Es una realidad para todas las empresas, cada vez más importante en la agenda política es la clave para la transformación del sector. 

Fuente: Interempresas

El interés de la sociedad por un mundo más sostenible tendrá un destacado impacto en el desarrollo de los sectores inmobiliario y de la construcción. Esta adaptación, según los expertos, además de ser un reto, supone también una oportunidad de crecimiento, especialmente, en el ámbito de la optimización de los residuos utilizados en la obra; el desarrollo de nuevos materiales con mayor vida útil; y el impulso a la rehabilitación para ajustarse a las nuevas normativas medioambientales.

Aunque sigue siendo una barrera el pagar más por ello, ofrece numerosas oportunidades como optimizar la gestión de residuos (con una lógica circular) y los beneficios de tecnologías digitales.

Asimismo, el Informe destaca la necesidad de impulsar la digitalización para favorecer la industrialización y la automatización de los procesos constructivos. Para ello, toma como modelo al sector automovilístico, donde existe un grupo de proveedores y un sistema digitalizado de diseño y fabricación, lo que permitiría, por ejemplo, reducir costes y minimizar el impacto medioambiental, así como hacer posible que el futuro usuario de un inmueble lo pudiera personalizar. No obstante, los expertos estiman que para la expansión de esta tendencia sería necesario una mejor formación específica de los técnicos y una mayor coordinación entre todos los industriales que intervienen en una obra, así como entre promotor, arquitecto y constructor.

Diseñados los procesos lo siguiente es que estén apoyados en tecnología y se lleven a cabo de manera autónoma. Para ello se precisa un modelo y en ese sentido la estandarización tiene mucho recorrido.

construcción

La industrialización aun encuentra barreras como la resistencia generalizada al cambio, (especialmente en el arquitecto que piensa en la personalización), la manera de la financiación de los proyectos (requiere un programa de certificaciones y el que aún no case el modelo ‘tradicional’ de financiación) o establecer una colaboración entre los actores y plataformas digitales que la pueden soportar para interactuar y aplicar modelos de negocio. Sin embargo, cuenta con muchos beneficios (control, tiempos, menos costes, liberar tiempo de poco valor añadido…) y la oportunidad de los fondos Next Generation EU.

Joan Marc Torrent, director general de APCE señaló que hay que dejar de construir viviendas y pasar a fabricar viviendas, y que la construcción sea como una industria: esto es, la industrialización, bien de componentes o completa por sus múltiples ventajas. Torrent habló de oportunidad única por lo que supone de reducción de tiempos, de costes (al surgir economías de escala) y de calidad de producto. También poner en valor la reducción de la siniestralidad, la mejora de la igualdad de género, la facilidad de implantación tecnológica (BIM y otras tecnologías) y favorecer la sostenibilidad ambiental al contar con menor nivel de residuos, favoreciendo la circularidad. La calidad del producto redunda en satisfacción y más fácil personalizar/ mejorar. Para ello indicó que se precisa superar la inercia…falta tejido industrial, formación específica, limitaciones de planeamiento, de transporte especializado para la puesta en obra (a veces es difícil en ciudades), protocolos de contratos (trabajo colaborativo y cuanto antes mejor), financiación/ tasación de aportaciones de valor y al final el mayor obstáculo es el hecho de adaptar los cambios y colaborar de manera integral.

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