Desde la CChC dicen que la mayoría de las empresas utiliza la metodología BIM. Se producen menos residuos y los trabajadores están más seguros.

Fuente: Las Últimas Noticias

La industrialización de viviendas en altura avanza a pasos acelerados en nuestro país. No solo escaleras y baños prefabrican las constructoras, ahora también lo hacen con balcones, lozas, quinchos e incluso hasta la sala de caldera puede ser elaborada en una fábrica, lejos de las obras.

Una compañía que avanza en esto es Echeverría Izquierdo Edificaciones. Su gerente de construcción inmobiliaria, Ítalo Carrera, señala que hoy están en una etapa en que están tratando de industrializar la mayor cantidad de actividades de un proyecto en ejecución.

“Hemos prefabricados salas de caldera, que es un espacio técnico que tarda un montón de tiempo en construirse. Demoraron en construirse en fábrica quizás lo mismo que en una obra, pero tardó un solo día en montarse. También estamos prefabricando muros, lozas y balcones”.

“Una de las ventajas de esta modalidad es que se puede construir en un ambiente controlado. La calidad del producto es de mejor terminación que cuando se hacen en terreno: las fábricas tienen controles de calidad mucho más exigentes y personal con más tiempo trabajando en este tipo de industria. Una segunda ventaja es que estás construyendo algo en forma paralela al proyecto: uno gana tiempo en términos de logística”, enfatiza.

Este quincho prefabricado se construyó en dos meses y se instaló en dos horas

Elementos como el guincho son menos frecuentes. Generalmente las constructoras prefabrican los baños, que son elementos repetitivos, pero en el caso de este edificio, ubicado en la comuna de Macul, estaban apremiados por los tiempos de entrega y el sitio donde se iban a instalar estaba ocupado por la sala de venta, en el jardín de la comunidad. Por eso es que se les ocurrió prefabricar el guincho.

“Si se hace de forma tradicional, demora unos tres o cuatro meses en construir y la fábrica tardó dos meses. El día del montaje una grúa pluma lo transportó y lo instaló en dos horas. Son faenas rápidas. En dejarlo completamente instalado, con la conexión sanitaria, se tardó una semana, pero se puede hacer en menos tiempo”, indica Carrera.

Originalmente la obra contemplaba un guincho de hormigón armado, pero se cambió por una estructura metálica con un revestimiento similar al que traía el guincho original.

“Estéticamente no cambió en nada: solo se trató de una estructura más liviana para poder trasladarla de fábrica a la obra. El guincho midió tres metros por seis”, comenta.

Por ahora no los han instalado en otros proyectos, pero tienen toda la intención de replicarlos.

“No todos los proyectos se prestan para ello. Los quinchos que están diseñados en los últimas pisos se construyen casi al inicio de la obra y prefabricar un guincho en un piso superior no tiene mucho sentido, porque la obra gruesa es parte del guincho”, precisa.

Más certezas

Conrad Von Igel, gerente de innovación y sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción, destaca que este sistema permite que las empresas tengan mayores certezas respecto a los plazos de entrega, como de sus costos constructivos. Pero también tiene beneficios para los clientes que compran, sobre todo en lo que respecta a la calidad.

“La industrialización conlleva a utilizar una plataforma que se llama BIM (Building Information Modeling), que permite que haya menos errores en diseños y en la construcción. Por ende, tiene un impacto positivo en la postventa”, observa.

Uno de los problemas de hacer todo en obra es que a veces se tienen que rehacer algunos aspectos, producto a problemas de planificación y diseño. Pero con este método, señala, las piezas llegan y se ensamblan en pocas horas, generando menos residuos.

Otro impacto es que mejora la seguridad de los trabajadores.

“Los procesos de ensamblaje son mucho más seguros”, asegura.

El constructor civil Pablo Maturana, académico de la Universidad Católica, sostiene que construir en obra toma tiempo, recursos, además hay un montón de pérdidas que se van produciendo. Por eso es que muchas empresas apuestan por agilizar los procesos.

“En la medida en que una empresa la empieza a incorporar, muchos se van a ir subiendo al carro. La construcción prefabricada en edificios llegó para quedarse. Es la línea de donde se está buscando hacer que las obras de construcción sean más eficientes, llegando a industrializar estas obras anexas que son repetitivas”, dice.

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