Formada por cartón o papel 100% reciclado con ácido bórax (para evitar plagas o roedores), junto a aditivos para la resistencia al fuego, la celulosa reciclada puede ayudar a disminuir hasta en un 50% el gasto en calefacción, entregando una mejor habitabilidad de los hogares.

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Nacida desde una necesidad de entregar una opción de aislación termoacústica sustentable, amigable y renovable en la zona sur del país, la empresa Thermikhaus ofrece un servicio de este tipo de aislación en base a celulosa reciclada, que puede disminuir hasta en un 50% el gasto en calefacción, lo que conlleva a su vez, una mejora en la habitabilidad de los hogares.

Celulosa reciclada

Según cuenta Andrea Opitz, fundadora y gerenta general de Thermikhaus, la aislación en base a celulosa es básicamente cartón o papel 100% reciclado con bórax. Esto permite que sea retardante de llamas, no genere gases tóxicos en caso de incendio y evite la anidación de roedores y otros insectos. La celulosa no es tóxica, no produce alergias ni picazón, ni al momento de instalarla ni una vez habitando la casa.

“En términos de ventajas de aislación, no hay duda de su capacidad térmica dado que cumple con los mismos estándares que otros materiales tradicionales, además que su capacidad de aislación acústica es notoriamente superior”, explica Opitz, agregando que por su forma de aplicación, al ser proyectada, evita infiltraciones de todo tipo.

Aislación termoacústica con celulosa reciclada

Según se detalla en el sitio web de la empresa, la aislación con celulosa se usa ampliamente para ayudar a limitar las intrusiones de ruido exterior, así como el ruido entre habitaciones. La celulosa está diseñada para llenar las pequeñas juntas, grietas y huecos ocultos dentro de sus entretechos, muros, pisos y techos, sirviendo como una barrera avanzada capaz de amortiguar los sonidos que normalmente se infiltran y reverberan a través de los hogares.

El producto se puede aplicar en tabiques perimetrales o interiores, cielos, pisos, entrepisos, entre otros, tanto en casas como edificios, colegios, restaurantes (por su capacidad acústica), en galpones (para evitar condensación) e incluso, en embarcaciones. “Es una buena alternativa, no solo para edificaciones nuevas, sino también como reacondicionamiento térmico de casas o estructuras ya habitadas”, agrega Opitz.

En cuanto a la instalación, la aislación con celulosa puede ser en suelto seco (para entretechos principalmente), insuflada o inyectada (para cubiertas inclinadas) o proyectada con adhesivo en muros, pisos y cubiertas. Su forma de aplicación se realiza con maquinaria técnica especializada y dependerá de la estructura.

Según se indica en el sitio web, durante el proceso de instalación, se aconseja la utilización de protección respiratoria y ocular adecuada durante la aplicación de cualquier producto de aislación y, como protección mínima, se recomienda una máscara antipolvo N95 aprobada por NIOSH (3M 8210 o equivalente) y gafas protectoras.

A nivel constructivo, la aplicación es muy rápida (200 m² por día) y se utiliza el 99% del material, generando cero residuos en obra. “En términos sustentables, al ser de material 100% reciclado, no requiere de agua en su proceso productivo y es biodegradable al final de su vida útil, lo que hace que la fibra de celulosa tenga baja o nula emisión de gases de efecto invernadero”, detalla Opitz.

Planta procesadora

Con el fin de disminuir la huella de carbono y aportar al reciclaje local, Thermikhaus, construyó su nueva planta procesadora de este material, la cual revalorizará más de 500 toneladas anuales de papel/cartón domiciliario e industrial de la ciudad de Puerto Varas, contribuyendo a la sustentabilidad de la comuna.

Según cuenta la gerenta general, en la búsqueda de una constante innovación, midieron su huella de carbono, identificando que el 50% de sus emisiones provenían del transporte de la materia prima ya que gran parte del cartón y papel de la región es transportado por largas distancias para su revalorización o simplemente terminan en vertederos, muchas veces ilegales. “Con esta planta, logramos resolver el problema de la basura, revalorizando el aislante térmico ecoeficiente, disminuimos la huella de carbono y, al mismo tiempo, pusimos a disposición aislación del más alto estándar”, señala Opitz, agregando que con esta planta potencian la economía circular.

Sobre la empresa

Thermihaus lleva más de 10 años utilizando celulosa reciclada para acondicionar térmica y acústicamente viviendas y edificios en las regiones de Los Lagos, Los Ríos y La Araucanía, con un modelo de negocio que busca producir el menor impacto. Por tal motivo, es que Thermikhaus también se caracteriza por ser una Empresa B, es decir, que a través de sus actividades económicas, busca ayudar a solucionar problemas sociales y ambientales en las comunidades donde están ubicadas. Adicionalmente, también cuenta con la certificación de Sello PRO de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), que busca que obras, centros de trabajo y empresas del sector sean cada día más sostenibles. “La sustentabilidad siempre ha sido un foco estratégico muy fuerte en la empresa desde su inicio, es por esto que lograr la certificación de Empresa B y posteriormente el de Sello PRO nos ayuda a esquematizar y organizar nuestra metodología de trabajo, además de forzarnos con KPI’s medibles frecuentemente para que todo el equipo esté alineado hacia el mismo objetivo”, detalla Opitz.

La gerenta general comenta que dentro de los próximos desafíos de la empresa se encuentra el poder aumentar la penetración de este tipo de materiales sustentables y que el público valore las ventajas y beneficios en el largo plazo. “Como empresa llevamos 10 años ofreciendo el servicio de aislación con celulosa. En un principio fue difícil, sin embargo, siempre hubo constructoras o arquitectos que en búsqueda de ir más allá, de aplicar materiales nobles en sus obras y mejorar la habitabilidad de sus clientes, nos fueron encontrando y recomendando. En los últimos tres años se ha ido notando un cambio y vemos como poco a poco los materiales “verdes” van abriéndose camino”, cuenta Opitz.

Conoce más sobre este producto en: www.thermikhaus.cl

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