La necesidad de una mayor digitalización y la escasez de mano de obra cualificada, algunos de los obstáculos a superar.

Fuente: CIC

El paradigma de la construcción industrializada emerge como una respuesta técnica y sostenible para el sector de la edificación, impulsando una transformación significativa en los métodos tradicionales. Un proceso que se presenta como una oportunidad para optimizar la eficiencia y calidad del proyecto, al tiempo que reduce la huella ambiental a lo largo del ciclo de vida del edificio. Ofrece muchas oportunidades, pero también de retos, la necesidad de una mayor digitalización y la escasez de mano de obra cualificada son algunos de los obstáculos a superar.

“Cuando hablamos de construcción industrializada hacemos referencia a un nuevo sistema constructivo en el que cerca del 80% del proceso se lleva a cabo fuera de la obra, fabricando un gran número de componentes de manera seriada y transportándolos para su montaje final en la obra”, explica Juan Manuel Vázquez García, Head of Building Components y Appliances & Equipment en Sika. Un sistema que ahorra tiempo en la ejecución de un proyecto, agiliza los trabajos y reduce la posibilidad de errores, ya que la producción y el montaje se realizan en entornos controlados. “Pero, además –destaca Vázquez García– permite reducir notablemente la huella ambiental del edificio en todas sus fases, incluso en el desmontaje de las piezas al final de su vida útil”. 

Por esta razón, desde Sika apuestan por este sistema constructivo como una respuesta “innovadora y sostenible” a las necesidades del sector de la construcción. “Nuestras soluciones para la construcción industrializada están dirigidas al proceso industrial. Y no solo están enfocadas a una reducción de los tiempos o a un ahorro económico; innovamos pensando en todo el ciclo de vida del inmueble con productos que permiten reducir el impacto ambiental y que ofrecen todas las garantías al proyecto, con el objetivo principal de aumentar la durabilidad de los edificios”, comenta.

La construcción industrializada emerge como una respuesta técnica y sostenible, optimizando la eficiencia y calidad del proyecto mientras reduce la huella ambiental.
FOTO: 123rf

Por su parte, José Manuel Garcilópez, director de Construcción Industrializada en Saint-Gobain España, complementa la respuesta fijando el foco en la calidad: “La construcción industrializada se apoya en una industria en la que prevalece un alto desarrollo. Utiliza todo el conocimiento técnico y experiencias a su alcance para implementar la calidad de sus productos”. En palabras de Mateo Zimmermann, Investment Manager en Cemex Ventures, en un reciente artículo sobre este ámbito, la define como “una metodología de construcción que tiene como objetivo optimizar el proceso de construcción mediante la integración de la automatización y la mecanización en un entorno de producción en fábrica. La construcción industrializada cambia el enfoque de ser basado en proyectos a ser basado en productos, replicando la ética de muchos procesos de fabricación. Es el ingrediente secreto para que las empresas de nuestra industria prioricen tanto la sostenibilidad como la eficiencia al mismo tiempo; ya no es una u otra”.

Construcción industrializada vs construcción tradicional

¿Cómo y cuánto contribuye la construcción industrializada a la eficiencia en términos de tiempo y recursos en comparación con métodos de construcción tradicionales? “Estos componentes se fabrican en un entorno industrial bajo condiciones controladas rigurosamente, lo que a menudo conduce a una mayor eficiencia y calidad en comparación con otros tipos de construcción”, contesta Garcilópez. En opinión de Saint-Gobain, algunos de los beneficios de la construcción industrializada incluyen una reducción en el tiempo de construcción, una disminución de los residuos en el lugar de trabajo y la capacidad de lograr diseños y especificaciones más precisos.

Desde Sika aportan cifras: “Entre un 10% y un 15% de los materiales se desperdician durante el proceso constructivo y el 54% de los mismos no se reciclan y terminan en el vertedero. La construcción modular podría ser la respuesta a este problema, ya que ofrece grandes ventajas desde el punto de vista medioambiental al permitir un mayor control del proceso, reduciendo el impacto del edificio a lo largo de toda su vida útil. Y al término de la misma, se pueden llegar a reciclar hasta el 60% de los materiales empleados en la ejecución del inmueble, dándoles una nueva vida. En cuanto al ahorro de tiempo, debemos tener en cuenta dos aspectos: el primero es la fabricación estandarizada de los elementos; y el segundo, el montaje en obra de piezas y elementos completos. Esta seriación permite construir de manera más eficaz y rápida, eliminando errores y acortando los plazos de entrega”, explica su Head of Building Components y Appliances and Equipment. Por su parte, desde Cemex Ventures hacen hincapié en que la industria de la construcción tradicional “ha estado plagada durante mucho tiempo de ineficiencias, sobrecostes, retrasos y problemas de calidad”. A diferencia de la construcción tradicional, “la construcción industrializada cambia el enfoque hacia la tecnología y los procesos, lo que permite un mejor control dentro y entre las diferentes fases de construcción, así como la capacidad de construir más rápidamente y eliminar posibles errores humanos”. 

Los desafíos

Sobre los mayores desafíos en la implementación de la construcción industrializada, José Manuel Garcilópez apunta la reducción de costes. Pero hay buenas noticias para el sector: “Esta meta será alcanzada gracias a la estandarización y la eficiencia inherentes a esta tipología de construcción. Alcanzar mayores volúmenes conducirán a una reducción de costes para toda la cadena de valor, incluidos los constructores y los clientes finales. Esto puede estimular la inversión en proyectos de construcción y el crecimiento económico en general”, augura. 

Pero más allá de los costes… “Pese a las ventajas que presenta la construcción industrializada frente a la tradicional, la escasa digitalización; la ausencia de mano de obra joven y cualificada; la percepción de monotonía y seriación que se tiene de la industrialización, así como un enfoque tanto de la normativa como de la financiación muy dirigido a la construcción tradicional, son algunas de las principales barreras que todavía se deben sortear”, enumera Juan Manuel Vázquez García. “En Sika estamos atentos a las demandas del sector, aportando soluciones innovadoras que permitan cubrir las necesidades detectadas. La compañía ha desarrollado productos y sistemas para su uso en construcción industrializada, poniendo al servicio del sector el conocimiento desarrollado en otros ámbitos como el industrial. Además, contamos un servicio de soporte técnico que ofrece asesoramiento y acompañamiento a lo largo de todo el proceso a los profesionales que así lo requieran. Y como fabricantes formamos parte de las principales asociaciones de sector como La Asociación Española de Construcción Industrializada y el Clúster de la Edificación, así como en los principales congresos que se desarrollan sobre este mercado”, comenta.

Personalización en un mundo industrial

¿Cómo se concilia la estandarización propia de la construcción industrializada con la necesidad de ofrecer soluciones personalizadas para los clientes? “Fabricar en serie no implica monotonía”, responden desde Sika. “De un mismo elemento (baño, cocina, ventanas…) se pueden tener diferentes tipologías con sus correspondientes variaciones de color, por ejemplo. En un mismo proyecto puedes tener cuatro o cinco tipologías de baño, y cada una de estas puede tener acabados ‘personalizables’. La ventaja está en que al contar con elementos estandarizados podemos planificar y solicitar estos elementos con tiempo al fabricante, ahorrando dinero y demoras”, añaden. 

Y es que a mayor cantidad de actores que se unen a este modelo, más oferta de soluciones, como relata el director de Construcción Industrializada en Saint-Gobain España: “Desde 2020 podemos observar un fuerte aumento del número de empresas en el sector de la construcción industrializada, que trae consigo un aumento del número de modelos y tipologías disponibles. En este sentido, la mayor parte de oferentes de la construcción industrializada presentan un sistema de fabricación estandarizado que, deja libertad al cliente para elegir acabados, formas y materiales. Podemos asemejar este modelo de mercado a otros como el del automóvil”. 

Innovación constante

La construcción no ha dejado nunca de innovar, pero en la industrializa, la evolución es constante y rápida. ¿Cómo adaptarse a ella? José Manuel Garcilópez lo tiene claro, hacer de la innovación el motor: “La construcción industrializada depende en gran medida de tecnologías avanzadas, como la fabricación asistida por computadora (CAM), la robótica, lean manufacturing y la gestión por procesos. Esto impulsa la innovación y el desarrollo tecnológico en el sector industrial, lo que a su vez beneficia a otras industrias. En la península ibérica Saint-Gobain es un actor que cuenta con 31 factorías de vanguardia, lo que nos convierte en un socio fiable y nos permite colaborar con todos los agentes disponiendo ajustadas soluciones, productos, servicios, tecnologías e innovaciones”. 

Es el mismo camino que toma Sika y que así lo explica Juan Manuel Vázquez García: “Gracias a nuestro trabajo en el campo de la innovación y el desarrollo, y a nuestra dilatada trayectoria en el sector de las soluciones para la industria, podemos aportar una experiencia global que permite conseguir una producción más rápida, una mayor elasticidad en los procesos, una reducción de peso, la disminución de la huella de carbono y una mayor durabilidad. Es decir, aportar soluciones que aumentan la vida útil del edificio, reduciendo su huella ambiental. Sika cuenta con una amplia gama de productos y sistemas que abarcan desde el sótano a la cubierta, aptas tanto para exterior –sistemas SATE para fachadas, soluciones para cubiertas, para la instalación de elementos como carpinterías, etc.–, como para interior como adhesivos y selladores para la instalación de múltiples elementos. También contamos con soluciones para la construcción de módulos de cuartos de baño y para cuartos húmedos. Las soluciones Sika también se pueden emplear en la construcción de estructuras como los cimientos o el forjado del edificio. Quiero destacar el importante esfuerzo que hemos realizado en el desarrollo de soluciones para la fabricación de hormigones (uno de los elementos más empleados), cada vez más sostenible y con menor impacto ambiental”. 

Y es que una de las ventajas de la construcción industrializada es la reducción del impacto ambiental del sector: “Uno de los impactos ambientales clave de la construcción industrializada es la reducción de residuos de construcción. Como sabemos, los residuos de construcción y demolición representan más de un tercio de todos los residuos generados en la Unión Europea”, recuerda Mateo Zimmermann. 

“Dado que las metodologías y tecnologías de la construcción industrializada mejoran la precisión, los materiales se pueden utilizar de manera más eficiente y se puede minimizar el desperdicio. Además, los materiales en un entorno de fábrica se pueden reciclar o reutilizar mejor. Esto conduce a una reducción significativa en la cantidad de materias primas que deben extraerse y transportarse, así como en la cantidad de residuos de construcción enviados a vertederos después de la construcción. Además, las técnicas de construcción industrializada a menudo utilizan materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, ya que las prácticas de mejora continua son más comunes en los procesos basados en productos que en los basados en proyectos. Al elegir materiales con un menor impacto ambiental, la construcción industrializada nos ayuda a crear un entorno construido y natural más verde”, añade. 

Grandes perspectivas si se aplican los cambios necesarios

Las perspectivas para este sector van más allá de un cambio en la creación de edificios, así lo aseguran desde Saint-Gobain: “La construcción industrializada no sólo está cambiando la forma en que se construyen los edificios, sino que también está fortaleciendo las economías alrededor del mundo. Estamos ante una oportunidad para impulsar un poderoso tejido industrial, generar empleo, aumentar la eficiencia y fomentar la innovación tecnológica. Esta revolucionaria metodología de construcción se ha convertido en un motor de crecimiento económico en muchas regiones”. Y sobre su importancia en el mercado, aportan cifras: “A medida que la oferta en construcción industrializada evoluciona, podemos ver que se alcancen cuotas de mercado, entorno al 5% en un plazo no superior a dos o tres años”, responde José Manuel Garcilópez.

Números que, si atendemos a lo comentado por Sika, se alcanzarán siempre que lleven a cabo los cambios necesarios. “Estamos convencidos de que la construcción industrializada es el presente y el futuro de un sector que apuesta cada vez más por la eficiencia y la sostenibilidad. Sin embargo, para que la industrialización avance, tenemos que trabajar en una mayor digitalización del sector, en la definición de tipologías constructivas y abordar cambios normativos. El camino es largo, pero estamos seguros de que no habrá marcha atrás”, concluye Juan Manuel Vázquez García.

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