Los proyectos eco-sustentables buscan aprovechar de la mejor manera los recursos económicos; lejos de ser un gasto termina siendo una inversión inteligente, señala en esta columna Arturo Bañuelos, Director Ejecutivo de la División de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México.
Fuente: Obras Expansión
La crisis sanitaria que atraviesa el mundo por el virus COVID-19 nos está dejando grandes lecciones en diferentes planos de nuestro entorno personal, social, e incluso como humanidad. Uno de estos aprendizajes es la necesidad de acelerar la consolidación de medidas sustentables, así como la implementación de tecnologías y certificaciones en materia de cuidado ambiental para proyectos inmobiliarios, y la transición al consumo de energías limpias.
Todo ello en aras de contrarrestar el deterioro al medio ambiente. Quizá esto suene ya muy común, pero es una realidad que este virus que puso al mundo de cabeza, trae consigo una señal de advertencia, que es la de poner un alto en el camino y generar estrategias más sustentables en todos los sectores.
En particular, el sector inmobiliario y de los bienes raíces requieren un análisis profundo que permita generar cambios de fondo. ¿Sabían que más del 40% de los gases de efecto invernadero en el mundo provienen de estos sectores? El dato es revelador. En un mundo cada vez más interconectado, la sustentabilidad y la resiliencia van de la mano, por ello, los líderes de negocio están enfocándose en desarrollar empresas más sustentables, resilientes y responsables.
El cambio comienza a notarse. Paulatinamente, cada vez más empresas adoptan estándares de sustentabilidad más altos, incorporan tecnologías inteligentes y generan una transición al consumo de energías limpias en cada desarrollo o proyecto inmobiliario. Ya no es aceptable para las compañías simplemente hacerlo menos mal, ahora, deben contribuir de manera proactiva a la lucha contra el cambio climático e informar de manera transparente cada uno de sus avances.
De aquí en adelante no será un lujo sino una necesidad que cada nuevo proyecto esté orientado hacia programas integrales de Energía y Sustentabilidad, que cuenten con certificaciones nacionales e internacionales en la materia, como son LEED, WELL, PCES, entre otras, todo ello buscando aportar en beneficio de la sociedad y el medio ambiente.
Tecnologías como calentadores y paneles solares, captación pluvial, tratamiento de desechos, calidad del aire, entre otras soluciones, contribuyen ya a reducir la huella de carbono y mejoran la calidad de vida de las grandes ciudades.
Existe una gran cantidad de mitos que rodean a la también llamada arquitectura sustentable, como que representa costos muy elevados en términos de construcción y de mantenimiento, o que estos proyectos se construyen con materiales poco resistentes y que cuentan con diseños raros y extravagantes.
Esto dista mucho de la realidad, la transición hacia edificaciones y ciudades del futuro es mucho más armónica de lo que muchos pudieran pensar. Una cosa es cierta, este tipo de proyectos no resolverán por sí solos los problemas a los que se enfrenta el mundo, pero sin duda contribuirá a reducir los efectos ecológicos causados por las edificaciones y por la forma en la que los humanos vivimos.
Es importante mencionar que para evitar que existan sobrecostos por realizar proyectos sustentables, esto se debe de definir desde la concepción misma del proyecto, y durante toda la etapa de planeación en donde se establezcan los objetivos tanto financieros como de operación, realizando las adecuaciones necesarias, de esta manera se evitan cambios en la construcción que en la mayoría de los casos representan gastos no planeados
Ahora bien, la industria inmobiliaria, así como muchos otros sectores, están adoptando esquemas de trabajo más flexibles (home office, trabajo híbrido), que de alguna forma despresurizan las grandes ciudades, los grandes centros laborales y de oficinas; con ello se contribuye también a generar soluciones inmobiliarias más sustentables en el mediano plazo.
Es momento pues de romper mitos e invertir en desarrollos sustentables. Existen empresas que aún optan por modelos de construcción poco sustentables porque se tiene la falsa creencia que desarrollar un proyecto de este tipo les generará un costo elevado.
Sin embargo, un proyecto basado en eco-sustentabilidad lo que busca es aprovechar de la mejor manera los recursos económicos, por lo que lejos de ser un gasto termina siendo una inversión inteligente, tanto en términos de protección al medio ambiente y de eficiencia de recursos.
En fin, hemos llegado a un momento crucial en el que es necesario tomar cada uno desde nuestra trinchera la responsabilidad que tenemos en torno al cuidado de nuestro planeta. De no hacerlo, seguiremos experimentando este tipo de consecuencias naturales que impactarán principalmente a las próximas generaciones.