La neurociencia es un campo fuertemente asociado a la medicina. Sin embargo, en las últimas décadas las nuevas tecnologías han ayudado a impulsar la investigación neurocientífica y ahora se está aplicando en diferentes campos, como la economía, el marketing y el liderazgo .
Fuente: Arquitectura y Empresa
La forma de exponer y anunciar los productos está estratégicamente pensada con el objetivo de fomentar las compras impulsivas, impulsando las ventas y los beneficios. La fidelidad del consumidor también puede estimularse mediante la aplicación de la neurociencia para crear el mejor enfoque de marketing. En función de la emoción generada por algunos tipos de estímulos, puede surgir un fuerte vínculo entre el cliente y la marca.
Para la arquitectura, la neurociencia también puede ser muy útil. Los arquitectos siempre han conocido el poder de sus edificios y cómo pueden influir en sus usuarios.
Según la neurociencia, la capacidad de procesar información de forma consciente es menos del 1% de la capacidad de procesamiento inconsciente. Esto significa que la mayoría de los estímulos afectarán a los individuos en un nivel subconsciente. Por lo tanto, aunque las personas puedan verse afectadas no serán conscientes de ello.
La neurociencia busca mapear el cerebro humano, comprendiendo las múltiples responsabilidades de cada estructura. La forma más sencilla de analizar de analizar el cerebro hoy en día es dividirlo en dos sistemas: Sistema I -pensamiento rápido- y Sistema II -pensamiento lento-.
El Sistema I está por debajo del nivel consciente. Es rápido, automático, heurístico, implícito, intuitivo, holístico, impulsivo y emotivo. Es el sistema responsable de controlar y supervisar las funciones que mantienen el cuerpo (interna y externamente). El sistema II es consciente, lento, cognitivo, sistemático, explícito analítico y reflexivo.
Todas las acciones y reacciones humanas están guiadas por estos dos sistemas. Sin embargo, tienen diferentes poderes para influir en el comportamiento, las decisiones y el rendimiento.
Si los individuos pudieran percibir conscientemente todos los estímulos de los espacios que les rodean, el cerebro estaría sobrecargado. El sistema I percibe mucho más y selecciona sólo la información relevante para ser procesada por el Sistema II.
Por otra parte, el Sistema II tiene una inteligencia lógica de la que carece el Sistema I. La mayoría de las situaciones nuevas son controladas por el Sistema II hasta que se vuelven automáticas. Las conclusiones lógicas que requieren un análisis de múltiples factores y una planificación a largo plazo también son controladas por el Sistema II
En conclusión, una de las mayores contribuciones de la de la neurociencia a otros campos del conocimiento -incluida la arquitectura- es la comprensión de que los humanos están programados para presentar conductas y percepciones mucho más impulsivas, instintivas
y emotivas que las racionales y conscientes. Teniendo esto en cuenta, se plantea una importante pregunta se presenta: ¿Han diseñado los arquitectos sus edificios sus edificios para el Sistema I o para el Sistema II? Espacio, Mensaje y Expectativa “Damos forma a nuestros edificios; después, ellos nos dan forma a nosotros”.
¿Cómo puede la arquitectura generar expectativas que mejoren el bienestar?
La aplicación de la neuroarquitectura va más allá de la comprensión del cerebro para crear espacios más eficientes. Es fundamental que los arquitectos entender a los usuarios del edificio, así como el propósito de dicho edificio y de cada espacio en su interior.
Preparar el cerebro a través de la arquitectura “El diseño de un lugar físico influye en el estado mental de las personas que se encuentran en ese espacio. Eso determina sus actitudes y comportamientos”. La retina capta la información del entorno y las envía al cerebro incluso cuando los individuos no están mirando directamente a ninguna parte. Funciona así para todos los sentidos. Incluso cuando las personas no están atención a los sonidos, las texturas o los olores, los olores, los sentidos están captando información y enviándolas al cerebro.
Es posible influir en las personas sin que se den cuenta. La técnica, conocida como “priming”, consiste en introducir un estímulo, un mundo o una imagen, que tiene un efecto en el comportamiento posterior de las personas, incluso si no recuerdan el estímulo en primer lugar.
Hoy en día, las personas pasan el 90% de su tiempo dentro de los edificios. la experiencia dentro de estos espacios tendrá un impacto directo en el cerebro. en consecuencia, el comportamiento, el rendimiento y el bienestar pueden cambiar según los espacios a los que asistan los individuos.
En los últimos años, este tipo de arquitectura que se había centrado en los espacios corporativos ha expandido sus fronteras, no solo a edificios como escuelas u hospitales, sino también al entorno que los rodea para replantear cómo su diseño puede propiciar el bienestar.
La firma danesa de arquitectura Rosan Bosch Studio ha trabajado bajo este enfoque en proyectos que conjugan arte, diseño y arquitectura.
Los hospitales también se han sumado a esta tendencia. “Parte de esta práctica es inyectar a los espacios una configuración distinta, dándoles un enfoque mucho más adaptable, desde el tema sensorial, estético y ecológico”señala José Mora, vicepresidente del despacho HKS México.
Se quería transformar la idea de que los hospitales son un lugar frío, poco agradable, donde uno no quiere estar”. Por ejemplo, en las ampliaciones del Centro Médico ABC, en la la Ciudad de México, incorporaron colores alegres, iluminación natural y simularon ventanas para eliminar la sensación de encierro. Incluso, subieron unas jardineras que bordean el área para generar espacios verdes.
“Otro ejemplo es que los tratamientos de quimioterapia suelen ser zonas aisladas y se intento mitigarlo con zonas amplias en las que pudieran caminar y compartir con otros pacientes, generando un sentimiento de empatía y solidaridad.
En definitiva, hay que tener en cuenta que por muy grandes que sean los hallazgos de la neuroarquitectura, hay un detalle crucial que no debe olvidarse: no hay un conjunto de reglas que conduzcan a respuestas correctas o incorrectas. Cada proyecto debe realizarse teniendo en cuenta la especificidad de cada caso.
¿Dónde estudiar?
Para los que quieran especializarse o entender un poco más de neuroarquitectura, aquí van algunas indicaciones:
NeuroArq Academy
La Academia Brasileña de Neurociencias y Arquitectura fue fundada por los arquitectos Gabi Sartori y Priscilla Bencke, apasionados por las neurociencias y la arquitectura, una asociación que comenzó a través de viajes y cursos de perfeccionamiento en el área.
El objetivo es formar profesionales, difundir conocimientos, desarrollar estudios, integrar múltiples áreas en una visión sistémica del espacio, el comportamiento y el bienestar. Allí puedes encontrar varios cursos divididos en módulos específicos como sonido o aromas o incluso formación más completa.
NeuroArq también promueve un congreso anual para discutir las investigaciones más importantes sobre el tema.
NewSchool
NewSchool es una escuela de arquitectura y diseño ubicada en San Diego y enfocada en estudios de sustentabilidad, neurociencia y biofilia.
En la escuela existen cursos cortos de uno a dos meses, así como especializaciones más completas en el tema. Las más conocidas son las certificaciones de Neurociencia para Arquitectura y Urbanismo para la Salud que permiten a los arquitectos y diseñadores pensar en la conexión del cerebro con el entorno construido.