Shigeru Ban pasará a la historia por su uso innovador de tubos de papel y cartón como material de construcción económico y sostenible. Investigamos la vida y obra de este arquitecto japonés, galardonado en 2014 con el prestigioso premio Pritzker.
Fuente: Sacyr
Cuando era niño, a Shigeru Ban le gustaba recoger trozos de madera para construir pequeñas estructuras. Lo tenía claro: quería ser carpintero. Con el tiempo, su pasión pasó a ser la arquitectura y cambió los pedazos de madera por tubos de papel y cartón.
Con ellos, ha construido múltiples refugios y viviendas temporales para dar respuesta a situaciones extremas y devastadoras provocadas por catástrofes naturales. Entre sus obras más conocidas, están el Centro Pompidou-Metz, en Francia; el pabellón de Japón para la Expo 2000 en Hannover, Alemania; y el refugio de emergencia para la tragedia de Haití de 2010.
Tubos de cartón en vez de ladrillos
“En 1986, mucho tiempo antes de que la gente empezara a hablar sobre temas ecológicos y del medio ambiente, empecé a probar el tubo de papel para poder utilizarlo como una estructura para la construcción”, contaba el arquitecto japonés, de 66 años, en una charla TED. Según explica, resultó mucho más fuerte y más fácil de impermeabilizar de lo que esperaba. Tanto que en 1990 construyó su primer edificio temporal hecho de papel. Para ello, utilizó 330 tubos con un diámetro de 55 centímetros y 12 tubos con un diámetro de 120 centímetros.
Aquello era sólo el comienzo de lo que Ban llegaría a conseguir. Años después ganó una competición para construir un centro Pompidou de Francia en la ciudad de Metz. “Era tan pobre, quería alquilar una oficina en París, pero no podía pagarla, así que decidí llevar a mis estudiantes a París para construir nosotros mismos nuestra oficina en el Centro Pompidou de París. Estuvimos allí por seis años sin pagar alquiler”, bromea el arquitecto, que siempre ha estado interesado en el uso de materiales de bajo coste, locales y reutilizables.
Refugios de emergencia en desastres naturales
A finales de 2021 el número de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo llegó a superar los 89,3 millones, según Naciones Unidas. “En el siglo XXI, los desastres naturales (en ocasiones debidos al cambio climático), además de las persecuciones y los conflictos, también pueden forzar a las personas a buscar refugio en otros países”, afirma el organismo. Muchas de estas personas necesitan una vivienda temporal, como destaca Ban. “Pero no hay ningún arquitecto trabajando en ello porque estamos demasiado ocupados trabajando para los privilegiados”, señalaba Ban en su charla TED en 2013.
Este pensamiento fue el que años antes le hizo involucrarse en la reconstrucción de viviendas temporales en zonas de desastre. “Cuando Ban descubrió que los dos millones de refugiados de la Guerra Civil Ruandesa de 1994 se veían obligados a vivir en condiciones terribles, propuso sus refugios de tubos de papel al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y lo contrataron como consultor”, explica la Fundación Hyatt, encargada de organizar los Premio Pritzker.
Más allá de ser una opción económica y amigable con el medio ambiente, los tubos de cartón ofrecen una sorprendente capacidad para soportar cargas estructurales. Tras el Gran terremoto de Hanshin-Awaji en Japón en 1995, el arquitecto construyó la “casa de troncos de papel” para los antiguos refugiados vietnamitas que no tenían la posibilidad de vivir en las casas temporales proporcionadas por el gobierno. Después de que otro gran terremoto azotara Canterbury en Nueva Zelanda en 2011, Ban levantó la Catedral de Cartón como símbolo de la reconstrucción de la ciudad de Christchurch.
Ban ganó en 2014 el galardón mundial más importante en el campo de la arquitectura, el premio Pritzker. Se ha convertido en uno de los principales referentes en el uso del cartón y el papel en la historia de la arquitectura. Si hay algo que tiene claro, es que el ambos materiales pueden usarse para crear estructuras resistentes: “Incluso un edificio hecho de papel puede ser permanente, mientras a la gente le encante. Incluso un edificio de concreto puede ser muy temporal si se hace para ganar dinero”.