Prosegur Research identifica cinco riesgos de seguridad en infraestructuras portuarias
Fuente: CLA
El transporte marítimo domina el escenario del comercio global, abarcando en la actualidad entre el 80% y el 90% del volumen total, según la Organización Mundial del Comercio. En concreto, en Europa supone un 77% de las actividades comerciales exteriores del continente y un 35% de las interacciones comerciales internas entre los propios estados miembros. Rotterdam, Hamburgo, Algeciras, Marsella o Valencia, son algunos de los puertos claves para Europa.
Esta predominancia del canal marítimo en el comercio subraya la importancia de reforzar la seguridad en las infraestructuras portuarias. A medida que estos puertos aumentan en relevancia económica, los desafíos y amenazas en materia de seguridad también se multiplican. Es por ello que Prosegur Research, a través de su Unidad de Inteligencia y Prospectiva, ha realizado un análisis exhaustivo de esta situación, identificando cinco riesgos clave riesgos clave que amenazan la seguridad en las infraestructuras portuarias:
Ciberataques: En un mundo interconectado, los sistemas de información portuaria son esenciales para las operaciones. Estos sistemas gestionan datos vitales, desde registros de envíos hasta información financiera. Sin embargo, esta digitalización también los convierte en blancos tentadores para ciberdelincuentes. La amenaza no es solo el robo de información o el espionaje industrial, sino la posibilidad de paralizar operaciones enteras mediante ataques dirigidos.
Robo de mercancías: Las infraestructuras portuarias almacenan y trasladan una amplia variedad de mercancías. La pérdida, el robo o la piratería pueden tener repercusiones económicas significativas, no solo para las empresas implicadas, sino para toda la cadena de suministro a nivel global. La necesidad de sistemas de seguridad física robustos, desde la vigilancia hasta los controles de acceso, nunca ha sido más vital para prevenir este tipo de incidentes.
Riesgos sociales: Los puertos, por su naturaleza, son puntos focales para actividades económicas y sociales. Esto los convierte en lugares potenciales para protestas, que pueden ser absolutamente legítimas, pero también para actos vandálicos y sabotajes. Estas actividades pueden interrumpir las operaciones, dañar infraestructuras y, en última instancia, afectar la reputación de los puertos a nivel global.
Riesgos políticos: Los puertos, como nodos cruciales en las redes de comercio mundial, pueden verse afectados por tensiones geopolíticas. Las sanciones comerciales, las disputas territoriales o las tensiones diplomáticas pueden tener un efecto cascada en las operaciones portuarias, desde retrasos hasta bloqueos completos.
Desafíos medioambientales: Los puertos están expuestos a factores medioambientales como tormentas, inundaciones y contaminación. La adaptación y preparación contra estas contingencias es esencial. Además, la introducción de patógenos por el transporte marítimo es una preocupación creciente, especialmente en el contexto actual de salud global.
La conjunción del análisis humano, la experiencia e intuición, con herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial (IA), la computación cuántica, los gemelos digitales (una tecnología que crea una réplica digital en tiempo real de un activo físico, como un puerto, que integra datos en tiempo real, análisis y simulaciones), la videovigilancia, los drones y los sensores de detección, se revela como una estrategia esencial. Esto permite anticipar con precisión los riesgos a los que está expuesta la infraestructura portuaria y, por lo tanto, implementar medidas de protección y mitigación de manera eficaz.
Prosegur Research sostiene que la seguridad híbrida es la respuesta indispensable a estos desafíos. Esta estrategia combina la integración de tecnologías avanzadas con la capacidad humana para abordar de manera efectiva los riesgos de seguridad. La colaboración entre diversas entidades, desde autoridades portuarias hasta el sector privado, es esencial para fortalecer este enfoque híbrido y garantizar que los puertos estén preparados y protegidos contra las adversidades del futuro.