Inspirados en la topografía de la zona así como en su historia sísmica, el equipo de diseño de TAISEI DESIGN Planners Architects & Engineers crean el museo Museo Kobe Port.
Fuente: Arquitectura y Empresa
El Museo Kobe Port, obra de la firma de arquitectura TAISEI DESIGN Planners Architects & Engineers, fue finalizada durante el pasado año 2021. Una edificación de 7.283 metros cuadrados localizada en el puerto de la ciudad de Kobe, creada como una instalación cultural polivalente que consta principalmente de un acuario, un salón de comidas y un altar nupcial.
La ciudad de Kobe goza de una topografía característica rodeada por el mar interior de Seto y el Monte Rokko. El área del puerto es una zona donde se conservan los restos del Gran Terremoto de Hanshin-Awaji que tuvo lugar durante el año 1995, para transmitir a la gente la trágica situación que se dio en aquel momento. Este hecho da lugar al concepto del proyecto de TAISEI DESIGN, que pretende transmitir la historia de la tierra que forma parte de la memoria de la ciudad.
El material principal de la obra es el hormigón de producción local. Los agregados áridos que se utilizaron en el hormigón se obtuvieron del mar de Seto y del monte Rokko, y para su acabado fue realizado un lavado a ultra alta presión para exponer la textura y el color de los agregados, tratando el material inorgánico como un material enraizado en la tierra. Se lavaron con agua unos 4.000 m2 de hormigón in situ, para conseguir una fachada con masa y textura similar a los estratos geológicos de la zona.
Se dice que como resultado de los movimientos de la corteza en el área de Kobe en los últimos millones de años, el nivel del mar ha subido y bajado más de 10 veces, por lo que el suelo tiene una estratificación característica con tierra alterna depositada en el fondo de la mar (estratos arcillosos) y depósitos fluviales derivados y transportados desde la montaña (estratos arenosos).
Para reflejar esta topografía dinámica en el plan de colocación de hormigón, se adoptó un esquema en el que los agregados del primer y tercer piso provienen del mar, y los agregados del segundo y cuarto piso provienen de la montaña, por lo que la estratigrafía de Kobe es extendida sobre el suelo.
En cuanto a la silueta de la edificación de cuatro plantas de altura, el color intenso del hormigón y su fachada afacetada crean un singular perfil que consigue otorgar grandiosidad y personalidad al museo.
Sobre diferentes zonas del volumen elíptico fueron creados cortes para recibir el viento que sopla desde las montañas y el mar. Estos recortes proporcionan un recorrido para el flujo del viento y el flujo de circulación de los visitantes, así como amplias líneas de visión que se conectan con el entorno circundante, y proporcionando una línea de visión desde la entrada principal a la azotea. Además, las diferentes aberturas proporcionan una ruta iluminada de manera natural hacia la cumbre, creando una composición espacial en el interior, junto al agua, similar al interior de una caverna.