En Nueva Tashkent (Uzbekistán), el Centro Internacional de Investigación Científica Alisher Navoi, obra de Zaha Hadid Architects, incluirá el Museo Estatal de Literatura Navoi, un auditorio, un centro internacional de investigación y una escuela.
Fuente: Archello
El diseño de Zaha Hadid Architects (ZHA) presenta fachadas arqueadas inspiradas en la arquitectura vernácula local y atractivos interiores elaborados con ladrillos producidos en hornos locales. Además, los principios de diseño pasivo que guían la arquitectura proporcionarán unas condiciones óptimas para los ocupantes del edificio con un consumo energético mínimo.
El proyecto, que celebra la literatura uzbeka y las tradiciones musicales shashmaqom, anclará un nuevo barrio cultural de 15.000 hectáreas dentro de Nueva Tashkent. El programa incluirá el Museo Estatal de Literatura Navoi y un auditorio de 400 plazas para representaciones, actos y conferencias. El proyecto incluye también el Centro Internacional de Investigación y una escuela residencial para 200 estudiantes especializados en lengua, literatura y música uzbekas.

Los principios del diseño pasivo se desarrollaron en respuesta al clima mediterráneo de Tashkent y se inspiraron en la torre eólica de la arquitectura vernácula de Asia Central y Oriente Medio, que mantiene temperaturas interiores más frescas. En condiciones de ausencia de viento, estas estructuras arqueadas huecas funcionan creando un gradiente de presión que extrae el aire caliente hacia arriba, dando lugar a una chimenea térmica que permite que el aire más caliente escape a través de aberturas en la parte superior de cada arco. En los meses más cálidos, este sistema se apoyará en ventiladores y nebulización para enfriar el aire antes de que circule dentro de la estructura.

El ciclo día-noche refuerza los principios de refrigeración, extrayendo el aire más caliente y reteniendo el más frío. Combinado con la elevada masa térmica del Centro, puede mantenerse un confort óptimo con un consumo energético mínimo.
Inspirándose en las actuaciones dinámicas y únicas de la música shashmaqom para crear un entorno en el que puedan reunirse los artistas de la ciudad y la comunidad en general, los espacios exteriores del Centro definen una secuencia de terrazas ajardinadas con anfiteatros al aire libre y jardines con pabellones a la sombra para actuaciones improvisadas.

La ZHA, que celebra el rico patrimonio cultural de Uzbekistán, explica que el Centro aspira a convertirse en un polo de creatividad con su conjunto de espacios tradicionales y contemporáneos para las artes y programas de investigación educativa.