La transformación del sector constructor es ya un hecho necesario e ineludible. Ahora más que nunca, es el momento de que despunte en términos de crecimiento, por supuesto, pero también de innovación y profesionalización.

Fuente: El Economista

La construcción ha sido siempre uno de los motores de la economía española. Lo es y lo seguirá siendo. Pero, para que esto suceda, hemos de aunar esfuerzos. La nueva era pasa por la colaboración, la apuesta por la excelencia, la gestión profesionalizada y la industrialización. Solo de esta manera daremos valor añadido a la construcción en el largo plazo y avanzaremos con garantías de éxito.

Para ello, no son pocos los desafíos que afronta el sector. Desde la capacidad para adelantarse a los cambios a la hora de desarrollar nuevos productos y servicios que respondan a las necesidades de una sociedad moderna, hasta el impulso del Build to Rent, pasando por el cumplimiento de plazos, el ahorro de costes, la creación de hogares saludables y sostenibles o la mejora de la conciliación laboral. Retos de toda índole son los que nos plantea esta nueva era en la que la agilidad y la flexibilidad para dar soluciones a las necesidades del mercado son factores esenciales.

La anticipación a las demandas de nuestros stakeholders, desde administraciones hasta promotores, sin olvidar tampoco al usuario final, es un imprescindible a día de hoy; como lo es también la presencia en toda la cadena de valor del ciclo constructor e inmobiliario a través de soluciones innovadoras capaces de aportar valor.

Pero éste es sólo uno de los retos. Para abordarlo y superarlo con éxito, al igual que el resto de los desafíos a enfrentar, la industrialización se revela como un elemento clave, ya que se trata de una de las soluciones más atractivas para los promotores y también para los usuarios. Es más, se erige como la impulsora del cambio en el ciclo constructivo, ya que ha evolucionado y se ha modernizado de forma exponencial durante los últimos años, mejorando el diseño y calidad del proceso, reduciendo el tiempo de ejecución de los proyectos y aumentando la seguridad tanto en el proceso de fabricación como en el cumplimiento del plan de negocio.

En términos de edificación residencial, cuenta además la industrialización con múltiples beneficios de cara al usuario final, tales como casas más saludables, seguras y sostenibles, con menos necesidad de revisiones y los más altos estándares de calidad y diseño. Asimismo, la innovación presente en la construcción industrializada, junto con sus nuevas soluciones y servicios, permiten eliminar tiempos de espera en los procesos y ahorrar costes, así como ofrecer al cliente un producto final flexible y sin límite a la creatividad.

Se debe ganar en flexibilidad para dar soluciones a las necesidades del mercado

La construcción industrializada hace posible, además, minimizar la huella ecológica y mejorar el entorno de trabajo, se reduce la actividad en obra y se incrementa en planta lo que, por un lado, logra una fabricación menos agresiva con el medio ambiente, que disminuye el volumen de residuos y facilita un mejor aprovechamiento de materiales, y, por otro, impacta de manera positiva en la siniestralidad laboral, los horarios y ubicación de los profesionales y la diversidad de perfiles demandados.

Vemos así cómo, apostando por un sector constructor más industrializado, podemos afrontar y superar con éxito varios de los desafíos que se nos plantean relacionados con la sostenibilidad, el ahorro de costes y cumplimiento de plazos, la conciliación… Pero es que, además, también puede ayudarnos a responder a la creciente demanda de vivienda en alquiler.

El mercado de la vivienda está experimentando una transformación motivada por cambios socioeconómicos y culturales que han llevado a la total explosión del alquiler, lo que nos sitúa ante una realidad inmobiliaria en la que el modelo Build to Rent se plantea como una de las opciones de mayor éxito para que las personas puedan acceder a una vivienda.

Es preciso generar un parque de viviendas que responda al alza del sector del alquiler

La demanda de viviendas en alquiler se está incrementando de forma tan rápida y constante que se está topando con un importante problema de escasez de oferta, principalmente en las capitales de provincia. De aquí que el sector esté planteando soluciones basadas en la construcción de promociones creadas específicamente para arrendar, una fórmula ya muy extendida en el continente europeo.

Es preciso, y urgente, la generación de un parque de viviendas capaz de responder a las necesidades de estas nuevas generaciones. La construcción industrializada va a ser un aliado indispensable para conseguirlo al constituir una palanca para el Build to Rent. Esto es así gracias a su capacidad para reducir los plazos de ejecución hasta en un 30%, manteniendo unos estándares de calidad elevados.

En definitiva, son muchos los retos que se nos presentan si queremos reinventaros, pero, por fortuna, tenemos claro que la innovación y, dentro de esta, la apuesta por la construcción industrializada, son la respuesta. Solo a través de la fabricación industrializada podremos avanzar con paso firme hacia el futuro y hacer evolucionar la construcción tal y como la conocemos hoy en día.

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