecuencia, estamos en constante comunicación con los clientes sobre las variables que les interesa revisar: ahorrar energía para el próximo mes, evaluar el impacto de la medida, hacer recambio de algún equipo a partir de la evidencia que deja la metodología Wenu Work. “Nos acercamos a las personas para ayudarlas a entender este tema cuando no tienen tanto conocimiento”, refuerza.

“Siempre nos gusta destacar que no somos un proveedor de sensores o una empresa que genera datos (…) Acompañamos a los clientes en este camino para el cual muchas veces no se tiene el tiempo ni la capacidad para entender lo que pasa”.

Daniel Waintrub, cofundador de Wenu Work.

En Chile y en el extranjero

La mayoría de los proyectos de Wenu Work están en todo Chile, de norte a sur, haciendo acto de presencia en todas las regiones del país. Más de 50 empresas trabajan con esta solución tecnológica. “Trabajamos con bastantes líderes de industrias, generalmente del sector manufacturero, cuyas empresas tienen varias líneas de procesos productivos”.

Pero Wenu Work no se limita a esa clase de proyectos, sino que también aborda “ese paraguas de empresas que consumen mucha electricidad como instituciones de salud, de educación, espacios que operan en multisitios, empresas que operan con sucursales, etcétera”, dice Daniel Waintrub. También hay algunos proyectos fuera de Chile: en Bolivia, Colombia, México y España.

“El impacto dependerá del tipo de empresa. Una empresa que opera 24/7 va a buscar otro tipo de beneficios que no tengan mucho que ver con el impacto en la cuenta eléctrica; las empresas que son muy intensivas en el consumo de energía van a querer entender cuánto necesitan por cada tonelada de producto; y un centro comercial va a querer saber qué ocurre cuando cierra para que los consumos sean menos posibles durante la noche”, explica el emprendedor, para quien hay un principio básico: mientras mayor sea el gasto en electricidad, mayor será la intención de querer contar con tecnología para entender los consumos al detalle.

Desde 2017, Wenu Work fue certificada como Empresa B, es decir, tiene un impacto social, ambiental y económico, y tiene buenas prácticas laborales con sus clientes. “La sustentabilidad ambiental nos mueve mucho, me apasiona en términos laborales. El Sistema B reúne muchas características que compartimos. Es importante ser parte de esa comunidad porque significa que no sólo importa ser un negocio rentable y que crece, sino que genera externalidades positivas para los clientes y para el planeta”, cierra Waintrub.

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