Analizamos los datos básicos para conocer la implantación real de BIM en la Construcción y mirar con perspectiva las cifras de conexión de las empresas del sector a entornos digitales. ¿Realmente estamos empezando la casa por el tejado en un ámbito marcado por la tradición y las disciplinas offline?
Fuente: Interempresas
En los últimos meses, el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de España, está llevando a cabo la convocatoria ‘Formación en Metodología BIM Aplicada a la Contratación Pública’, que forma parte de las acciones del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para la digitalización de la Construcción.
De hecho, esta acción ha dotado de recursos económicos a un total de siete entidades para la consecución de una democratización de las últimas tecnologías y metodologías de trabajo en abierto para profesionales del ámbito de la Ingeniería y de la Arquitectura.
Preocupa y mucho, desde las administraciones públicas, la digitalización de nuestras profesiones, en un acuerdo común con la Unión Europea para avanzar en este ámbito, en una carrera de fondo hacia la consecución de los Planes Next Generation y, más allá, de la Agenda 2030.
Pero si sobre el plano lo tenemos más o menos claro, ¿qué nos encontramos en el día a día de las profesiones implicadas?
Implantación de BIM
Vayamos a lo básico. BIM, Building Information Modelling, tiene sus orígenes en los años 80, como un “una metodología de trabajo colaborativa para la gestión de proyectos de edificación u obra civil a través de una maqueta digital. Esta maqueta digital conforma una gran base de datos que permite gestionar los elementos que forman parte de la infraestructura durante todo el ciclo de vida de la misma (Comisión BIM, Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana)”.
Casi 40 años después, ¿realmente sabemos utilizarlo y aplicarlo? En 2018 (seguimos poniendo en valor las fechas), se crea la Comisión Interministerial BIM, presidida por el MITMA y conformada por miembros del Ministerio de Hacienda, para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y un cómputo de representantes de diferentes entidades ministeriales y europeas en materia BIM. Un total de 19 personas para conocer la implantación real de la metodología y fomentar acciones en pro de su desarrollo en nuestro país.
Un año antes, en 2017, se crea el Observatorio de Licitaciones Públicas BIM, que revisa periódicamente las publicaciones en el Boletín Oficial del Estado para ofrecer datos actuales de la implantación de la metodología en la Administración Pública en materia de contratos.
En el último informe, relativo al trimestre final de 2022, se nos ofrece una evolución clara de BIM en España. Con un récord histórico el año pasado en nuestro país, cuando se invirtieron 2.863 millones de euros en licitaciones con BIM, frente a los 230 millones de 2017. Esto supone un incremento del 262% en seis años.
En cuanto al número de licitaciones, como no podía ser de otra manera, también se ha visto incrementado, pasando de las 105 de 2017 a las 608 de 2022.
En total, en términos globales, desde 2017, en el ámbito de la Administración Pública en España y en materia de licitaciones, vemos que:
- La inversión acumulada ha sido de 7.025 millones de euros, a través de 2.409 licitaciones publicadas.
- Cataluña es la comunidad autónoma que más ha apostado por la metodología, tanto en infraestructuras como en edificación, seguida de Madrid y de la Comunidad Valenciana.
- En cuanto al ciclo de vida, el 53% se ha enfocado en la construcción, el 41% al diseño, el 4% a la consultoría y el 2% restante, a la explotación y al mantenimiento.
- El objeto del contrato principal ha sido de Proyecto Constructivo y de Dirección de Obra en la mayoría de las licitaciones.
- En relación a la tipología, 631 han sido destinadas a Edificación (con 151 para el ámbito Administrativo) y 856 a Infraestructuras (con 338 trabajos en el ámbito de las carreteras).
El ámbito público lo tenemos claro. Una apuesta por la implantación BIM (si bien tendríamos que conocer el porcentaje con respecto del total, algo todavía nada claro), que se está llevando a golpe de licitaciones. Pero, ¿qué sucede con las empresas privadas?
Nos enfrentamos a un campo nada transparente, dado que todavía queda por desarrollar un informe claro y actualizado de cuántas compañías lo utilizan de manera habitual, en qué medida y, lo que es más importante, cómo.
Si atendemos a lo publicado hace unos años por buildingSMART Spanish Chapter, entidad que busca la implantación de la metodología en todo el mundo, con sucursales estatales, encontramos las conclusiones del ‘Estudio Macro de Adopción BIM 2019’, que establecen que:
- No existe una estrategia política clara en torno a BIM.
- El impulso llega, una vez más, del sector privado, en una apuesta independiente hasta el momento.
- Más publicaciones, más información, pero sin acuerdos claros en relación a la metodología.
- Una velocidad de crucero hacia la estandarización en especificaciones de modelos de información.
En resumidas cuentas, estamos avanzando, pero ¿conforman estos datos la realidad de la Construcción?
La realidad de la Construcción
Desafortunadamente, la Construcción no se desarrolla, principalmente, en oficinas. La masa laboral de la misma se encuentra a pie de obra, donde los procesos de digitalización son realmente complicados.
De hecho, si atendemos al informe ‘El sector de la Construcción y las tecnologías de la Información y de la Comunicación’ del Observatorio de la Fundación Laboral de la Construcción, vemos que todavía queda mucho por hacer.
Especialmente, en lo relacionado a las diferencias existentes entre las grandes y pequeñas empresas. Mientras las primeras tienen más que superada la barrera tecnológica, las de menor tamaño tienen mucho recorrido por hacer. Tal y como estima el documento, solo el 51,3% cuenta con personal con ordenadores conectados a Internet para fines profesionales y el 70% tienen web, si bien solo el 21,8% utiliza cloud computing.
El problema viene cuando, a pesar de los grandes intentos por modernizar los procesos en la Construcción, nos encontramos con que solo el 10% de las empresas que lo conforman ofrecen formación TIC a sus empleados. La buena noticia es que la mayoría se enfoca a CAD y a BIM.
Si analizamos los datos aportados en la primera parte de esta publicación y los comparamos con la segunda, nos encontramos ante las dos Españas de la Construcción. Una vez más, una parte del sector se encuentra en pleno sprint, ansioso por llegar a la meta de la Unión Europea, mientras otra corre la maratón hacia la supervivencia, protagonizada por las compañías medianas y pequeñas, principales en el tejido empresarial de nuestro país.
De puertas para afuera, en determinadas profesiones, estamos consiguiendo grandes avances en la digitalización de procesos. De puertas para adentro, continuamos con dos velocidades que impiden llegar a buen puerto, especialmente con la carga de la tradición que tantas veces nos ha salvado como sector pero que, en épocas de bonanza, lleva una velocidad inferior a la esperada.