El cambio climático está afectando drásticamente a las zonas costeras. Las tormentas dañan playas e instalaciones urbanas situadas en la línea de costa, y perjudican también a los ecosistemas marinos.
Fuente: Noticias de la Ciencia
La colocación de arrecifes artificiales ha demostrado ser una estrategia eficaz para proteger la línea costera y restaurar los ecosistemas dañados.
Para avanzar en este campo, investigadores del Centro de Desarrollo Tecnológico de Sistemas de Adquisición Remota y Tratamiento de la Información (SARTI) y del Centro Avanzado de Tecnologías Mecánicas (CATMech) de la Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech (UPC) desarrollan el proyecto SLAGREEF (3D slag concrete manufacturing solutions for marine biotopes).
Los científicos están investigando el diseño y la fabricación de prototipos de arrecifes artificiales a partir de residuos de la industria siderúrgica y de las canteras. A partir de la mezcla de distintos materiales de desecho, los investigadores trabajan en un nuevo material con el que construir grandes estructuras mediante impresión 3D. Se trata de un hormigón con áridos de escorias de la siderurgia, junto con residuos calcáreos de cantera. Esta mezcla integra una cantidad relevante de aluminio y óxidos de hierro, materia estimuladora del desarrollo de algas y otras especias marinas.
El investigador del CATMech Lluís Gil, coinvestigador principal del proyecto y profesor de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT), explica: “Existe un gran problema ambiental con algunos materiales de desecho relevantes. Cada año, millones de toneladas de escorias de acero y de polvo y áridos de las canteras terminan en los vertederos, generando un gran problema ecológico. Queremos demostrar que pueden aprovecharse para restaurar los ecosistemas en las líneas costeras en peligro”.
En cuanto a los materiales, Lluís Gil afirma que “uno de los grandes retos del proyecto es conseguir una mezcla consistente e imprimible con tecnología 3D lo más verde posible”. En este sentido, el profesor señala que “la investigación busca soluciones sostenibles, de forma que obtengamos un buen comportamiento bajo el agua y ayudemos la biodiversidad a largo plazo”.
Para ello, los investigadores trabajan en el nuevo material y en el proceso de impresión, “introduciendo novedades relevantes con las impresoras 3D de hormigón de la UPC Terrassa Factory Lab, que fueron cedidas por la empresa VIAS. Con esta tecnología se han desarrollado distintos diseños imprimibles que mejoran las condiciones del hábitat para las especies marinas.
La monitorización del rendimiento de la estructura sumergida se realizará con tecnologías que no perjudican a los ecosistemas, como cámaras de vídeo y sensores ambientales, por parte del Observatorio marino OBSEA del SARTI, ubicado en Vilanova i la Geltrú.
El responsable del OBSEA, Joaquín del Rio, coinvestigador principal del proyecto y profesor de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Vilanova y la Geltrú (EPSEVG), afirma que este observatorio “tendrá un papel fundamental para monitorear y hacer la evaluación bioecológica de los arrecifes artificiales. Será el primer observatorio mundial con sistemas y procedimientos diseñados específicamente para controlar el impacto y la evolución de estas construcciones”.
Este es un auténtico reto, porque no existe un sistema de observación como este en la línea de costa española. Además, la nueva tecnología situará al OBSEA como referente internacional para otros grupos científicos interesados en la observación marina, que se pueden beneficiar de sus infraestructuras.