Aprovechar los tejados planos de los edificios no ya para hacer una cubierta verde, sino un pequeño pueblo lleno de vegetación.

Fuente: Ekos Negocios

Esa es la solución que proponen desde Róterdam (Holanda) para hacer frente a la crisis climática y la carencia de viviendas. En nuestras ciudades cada vez más abarrotadas de personas y pavimento se hace difícil tanto la adquisición de una vivienda como la creación de entornos saludables. El cemento repele a insectos, vegetación y animales a insectos atrayendo, en su lugar, el calor cada vez más acuciante, consecuencia de la crisis climática. Y el crecimiento poblacional, conjugado con unos precios cada vez más altos, hace difícil el acceso a un hogar. 

Para remediar todos estos problemas de un golpe, e incluso, añadir un extra de sostenibilidad a las urbes, las mentes más audaces de la ya de por sí innovadora ciudad de Rotterdam, en Holanda, han dado con una idea rompedora: crear pueblos en las azoteas.

Sí, porque no les basta con implementar cubiertas verdes, una iniciativa súper útil y obligatoria en países como Dinamarca, pero que corre de los bolsillos privados en la mayoría de los países, lo que hace que no resulte rentable: “Los techos verdes limpian el aire, refrescan edificios y ciudades, proporcionan hábitats ecológicos y protegen el agua.  Desafortunadamente, la implementación no está muy extendida debido a los altos costos y la falta de ganancias financieras directas, especialmente, cuando se trata de actuar sobre los edificios existentes”.

Construir pueblos en las azoteas, una solución a la crisis climática y de vivienda

Lo explican desde Dakdorpen, una asociación cuyo nombre se puede traducir al español por “pueblos en las azoteas”. En opinión de este grupo de creativos emprendedores, que lleva estudiando la viabilidad del proyecto desde 2018, la instalación de varias microcasas y jardines en lo más alto de los edificios resolvería esta falta de ingresos financieros. 

“Al reverdecer los techos y, al mismo tiempo, reforzarlos, podemos hacerlos habitables con casas compactas. De esta manera, podemos cambiar el modelo de negocio de las remodelaciones de techos, y lograr que los techos verdes sean financieramente atractivos. Al hacerlo, la capacidad de retención de agua de la ciudad aumentará, la ciudad se calentará menos, la biodiversidad y los hábitats para las diferentes especies crecerán, el aire contaminado se limpiará y se proporcionarán viviendas asequibles. Todo ello, obteniendo un buen retorno de la inversión”, cuentan.

Además, los propios residentes del edificio se beneficiarán de la adición, pues un techo verde habitable contribuye a un mejor aislamiento, lo que se traduce en facturas de energía más bajas. Asimismo, aseguran una vida útil más larga de la cubierta del techo, y aumentan el valor de la propiedad (incluso se podría crear en lo más alto del edificio un espacio común para todos sus habitantes). Por último, alquilar las casas del tejado también aporta una fuente de ingresos extra.

Se podría decir que es un plan sin fisuras. O podría serlo. Por supuesto, no todos los techos están preparados para soportar el peso de nuevas construcciones, y en algunos, es muy difícil garantizar un acceso seguro desde el interior del edificio. También hay que tener en cuenta la manera en la que se pueden llevar las instalaciones eléctricas y sanitarias a los tejados, la carga máxima que pueden soportar las alcantarillas de la zona, y, por supuesto, las leyes de cada municipio.

Sin embargo, el grupo ya ha encontrado una azotea que cumple con todos los requisitos: está en el céntrico edificio de oficinas y coworking De Kroon, y en él se están llevando a cabo ya las pruebas piloto. Se espera que, dentro de unos meses, las primeras viviendas estén terminadas y listas para entrar a vivir.

El plan se está poniendo en marcha, en parte, gracias al apoyo y la financiación de entidades como CityLab10, un fondo que aporta capital a las ideas más innovadoras para hacer de Rotterdam una ciudad mejor. Eso sí, una vez que el grupo de trabajo compruebe que el concepto es viable, la idea es llegar el conocimiento adquirido en estos años de manera gratuita, para que los pueblos en las azoteas puedan ser una realidad en todo el mundo.

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