CDT Recientemente inaugurado, el complejo residencial de Budoor, en Irak, es una ciudad autónoma para 50.000 residentes y uno de los proyectos más ambiciosos de la posguerra en Bagdad. Diseñado por el estudio de arquitectura iraquí Manhal Habbobi Consultants, el concepto de barrio urbano progresista combina sistemas de retícula rectilínea y curvilínea para reimaginar el aspecto, el funcionamiento y la cohesión de un barrio planificado.
Fuente: Archello
Con una superficie aproximada de 4.000.000 de metros cuadrados, la urbanización está situada a menos de cinco kilómetros del Aeropuerto Internacional de Bagdad y cerca de la Universidad Americana de Irak. El proyecto surge en el contexto de una escasez de viviendas que es motivo de gran preocupación nacional.
Se construirá en cuatro fases y dará cabida a unos 50.000 habitantes en un concepto de barrio urbano progresivo que incluye 8.0000 unidades residenciales, un centro comercial, restaurantes, cafés, centros médicos, bibliotecas, distritos comerciales, instalaciones educativas y zonas verdes abiertas.
Las 8.000 viviendas unifamiliares están disponibles en siete tipos diferentes, con superficies de 200 a 400 metros cuadrados y configuraciones de dos a cuatro dormitorios. Las unidades se construirán principalmente con ladrillo hueco rojo, seleccionado por su durabilidad y sus excelentes prestaciones térmicas y acústicas. Algunas fachadas también contarán con una detallada mampostería de ladrillo extruido, que inyectará dinamismo a las fachadas de las calles.
Cada tipología de casa incluye un jardín delantero con otra bolsa verde más pequeña escondida en la parte trasera, lo que permite disfrutar de vistas en medio del terreno llano y los cerramientos. Además, estos jardines ayudan a mitigar el calor urbano, una consideración necesaria en una ciudad donde las temperaturas alcanzan picos elevados en verano.
El diseño de Habbobi adopta un enfoque innovador del diseño urbano al combinar retículas rectilíneas y curvilíneas para crear una ciudad racional, pero dinámica y vibrante. Las zonas residenciales se sitúan dentro de la retícula rectilínea, con viviendas diseñadas ortogonalmente. En el centro del plan urbano hay una espectacular retícula curvilínea con edificios orgánicos de diseño paramétrico que albergan usos públicos, cívicos y comerciales. Más alta que las zonas residenciales, esta zona ofrece un horizonte espectacular, un punto de referencia y una orientación en todo el emplazamiento.
“Nuestro planteamiento de las relaciones sólido-vacío en el espacio urbano consiste en crear una retícula racional y dinámica. Es un elemento fundamental de nuestra visión del complejo”, afirma Habbobi.
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