En España, tan sólo se construyen un 1% de viviendas unifamiliares industrializadas (entre 800 y 1.000), pero se calcula que llegarán a las 10.000 unidades en 2024 y que representarán el 40% del total el 2030. Estos datos, recogidos por el Clúster de la Edificación suponen una auténtica revolución del sector, que ha de cambiar de paradigma para mejorar su competitividad, su resiliencia y su contribución a un entorno mucho más sostenible, y que ha de afectar a todo tipo de viviendas y edificios de nueva construcción.
Fuente: Infoconstrucción
Se trata de una tendencia mundial que hará que en menos de una década la construcción de casas industrializadas supere a las tradicionales en la mayoría de los países desarrollados. El congreso internacional European Building Summit Barcelona (EBS), será uno de los impulsores de esta revolución “gracias a la asistencia a la cumbre de expertos referentes del sector y de la metodología de trabajo colaborativa BIM (Building Information Modeling) a nivel europeo y mundial que aportarán soluciones, propuestas y las últimas novedades en lo que se conoce como Construcción 4.0”, aseguran desde la organización.
La construcción industrializada y off-site (realizada fuera de la obra) es la alternativa para solucionar las problemáticas del sector. Es el sector que más energía y recursos consume y el que más contamina, responsable del 40% de las emisiones de CO2 en Europa. Además de la falta de mano de obra más cualificada, alta siniestralidad laboral, importantes sobrecostes, derroche de materiales, retrasos en los tiempos de ejecución, un uso escaso de la tecnología y un gran parque de viviendas caduco. A la vez, que un nuevo sistema de construir, más eficaz y eficiente, resulta imprescindible también para poder llegar a cumplir los exigentes objetivos europeos en materia medioambiental. De hecho, la Unión Europea ya se ha marcado el 2050 como el año en que el Viejo Continente debe alcanzar las cero emisiones de carbono y de combustibles fósiles.