El sistema integrado de información. Metabase, utiliza la metodología BIM para el seguimiento de una construcción, tanto en sus avances técnicos como financieros e, incluso, en su impacto medioambiental.
Fuente: Comunicado de Prensa IDIEM
Para cumplir con las metas propuestas de carbono neutralidad, de aquí al 2050, se vuelve imperativo reducir la huella del mismo, así como las emisiones de gases de efecto invernadero en las nuevas obras que se construyen, como puentes y viaductos.
Para eso, el Idiem junto a ITec (Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña), se encuentra trabajando en Metabase, un sistema de información y manejo de datos, basado en la metodología de trabajo colaborativo para la concepción y gestión de proyectos de edificación y obra civil, BIM.
“Metabase es un sistema integrado de información que permite trabajar sobre todo el ciclo de vida de una obra, incorporando además mediciones y cálculos de su impacto ambiental. Sin duda, es un cambio de paradigma de cómo gestionar la infraestructura pública”, señala Paula Araneda, jefa de División Tecnología de la Construcción.
En efecto, el sistema que hoy impulsa IDIEM, de la mano con el programa Construye 2050 y el ITec, también incorpora datos ambientales e indicadores como las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la construcción de infraestructura pública. La idea es utilizar Metabase en la nueva infraestructura para hacer mucho más eficiente la gestión y optimizar así la toma de decisiones con las ventajas que esto conlleva en materia de costos, tiempo y sostenibilidad.
Al respecto, la especialista da el ejemplo del levantamiento de un puente: al momento inicial de la licitación el sistema calcula el costo, pero si a la hora de levantar una cepa debe cambiarse de lugar por algún inconveniente en el emplazamiento original, el programa recostea todo lo que esa modificación implica de manera automática y además podría calcular su efecto en términos de emisiones de GEI. “Este sistema permite calcular el costo de un proyecto en tiempo real y recalcularlo, según avanza la construcción. También posibilita hacer seguimiento del avance de la obra en 3D y anticiparse a alguna problemática que pueda surgir. Así, su impacto en tiempo y recursos es notable”, afirma Paula Araneda.