La gestión eficiente de residuos en la industria de la construcción se ha posicionado como un pilar esencial para alcanzar un desarrollo empresarial sostenible. Un estudio de productividad realizado por Matrix Consulting en 2020, reveló cifras bastante decidoras: cada 17 pisos construidos a nivel nacional, se generan aproximadamente 2 pisos de residuos, duplicando el estándar internacional.
Fuente: CChC
Columna: Marisol Cortez, presidenta de la comisión de Medio Ambiente de la CChC
La gestión eficiente de residuos en la industria de la construcción se ha posicionado como un pilar esencial para alcanzar un desarrollo empresarial sostenible. Un estudio de productividad realizado por Matrix Consulting en 2020, reveló cifras bastante decidoras: cada 17 pisos construidos a nivel nacional, se generan aproximadamente 2 pisos de residuos, duplicando el estándar internacional.
Ante esta situación, desde la Cámara Chilena de la Construcción hemos desarrollado herramientas que permiten entregar criterios, metodologías y orientaciones para la aplicación de buenas prácticas que logren disminuir los residuos que se generan en todas las etapas de construcción de un proyecto, pero también y lo más esencial, creando una cultura para el buen manejo de residuos, mejorando así la productividad en el proceso de construcción.
Una de estas herramientas es el Manual de Gestión de Residuos Construcción y Demolición (RCD), que se posiciona como un aliado estratégico para gestionar eficientemente los residuos, con un enfoque especial en su aplicación práctica en las obras. Este manual nace o se gesta en el compromiso de un grupo de empresas socias que se sumaron al “Acuerdo de Producción Limpia” promovido por la CChC de Valparaíso en 2022.
La colaboración entre el sector público, privado y la academia, es lo que ha permitido definir protocolos y metodologías para prevenir y gestionar los residuos en la construcción. La generación de RCD implica impactos ambientales y sociales significativos, que deben abordarse con eficacia, por lo que proporcionar recomendaciones y buenas prácticas para la prevención, reutilización, reciclaje y recuperación, debe tener un enfoque integral que mitigue los efectos negativos en el entorno y en las comunidades.
Esta misma colaboración puede propiciar el desarrollo de infraestructura adecuada. Y es que la falta de lugares de disposición final en diversas regiones del país es un problema que demanda acción inmediata. Un reciente estudio del MINVU revela que nueve regiones carecen de sitios autorizados, y aunque la Región Metropolitana y Araucanía cuentan con algunos lugares, la oferta sigue siendo insuficiente. A esto, debemos sumarle la importancia de la valorización, porque es crucial contar con instalaciones especializadas para reciclar y reducir la carga en los sitios de disposición final.
En un contexto de economía circular, se abren oportunidades de innovación y nuevos modelos de negocio para toda la cadena de valor, que no solo contribuyen a reducir los impactos ambientales, sino que también mejorar la seguridad de los trabajadores y aumenta la productividad. Por eso, es hora de que la gestión de residuos en la construcción deje de ser una necesidad y se convierta en una prioridad, marcando el camino hacia un futuro más sostenible y responsable.