La productividad es un problema perenne para los principales mercados de la construcción, pero en algunos países, han logrado contrarrestar la tendencia.
Fuente: Constructivo
La baja productividad laboral significa que los trabajadores de la construcción producen menos en el mismo número de horas que sus contrapartes en sectores más eficientes como la manufactura. Eso significa que la construcción requiere más recursos laborales de los que requeriría si fuera más eficiente, lo que significa que los proyectos terminan costando más.
La productividad laboral en los países de la UE-27 en su conjunto ha caído un 4,6% desde 2015 (véase el gráfico). En ciertos mercados, la disminución es aún más pronunciada. En España, por ejemplo, ha bajado un 19,5%, mientras que en Polonia ha bajado un 10,4%. Pero Bélgica disfrutó de un aumento del 3% en la productividad, al menos hasta 2020. Mientras tanto, los Países Bajos han visto un aumento más fuerte del 11,8%, aunque ha comenzado a disminuir ligeramente recientemente.
Entonces, ¿cómo lograron los Países Bajos contrarrestar la tendencia de la productividad? ¿Y qué pueden aprender de ello los mercados de la construcción en otras partes del mundo?
La necesidad es la madre de la invención
Una de las principales razones del aumento de la productividad laboral de los Países Bajos fue la necesidad. Entre 1995 y 2001, el volumen de construcción neerlandés aumentó un 33%, aunque disminuyó un 2% en toda la UE durante el mismo período.
Un auge inmobiliario significó que a partir de 2018, el 40% de las empresas de construcción reportaban una escasez de personal. Ese fue el más alto de todos los sectores de la economía holandesa, con el 25% de las empresas en general reportando una escasez. Una escasez tan severa ayudó a promover el cambio estructural para impulsar la productividad.
Maurice van Sante, economista principal de construcción del banco holandés ING, explica: “Las altas tasas de crecimiento fomentan las inversiones en nuevas tecnologías y las empresas más dispuestas y capaces de invertir en nuevas máquinas, robots y digitalización. El crecimiento de la producción también resulta en un despliegue más óptimo de los empleados, ya que hay una menor posibilidad de exceso de capacidad”.
El análisis realizado por ING muestra que los Países Bajos tienen uno de los números más altos de robots en la construcción, con 1.5 por cada 10,000 trabajadores. Eso se compara con 1.2 en toda la UE12, 0.8 en Alemania, 0.3 en el Reino Unido, 0.2 en los Estados Unidos y solo 0.1 en China.
Nuevas tecnologías y estándares abiertos
Los Países Bajos realizan pedidos para proyectos de construcción por valor de alrededor de 3,000 millones de euros al año y es uno de los líderes en la implementación de BIM en la UE. El país es uno de los pocos en la UE con un mandato para estándares BIM abiertos (como IFC, CB-NL y ETIM). Los estándares abiertos significan que las partes interesadas en los proyectos de construcción pueden romper los silos y trabajar juntos de manera más eficiente.
El mercado también ha visto la adopción entusiasta de tecnología como la realidad aumentada (AR) para hacer que el proceso de construcción sea más eficiente. Por ejemplo, la empresa de construcción holandesa Ballast Nedam utiliza AR para “inspecciones previas al vertido”, comparando sus diseños 3D con la situación sobre el terreno para poder detectar discrepancias antes de la construcción. La compañía también acaba de lanzar su propio robot de albañilería que, según afirma, puede reducir el consumo de mortero entre un 30% y un 50%.
Mano de obra cualificada
Los Países Bajos tienen la mayor proporción de habitantes competentes en el uso de computadoras, software e Internet en Europa, con altos niveles de participación en el aprendizaje vocacional y la educación académica. El país ocupa el 6º lugar en la lista de la escuela de negocios INSEAD de los países más competitivos con talento 2022. El año pasado, el país reforzó su financiamiento para mejorar o volver a capacitar a los empleados a través del presupuesto STAP recién creado. Ofrece 1.000 euros en financiación para la formación a personas en los Países Bajos, independientemente de su situación laboral. La iniciativa ha sido diseñada para reflejar los rápidos cambios en las prácticas de trabajo. El gobierno dijo: “El trabajo cambia rápidamente. Cada vez más trabajo es digital”. Destacó el hecho de que algunos sectores enfrentan una grave escasez, mientras que otros puestos ya no existen después de la pandemia de coronavirus.