Cuando hablamos de materiales para impresión 3D, lo primero que se nos viene a la cabeza son los polímeros, las resinas y los metales, que llevan unos años en auge. Pero la cerámica también es cada vez más popular, y no debemos olvidar la arena, que a menudo se pasa por alto. De hecho, la impresión 3D de arena ya es una práctica establecida en la industria del automóvil y cada vez es más popular en la industria de la construcción, especialmente en el campo del diseño.
Fuente: 3D Natives
Artistas y diseñadores están experimentando con este material natural para crear una amplia gama de aplicaciones. Entre ellos, el arquitecto y diseñador Barry Wark presentó un impresionante muro de arena impreso en 3D en la inauguración de la exposición temporal «Tomorrow Today» en el Museo del Futuro de Dubai en febrero de 2022. El muro de arena, llamado Nadarra, se ha ampliado para complementar la colección permanente del museo.
Barry Wark colabora frecuentemente con empresas internacionales en proyectos de todo el mundo. Fundó su estudio de diseño en 2017, tras trabajar en Londres, e imparte clases e investiga en la Universidad de Pensilvania, en la Weitzman School of Design. En sus proyectos siempre hay un leitmotiv ecológico: el tema de la sostenibilidad está omnipresente como estética global. Para lograr este aspecto global, el artista recurre a opciones de diseño asistido por ordenador y a métodos de producción modernos y tecnológicos. Para aplicar estos últimos, cuenta con el apoyo de pioneros de la industria internacional. Barry Wark ya ha trabajado con la empresa de impresión 3D CONCR3DE, con sede en Rotterdam, creando objetos como parte de esta colaboración, que se presentaron en la última edición de Formnext. También parece estar surgiendo una fructífera colaboración con la empresa alemana Sandhelden, ya que Nadarra se construyó en cooperación con esta última, además de otros proyectos en el pasado. La empresa bávara es una de las pioneras de la impresión 3D en arena y de los pasos necesarios para su posprocesamiento. Se ha hecho un nombre, por ejemplo, con sus muebles de baño impresos en 3D.
La experiencia de Sandhelden fue indispensable para que Barry Wark creara el «muro impreso en 3D más complicado de la historia». A diferencia de su versión de 2022, la nueva versión de Nadarra carece de vegetación, pero su tamaño es aún más impresionante. Se ha ampliado a 6×3 metros y ahora forma parte de la colección permanente del museo. El muro presenta numerosos detalles intrincados que le confieren un aspecto visual único. La impresión en 3D ha desempeñado un papel fundamental, ya que permite crear formas geométricas casi ilimitadas.
Sin embargo, la impresión 3D no es la única tecnología que ha contribuido a este trabajo. Barry Wark utilizó un software de inteligencia artificial para diseñar la superficie. Tras crear con éxito el modelo detallado, el muro se imprimió en pequeñas piezas y luego se montó como un rompecabezas. El contratista de esta fase es Sandhelden, que utiliza tecnología de unión de polvos y su propio método de postprocesado. La impresión propiamente dicha, durante la cual las partículas de arena de cuarzo SH-P14 se unieron con un aglutinante, se llevó a cabo con la máquina Voxeljet VX1000. El chorro de aglutinante permite procesar distintos tipos de arena y grava, y el tratamiento posterior da como resultado estructuras sólidas y funcionales. Según Barry Wark, Nadarra puede soportar hasta ocho ciclos de lijado sin perder textura ni estética. Carlos del Castillo, jefe de diseño de Sandhelden, también hace hincapié en este punto: «Nuestra tecnología de impresión 3D nos permite combinar un diseño de alta calidad con posibilidades técnicas y estéticas ilimitadas».
El concepto medioambiental que subyace a la obra de Barry Wark también se ha incorporado al muro de Nadarra impreso en 3D, ya que la impresión en 3D sólo utiliza la cantidad de material necesaria para el producto final, lo que reduce los residuos. Además, el muro de arena puede desecharse y reciclarse al final de su vida útil. «El proyecto analiza la importancia de los materiales y su ciclo de vida en el entorno construido. Gracias a la avanzada tecnología de impresión 3D de arena, las piezas pueden fabricarse, instalarse y reciclarse hasta ocho veces después de su uso», se lee en la web de Sandhelden.
El muro impreso en 3D refleja el ciclo de vida de una manera especial. La superficie está diseñada para evocar la erosión natural. Barry Wark alude a la naturaleza y a sus propias leyes de meteorización y erosión, por un lado, pero también a las huellas creadas por la mano, por otro. En Nadarra, difumina los límites entre lo natural y lo artificial. «Motivado por el reconocimiento de que todos los edificios acaban erosionándose, manchándose y sometiéndose a la intemperie, el proyecto está diseñado para mostrar su interconexión con su entorno, es decir, su ecología», explica Sandhelden.