Para la mayoría de las empresas uno de los principales desafíos de sustentabilidad es ser más eficientes en el uso de la energía, pero, ¿qué significa esto exactamente? Para entender cómo se logran buenos resultados en esta materia, País Circular conoció la experiencia de Aceros AZA, industria que fabrica acero a partir de chatarra ferrosa, y que acaba de ser reconocida por el Ministerio de Energía con la distinción máxima -Sello Oro- de eficiencia energética para su Planta de Colina. El jefe de Desarrollo Energético del área Energía de la compañía de acero verde, Rodrigo Sepúlveda, explica que el resultado es posible gracias a un cambio cultural que abarca a toda la organización.

Fuente: País circular

Cuando Aceros AZA se fijó la meta de reducir para 2025 su consumo de energía en un 5% en relación a 2019, sabía que el desafío era grande. No obstante, una cultura organizacional alineada con la sustentabilidad generó las “sinergias” necesarias para adelantar y superar esa meta, según comenta el jefe de Desarrollo Energético del área Energía de la empresa, Rodrigo Sepúlveda Uribe.

Es así como el año 2022 lograron tener un consumo de energía 7% más bajo en comparación con la línea base de 2019 ¿Qué significa en concreto esa cifra? Sepúlveda explica que ese porcentaje corresponde a una disminución en el uso de energía cercana a 41 gigawatts/hora, es decir, el equivalente al consumo de 9 mil casas en todo un año.

Sepúlveda enfatiza que ya el 5% era una cifra desafiante cuando la fijaron en 2020, pues implicaba bajar un 1% al año y, a modo de comparación, plantea que el plan de eficiencia energética del Ministerio de Energía aspira a una reducción de 4% desde 2019 a 2026 para grandes consumidores. “Son cifras dentro de los rangos, porque en general, en eficiencia energética, si no se hacen cambios tecnológicos y de procesos, es difícil hacer estos saltos relevantes en la disminución de consumo. Pero finalmente toda la sinergia que se generó en la empresa viendo cómo podíamos hacer mejores procesos e inversiones provocó una disminución mucho antes”.

Consultado sobre cómo fue posible llegar al 7%, sostiene que ha sido posible gracias a la “directriz estratégica impulsada por la alta dirección para tener un sistema de gestión de energía certificado con la norma ISO 50001, y eso hace que la compañía en su conjunto avance en proyectos orientados tanto para un menor consumo de energía como para la reducción de la huella de carbono”. El jefe de Desarrollo Energético añade que llegar a esto implicó, incluso, una transformación en la estructura de la compañía a partir de 2018 -año en que cambió de dueño-, que actualmente incluye la gerencia de Transformación e Innovación, a la que pertenece el área Energía.

“Desde nuestra gerencia nos piden mirar el futuro”, comenta Sepúlveda y añade que esto implica, por ejemplo, flexibilizar, atreverse y, también, arriesgarse.

La energía está dentro de los costos principales de Aceros AZA y, en ese sentido, su gestión siempre ha sido un tema importante. “Simplificando al máximo nuestros procesos, nosotros tomamos chatarra e insumos, aplicamos energía y sacamos un producto. En consecuencia, la energía es un costo relevante, y por lo tanto reforzamos la importancia de gestionarla adecuadamente; es decir, más allá de los costos, y ahí es donde hicimos un gran cambio”, comenta Sepúlveda, quien es ingeniero civil eléctrico de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y magíster en Economía Energética de la U. Técnica Federico Santa María (USM).

Cambio cultural

Es un cambio cultural -explica- que abarca a toda la organización y donde los liderazgos son fundamentales para alinear los objetivos, dar valor a la sostenibilidad -entendida como el mejor uso de los recursos- y establecerla en la estrategia de la empresa. “Tenemos una planificación estratégica, hay directrices, desde donde emergen proyectos e indicadores asociados, los cuales se gestionan permanentemente para acompañar su avance en relación a los objetivos propuestos”.

“De esta manera la organización empezó a desafiarse y cada área generó proyectos, buscó y continúa buscando nuevas tecnologías. Eso es un cambio cultural, porque antes solo adoptábamos tecnologías que estuvieran probadas. Ahora en cambio, nos impulsan a mirar tecnologías y cambios de procesos, realizar pilotos con proyectos innovadores para la industria siderúrgica; como por ejemplo, empezar a ver alternativas para el uso de hidrógeno verde”, sostiene el jefe de Desarrollo Energético, quien llegó a trabajar a Aceros AZA hace 16 años.

En algunos casos, añade, flexibilizar la evaluación de una tecnología implica entender que a veces se tratará de una inversión mayor y menos “competitiva”, pero que a la larga es más sostenible. Esto también está en línea con las preferencias y exigencias de los mercados, nacionales e internacionales, que cada vez con mayor fuerza están poniendo trabas -o incluso descartando- a los productos cuyos procesos tienen una huella de carbono alta, lo que está directamente relacionado con la eficiencia energética.

Compromisos públicos y reconocimiento

En este sentido, Sepúlveda destaca el hecho de que la empresa asume sus compromisos de sustentabilidad de manera pública con sus stakeholders, “con las comunidades, los accionistas, los colaboradores (…) lo que se dice que vamos a hacer lo estamos aterrizando, lo estamos logrando”. Esto tiene relación con que uno de los propósitos del área Energía, junto con la buena gestión energética, es “ser reconocidos por ser una empresa que tiene un buen sistema de gestión de energía y una buena gestión de los recursos en general”.

Con eso en mente, postularon al Sello de Excelencia Energética (SelloEE), reconocimiento que entrega el Ministerio de Energía a través de la Agencia de Sostenibilidad Energética, y que -según indica en su web-, “busca destacar a organizaciones que demuestren un alto compromiso en materias asociadas a la energía desde su dirección hasta sus diferentes áreas, generando una cultura organizacional sobre el buen uso de los recursos”. Para postular, Aceros AZA presentó los resultados obtenidos gracias a las modificaciones realizadas al horno de arco eléctrico de la Planta Colina – donde se genera el 65% del consumo de energía de la empresa- etapa esencial del proceso de la compañía y donde se utiliza mucha energía eléctrica. “Los cambios al horno de arco eléctrico permitieron aumentar tanto su capacidad como su rapidez en la fusión (…) Se producen las mismas toneladas consumiendo menos. Eso es eficiencia energética. Disminuimos el consumo de ‘energía total’, que no es solo energía eléctrica, sino también otros energéticos que participan en esta fusión de chatarra para transformarla en acero verde”, declara Sepúlveda.

Fue así como se hicieron merecedores del premio en la categoría Oro, la máxima distinción del SelloEE. Para el jefe de Desarrollo Energético del área Energía este reconocimiento no solo es importante en sí mismo, sino que además “hace que las personas se motiven para seguir realizando estos proyectos. Cuando hay resultados y son reconocidos, es muy motivante porque le damos sentido a lo que realizamos, que estamos haciendo las cosas bien. Por ejemplo, una de las personas que fue a recibir el Sello Oro a nombre de AZA lleva 35 años trabajando en la compañía y estaba muy orgulloso por el resultado obtenido, estuvo con el ministro Diego Pardow y fue parte de toda la ceremonia -realizada el 12 de enero pasado-. Las dimensiones son múltiples; por ejemplo, las nuevas generaciones se están orientando para trabajar en empresas sostenibles como Aceros AZA”.

Un salto para 2024: la fragmentadora Shredder

Una inversión importante realizada por Aceros AZA el último tiempo –US$ 21 millones- es la fragmentadora y separadora de chatarra Shredder, que en mayo próximo comenzará a operar en la Planta Colina. Esta tecnología permitirá procesar, limpiar y densificar la chatarra que ingresa al horno de arco eléctrico, optimizando el proceso, haciéndolo más eficiente en términos energéticos, y reduciendo las emisiones de material particulado generados por el horno.

¿Por qué esta tecnología aumentará la eficiencia energética? Así lo explica Sepúlveda: “La fragmentadora es mucho más eficiente en el proceso de limpiar la chatarra ferrosa, permite separar y retirar materiales no ferrosos -plásticos, tierra, etc- y que la chatarra que ingresa al proceso de acería sea más limpia (…) Esto hará que nuestro proceso productivo principal tenga un rendimiento mayor . Esto quiere decir que para producir la misma cantidad de acero, se cargará menos chatarra al horno eléctrico debido al aumento del rendimiento, y por lo tanto disminuirá el consumo de energía”.

A modo de resumen, el jefe de Desarrollo Energético del área Energía de Aceros AZA explica que para trabajar la eficiencia energética y avanzar hacia Net Zero (sin emisiones de gases de efecto invernadero) existe una hoja de ruta (2022-2050) que se basa en tres pilares: eficiencia energética, energías renovables, y electromovilidad. En los tres han ido avanzando con distintos proyectos, están cambiando procesos, probando tecnologías, evaluando inversiones, etc.

“Estamos mirando de una manera distinta el negocio (…) integramos la dimensión del medio ambiente y la utilización de los recursos de una manera que sea económicamente viable y sostenible en el largo plazo”, señala el ingeniero. “Somos una empresa que se está transformando para aumentar su valor económico al mismo tiempo que responsabiliza por los recursos que utiliza siendo cada vez más eficientes en su consumo”.

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