La economía circular propone un modelo innovador que busca maximizar el valor de los recursos, minimizar los residuos y fomentar la reutilización de materiales en todo el ciclo de vida de una construcción.
La economía circular se ha convertido en un concepto fundamental en el campo de la construcción, ofreciendo una visión revolucionaria sobre cómo abordar los desafíos medioambientales y económicos que enfrenta esta industria.
Este tema es de suma importancia para la región y es por eso que se realizó la Jornada de Economía Circular para una Industria de la Construcción más Sostenible, celebrada en Santiago de Cali, el 24 y 25 de mayo de 2023, organizada por la Universidad del Valle, de Cali, Colombia; y la Red en “Economía Circular, como una estrategia para lograr una construcción más sostenible.
Paola Molina, directora IC titular en representación del Colegio de Arquitectos, y presidenta del Comité Directivo de la Certificación Edificio Sustentable y del Comité IC para la Estrategia de Economía Circular para el Sector Construcción; estuvo como invitada y expositora y nos comparte algunos de los temas tratados más relevantes de la jornada.
Cuéntenos un poco sobre el desarrollo de la Jornada
Paola (P): Se trataba de una Jornada de economía circular para una industria de la construcción sostenible y era desarrollada por la Universidad del Valle con la colaboración de distintas iniciativas del área de la construcción como GMC, que es un grupo de materiales compuesto; Madecol, que es una empresa que está dedicada al área de RCB; y Eco-Eco que es una organización iberoamericana que promueve mejoras en el sector de la construcción.
El evento quería construir una sinergia entre gobernanza, industria y academia en torno al aprovechamiento de los residuos de construcción. Yo estuve en el evento de manera presencial, y desde Chile, me acompañaron dos integrantes del Comité: El Dr. Felipe Ossio, director de la carrera de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile; y la Dra. Claudia Muñoz de la Universidad del Bío-Bío.
¿De qué trató su presentación y cuál fue la recepción de parte del público y demás expositores del evento?
P: Hice una breve introducción sobre cuáles son todos los instrumentos que hoy día tenemos y después les comenté el grueso del alcance de la estrategia y de cada uno de los grupos de trabajo y otras iniciativas en las que nuestros miembros se encuentran involucrados.
¿Qué temas o iniciativas le parecieron más interesantes y cuáles podrían replicarse en Chile, desde el IC?
P: Desde el Instituto de la Construcción, en función de la normativa de árido, creo que es una inquietud transversal a todos los países, algunos ya están aplicando áridos reciclados a estructuras en países sísmicos. Nosotros también somos un país sísmico con esas mismas barreras y allá ya la están abordando.
Además, creo importante hacer un acuerdo de trabajo donde podamos compartir nuestras experiencias y normativas. Esto podría ser de bastante interés para poder avanzar de manera más oportuna frente a todos los desafíos que tenemos por delante.
¿Qué temas o iniciativas le parecieron más interesantes y cuáles podrían replicarse en Chile, desde el IC?
Un caso muy interesante fue el de una empresa que tenía 8 años dedicados a la recuperación de árido, que había tenido muchas dificultades para incorporarse en el mercado debido a algunos prejuicios frente a los materiales reciclados, porque la gente está acostumbrada a los procesos extractivos y cuando tú le ofreces un producto que viene desde un material que se ha recuperando hay mucha desconfianza.
Pese a que tenían un buen producto no lograban dar un coste económico positivo. Pero lograron, en conjunto con el laboratorio de la Universidad del Valle, elaborar una serie de estuco de alta calidad y con esos productos ya podían agregar valor y recuperar la inversión, siendo rentables.
Cuando llegó la pandemia y hubo escasez de materiales los comenzaron a llamar y lograron penetrar el mercado. Las empresas que usan estos materiales se dieron cuenta de que el producto era tanto o mejor que el que estaban acostumbrados a usar Entonces hoy día ya tienen un público cautivo y están creciendo cada día.
Usted viajó y expuso con otros dos colegas chilenos que además forman parte del Comité que usted lidera. ¿Qué temas abordaron y de qué manera aportan al Comité ?
P: El Dr. Felipe Ossio expuso una mirada general del desarrollo de la construcción circular en Chile, los avances y desafíos; y lo que hacemos para articular desde el Comité. Y Claudia Muñoz, de la Universidad del Biobío, habló sobre la evaluación de edificios ecoeficientes y los principios de ciclo de vida.
¿En qué trabajan actualmente los integrantes del Comité de Economía Circular del IC, que usted preside?
P: El Comité está compuesto por tres grupos:
El primer grupo es el de formación, cuyo objetivo ha sido levantar el estado del arte del conocimiento a nivel profesional, por lo que el año pasado se elaboró una encuesta que estuvo en consulta un mes y se cerró en diciembre. En esta encuesta se cuestionó: cuánto sabían, dónde habían adquirido el conocimiento y cuáles eran las barreras que ellos estiman que existían para el desarrollo de la economía circular en el sector construcción.
En esta encuesta hubo unas 320 respuestas, y actualmente se encuentra en proceso de ser publicada por la Universidad del Bio Bio.
El segundo grupo es el de normativa, y ellos están avanzando en cuatro documentos: uno donde se puedan encontrar con facilidad todo lo relacionado con reglamentos y normativas vinculados a la economía circular; otro tiene que ver con las brechas existentes y cómo estos estos conceptos se vinculan con las ordenanzas generales de urbanismo y construcción.
Otro tema, es que en alianza con el Ministerio de Medio Ambiente, se están gestando siete normas generales de economía circular que serían como marcos para poder incorporar a futuro requerimientos de economía circular en las solicitudes que hacen los ministerios de Obras Públicas, Vivienda etcétera.
Por otra parte, y ahí sí participando desde el Comité, estamos trabajando también con el Ministerio de Medio Ambiente, para elaborar una estrategia para incentivar a diferentes actores de la industria de materiales a desarrollar normas específicas de acuerdo a sus procesos.
El último grupo es el de benchmarking y difusión, que es un grupo que se propuso desarrollar un toolkit de un documento de productos que hoy día se encuentra a disposición del sector construcción.
El comité ya tuvo su primera sesión donde estuvimos trabajando en revisar la estrategia, y ahora cada uno de los grupos debe hacer su planificación 2023 para comenzar a trabajar.
¿De qué manera el “Sello IC” se manifiesta en el desarrollo del Comité? Desde el punto de vista de su misión, visión y experiencia.
P: El Instituto de la Construcción tiene mucha experiencia y nace como un lugar de encuentro de los diferentes actores de la industria de la construcción, entonces sin duda se ha establecido en el comité el poder articular las actividades que están desarrollando diferentes iniciativas.
Somos cerca de 40 instituciones participando representadas por como 40 o 50 profesionales, entonces es muy valioso conocer las cosas que están pasando en cada una de las iniciativas y de esa manera se van retroalimentando todos y van avanzando en cada una de sus áreas.
Y por otro lado también ese ADN propio que tiene el Instituto que tiene que ver con el eje normativo, ya que el Instituto ha sido promotor de varias iniciativas en ese ámbito y sin duda que pesan y son de gran interés para los participantes poder aportar en esa línea desde el comité.
Dentro de las premisas del Comité, se encuentra la necesidad de fomentar acciones “aguas arriba”. ¿Nos puede explicar con más detalle a que se refiere?
P: Actualmente estamos en una estructura lineal en el mundo de la construcción, y tenemos que pasar a una circular, para recuperar todos esos residuos que van a parar al vertedero, que es ‘aguas abajo’.
La acción para poder lograr la circularidad es para que la extracción de materiales y los diseños en la construcción sean conscientes de todas las herramientas que se puedan poner para evitar generar residuos, esto obviamente logrando la mejor calidad del ambiente interior en las construcciones.