CDT El sector tiene todavía un importante margen de mejora en la gestión de materiales, reduciendo su generación y mejorando su reciclaje y valorización, así como en la rehabilitación de los edificios existentes.
Fuente: El Periódico de Aragón
Los objetivos que se persiguen en la Estrategia Española de Economía Circular 2030 se enuncian en términos de reducción y mejora. Reducción: del 30% del consumo nacional de materiales en relación con el PIB, de la generación de residuos un 15% respecto a 2010, de la generación de residuos de alimentos en toda la cadena alimentaria un 50% per cápita a nivel minorista y un 20% en las cadenas de producción, la emisión de gases de efecto invernadero por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2. Incremento: de la reutilización y preparación para la reutilización hasta llegar al 10% de los residuos municipales y mejora de un10% en la eficiencia en el uso del agua.
El logro de estas cifras depende fundamentalmente de que toda la sociedad en su conjunto participe, se implique y comprometa. Sin embargo, se establecen seis sectores prioritarios de actuación dentro los que se encuentra la construcción, uno de los grandes productores de residuos de la Unión Europea. La actividad propia de la construcción y demolición genera entre un 25% y un 30% de los residuos de la UE.
En este sentido el sector tiene un importante margen de mejora en la optimización de la gestión de los materiales: siendo más eficientes en su uso, reduciendo su generación y una vez éstos se han producido, mejorando su selección y valorización. Además, cabe destacar el enorme potencial de mejora que presenta el propio parque de edificios existente en lo que respecta a eficiencia energética y prestaciones: habitabilidad, seguridad y accesibilidad.
Nuevo enfoque
El reto global de la integración de los principios de economía circular en el sector de la construcción es extensivo a los proyectos de nueva planta. Para incorporar en su diseño principios de la economía circular y contribuir a la consecución de los objetivos generales es fundamental considerar el estudio del Análisis del Ciclo de Vida (ACV), así como los criterios de economía circular establecidos en la ISO 20887.
Los principios de circularidad aplicables en construcción y descritos en la ISO 20887 se clasifican en función de su capacidad de desmontaje (accesibilidad de los componentes e instalaciones, independencia entre las partes, estudio de acabados condicionada a la reutilización de los mismos y sus soportes, elección de materiales que fomenten reacondicionamientos, reutilizaciones y sustituciones, simplicidad, estandarización y facilidad de desmontaje) y su adaptabilidad (versatilidad intrínseca al diseño del propio edificio, convertibilidad y capacidad de expansión).
El objetivo fundamental es crear activos adaptables a escenarios operativos futuros o desmontables en partes recuperables.
El cumplimiento del estándar requiere de un nuevo enfoque en el diseño y construcción de edificios… Por lo tanto, nos requiere. Por un #FuturoSostenible.
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