Con el desafío de utilizar materiales de construcción sustentables y de eficiencia energética, 36 anteproyectos diseñados por estudiantes de arquitectura participaron del concurso organizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Fuente: Madera21
El Concurso Vivienda Rural 2021, liderado por la Seremi de Vivienda de la Región del Biobío, anunció en diciembre de 2021 a los tres anteproyectos ganadores, elaborados por estudiantes de las carreras de Arquitectura de diferentes universidades del Biobío, el Maule y La Araucanía.
Sus diseños expresan una pertinencia cultural que innova, al mismo tiempo, con sistemas constructivos como los industrializados en madera, métodos tradicionales con el material y/o vernáculos, como la tierra, la quincha, los fardos de paja, etc.
Las propuestas ganadoras, que podrán ser incorporadas en el trabajo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo a través de su política habitacional, debían tener presente las formas de vida e identidad territorial local de las regiones mencionadas. Específicamente, para reflejar la pertinencia arquitectónica de zonas rurales o urbanas de menos de cinco mil habitantes; entre éstas, las comunas de Contulmo, Florida, Alto Biobío y San Rosendo. El desafío era presentar viviendas unifamiliares, con características innovadoras y preservantes de la cultura y el trabajo local, que siguieran los parámetros técnicos del Programa de Habitabilidad Rural DS 10.
El primer lugar fue para “Casa de la Tierra”, ubicada en Quebrada las Ulloa, localidad de clima mediterráneo con vientos del sur. Este anteproyecto fue realizado por Thania Zagal, Pablo Ramírez, Suyin Salinas, Sebastián Sepúlveda e Israel Vera de la Universidad del Bío-Bío (UBB). Basado en la comuna de Florida, la materialidad predominante estuvo compuesta de madera y quincha, y en su diseño realza la tradición de artesanía en greda desarrollada por alfareras de la zona.
El corazón de la casa, ubicado en la cocina, living y comedor, se extiende hacia el exterior en donde se encuentra con el horno, rodeado de un espacio familiar y éste, a su vez, delimitado por repisas que nacen de la estructura del parrón. Todo con la idea de profundizar la relación familiar y las actividades en su interior, al unificar el diseño del hogar.
El segundo lugar fue para “Casa Quimche”, por Javiera Barría Varas de la sede de Temuco de la Universidad Mayor. El anteproyecto estuvo referido a la comuna de Alto Biobío, donde las comunidades recolectoras-pastoriles practican la trashumancia y, debido a esto, organizan su ocupación por temporadas.
El diseño respondió a este ciclo con la utilización de una cimentación aislada en base a pilotes y sobre ella hubo una estructura de muros mixta, con pilares de madera y diafragmas rellenados con quincha húmeda.
El tercer lugar fue para “Casa Rëngo”, anteproyecto realizado exclusivamente en madera para ser emplazado en la comuna de Contulmo, que alberga una trilogía cultural: chilena, mapuche y alemana. En esta, el gasto de agua se ve reducido gracias a la instalación de un recolector de agua de lluvia, siendo luego utilizada para riego u otras acciones no relacionadas a la ingesta humana.
Su nombre, Rëngo, quiere decir harina. Materia prima y cruce de las tres culturas anteriormente mencionadas. Sus autores fueron Cristóbal Torres, Felipe Ríos y Martina Peña, de la Universidad Autónoma de Chile (Sede Temuco).
Además, dos anteproyectos fueron merecedores de una mención honrosa. “Casa Kutral”, por Maren Chandía, Norca Guajardo, Carolina Horta, Yeison Miranda y Catalina Paredes, de la Universidad del Bio-Bio. Y de la Universidad San Sebastián, Constanza Agüero, Gabriel Hurtado y Fernando Vásquez, con “Casa Versátil”. Basadas en la comuna de Alto Biobío, la materialidad y el protagonismo de las mismas también se lo llevó la madera. Materia prima que fue utilizada como “un reto” del presente certamen, al requerir materiales de construcción sustentable, en especial con sistemas constructivos industrializados con el material.