Con sus 60 metros de altura, esta torre, que domina la vista al Mar Rojo desde la bahía de Hefa, se alza como un punto focal del campus de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST, en sus siglas en inglés), gracias a su particular forma cónica y su fachada, definida por más de un centenar de elementos prefabricados de hormigón hexagonales.

Fuente: Hormigón al Día

El año 2009, el estudio de arquitectura HOK tuvo la misión de dar forma a la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST, en sus siglas en inglés). El proyecto consistió en la construcción del campus completo -una superficie aproximada de 560.000 m2- conformado por 26 edificios, en los que se desarrollan trabajos de docencia e investigación.

Breakwater Beacon

Si bien el campus posee varios elementos distintivos, tales como la disposición de sus edificaciones y su iluminación, las que aprovechan el entorno que les rodea (el complejo se encuentra frente al Mar Rojo, con altas temperaturas durante todo el día), a la par se desarrollaron otros elementos arquitectónicos que, si bien no corresponden a edificaciones propias de la universidad, sí se pensaron para marcar hitos dentro del desarrollo global del proyecto.

Este es el caso, por ejemplo, de la torre bautizada como “Breakwater Beacon”. Se trata de una colaboración entre los estudios de arquitectura australianos Urban Art Projects (UAP) y bureau^proberts, que desarrollaron este gran elemento de hormigón blanco -60 metros de altura- para transformarse en un hito dentro de la universidad.

Inspiración del mundo árabe

Para el diseño de la torre, el estudio de arquitectura UAP se inspiró en elementos propios de las antiguas tradiciones marítimas de la región, además del arte y el detalle arquitectónico que caracteriza a las edificaciones del sector, las que vinculó con la ecología marina del Mar Rojo.

En ese sentido, una de sus características es su geometría de “aguja elíptica”, que actúa como un verdadero “faro” que observa a la bahía de Hafa, en la ciudad de Jeddah, en la costa del Mar Rojo. La estructura de la torre se construyó con una serie de elementos con secciones hexagonales cuyas formas, si bien de distintos patrones entre un elemento y otro, son las que definen a su particular fachada, que “recuerda a lo arabesco como a la vida marítima propia del golfo”, comentaron desde el estudio de arquitectura.

Asimismo, los arquitectos explicaron que la estructura del diseño -con estas piezas hexagonales sin patrones definidos y agujereadas- también funciona como una especie de “aire acondicionado” natural” para el interior de la torre, al mismo tiempo que se sitúan de manera similar a los minaretes de una mezquita, generando espacios interiores especiales para la oración y las reuniones comunales.

“La torre cónica atrae al aire caliente, permitiendo que la brisa ingrese al nivel inferior y refresque todo el espacio interior junto con los alrededores”, especificaron los arquietctos.

El rol del prefabricado de hormigón

La estructura de la torre se logró gracias al ensamblado de 187 elementos prefabricados de hormigón blanco, cuya forma hexagonal libre es la que genera la particular fachada. Para su construcción, el proyecto se dividió en tres secciones que van desde la base, de 30m por 25m, hasta su punto más alto, de 3m por 2,5m.

Debido al peso de los elementos, que alcanzó las 18 toneladas, los prefabricados de hormigón que se utilizaron para construir esta torre se debieron alzar e instalar con grúas de alto tonelaje, incluyendo un equipo de 550 toneladas. “Sin duda, es una estructura muy compleja. Tuvimos a dos equipos de ingenieros trabajando en ello para solucionar los desafíos que tuvo el proceso constructivo”, comentó en la ocasión Daniel Tobin, director del estudio de arquitectura UAP.

Diseñada para tener una vida útil de 100 años, la torre “Breakwater Beacon” se concibió como parte del programa internacional de arte de la universidad KAUST, en el que participaron artistas de diversas partes del mundo.

Finalmente, la torre se inauguró en septiembre de 2009 y gracias a su forma cónica, redefinió la clásica figura de un “faro”, al tiempo que se transformó en uno de los íconos arquitectónicos tanto de la universidad como de la costa del Mar Rojo.

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