La Semana Europea de la Reducción de Residuos, que se celebra hasta el 26 de noviembre, trabaja por promover la reducción del consumo, la reutilización de materiales y el reciclaje de residuos, las conocidas como 3Rs, que en el sector de la construcción cobran una gran importancia debido a la necesidad de conseguir una economía circular.

Fuente: Idealista

Miguel Rodríguez, líder de Grupo de Trabajo sobre Gestión de Residuos en Construcción, Demolición y Economía Circular del Clúster de la Edificación, nos explica cómo poder convertir estos mensajes en acciones.

En esta Semana Europea de la Reducción de Residuos preocupa que todavía la construcción sea el principal sector en la generación de residuos, encabezando España la lista europea, ¿cómo puede la construcción industrializada ayudar a reducir la cuota del casi el 30% que registra nuestro país sobre la totalidad de residuos?

Efectivamente, el sector de la construcción genera más de 500 millones de toneladas de residuos al año en Europa, prácticamente un tercio del total de los residuos que se producen en la Unión Europea, por lo que queda mucho por hacer en nuestro sector.

La construcción industrializada puede ser uno de los campos de desarrollo más eficaces para la reducción de ese 30%. Algunos de los aspectos que considero más relevantes para conseguirlo son la optimización del uso de materiales, la producción y el diseño de alta precisión por componentes, la digitalización e integración de la metodología BIM para una trazabilidad completa del edificio, la reutilización de componentes al final de su vida útil, la reducción de residuos en obra o la optimización en el reciclaje de materiales.

la Ley de Gestión de Residuos provocará una transformación del sector de la construcción en un medio plazo
Miguel Rodríguez, líder de Grupo de Trabajo sobre Gestión de Residuos en Construcción, Demolición y Economía Circular del Clúster de la Edificación
Foto: idealista/news

Desde que en abril de 2022 se aprobara la Ley de Gestión de residuos y suelos contaminados para una economía circular, ¿cómo ha evolucionado el sector de la construcción y demolición en su compromiso para alcanzar el 70% de valoración de residuos generados?

La llegada de la nueva ley 2022 ha fomentado un mayor interés desde los principales agentes del sector profundizando en las estrategias para conseguir ese gran objetivo del 70% de valoración de residuos generados en obra (RCDs).

Es difícil cuantificar el nivel de valorización de RCDs ya que la calidad de datos recopilados en el sector carece de una veracidad contrastable. Tomando un dato reseñable de Eurostat en 2016, la tasa de reciclaje de RCDs en realidad no superaría el 40%, por lo que todavía queda mucho por hacer. Si bien, existe un gran reto en la trazabilidad de los residuos hasta su valorización final y aquí cobra un papel fundamental el trabajo y transparencia de datos del gestor de residuos.

A día de hoy, vemos un sector de la construcción que va a diferentes velocidades, las grandes empresas constructoras y promotoras tienen un nivel de concienciación muy alto sobre este aspecto y su encaje con criterios de sostenibilidad, taxonomía y objetivos ESG. El gran reto estará en cómo desarrollar metodologías y buenas prácticas para que la gran masa crítica de empresas del sector de la construcción, de un tamaño y facturación sensiblemente inferior a los “grandes players”, se acoplen a la misma velocidad de cambio, concienciación, y cumplimiento normativo en la gestión de residuos en obra y su nivel de valorización final. Sin duda, la ley provocará una transformación del sector en un medio plazo.

Uno de los principales objetivos de esta Ley es conseguir una trazabilidad de los residuos hasta el final de su ciclo de vida, así como una mayor digitalización en los procesos. ¿Cómo está trabajando el sector en esta línea? ¿Y el Clúster de la Edificación?

En el campo de la gestión de residuos, trazabilidad y digitalización son dos palabras que van de la mano. Por otro lado, citando a Lord Kelvin, “aquello que no se puede medir, no se puede mejorar”. Para mejorar la gestión de residuos, la trazabilidad y valorización de los mismos es imprescindible desarrollar una estrategia digital que permita medir, cuantificar y trazar los residuos generados. En el Clúster de la Edificación estamos trabajando en esa línea, esto es, establecer una cuantificación real de los residuos generados en obras residenciales, para que a través de esos datos las empresas del sector puedan orientarse en su estrategia en la gestión de residuos. Por otro lado, dentro del grupo de trabajo del Clúster de la Edificación contamos con empresas que desarrollan ya su modelo de negocio en la implementación de herramientas digitales para agentes de la construcción (constructores, promotores, fabricantes, etc.) que permiten trazar digitalmente la gestión de residuos de un proyecto desde el diseño hasta el fin de vida.

En una encuesta realizada por el Grupo de Trabajo que lidera, donde se analizaba el grado de conocimiento de esta nueva ley, se observó que un 45% de los promotores tenían un perfil bajo de esta norma, ¿se ha mejorado la percepción?

Queremos pensar que ese nivel de conocimiento ha aumentado con el paso del tiempo y con la integración de la ley 7/2022 en el propio sector. No obstante, la percepción dentro de nuestro grupo de trabajo es que hace falta una labor ingente de concienciación y formación en aspectos relacionados con la gestión de residuos en general, y esto abarca aspectos que van desde el diseño sostenible de los edificios, la integración progresiva de elementos y técnicas de industrialización, la segregación de residuos en origen, el nivel de desarrollo ESG del sector, etc. Es un camino que tiene un largo recorrido y que tiene un nivel de complejidad alto, es por esto que un grupo como el que formamos en el Clúster tiene dentro de sus objetivos ayudar al sector en ese campo formativo y divulgativo para alcanzar sus objetivos.

¿Cómo percibe el sector de la construcción la economía circular desde una perspectiva holística?

Es importante tener en cuenta que, en el año 2030, ya habrá en el mundo 41 ciudades con una población superior a los 10 millones de personas; en la actualidad hay 18. Esto tiene un impacto directo sobre los recursos necesarios para la población, de hecho, se estima que el conjunto de población que reside en estas ciudades consumirá el 81% de los recursos mundiales. Concretamente, las estimaciones a 2050, sugieren que el crecimiento de la población y la urbanización doblará o incluso triplicará el uso de energía a nivel global, implicando un impacto similar en emisiones. Este crecimiento tiene una importante consecuencia, si continuamos explotando los recursos como lo hacemos ahora, basados en un modelo lineal, necesitaremos en 2050 los recursos de tres planetas tierra.  

Estas tendencias tienen un impacto directo en el sector de la construcción y especialmente en el campo de la generación de residuos y la circularidad. La transición hacia una economía circular es imprescindible en el sector a nivel global, fruto de ello y alineado con los objetivos de neutralidad climática de la UE para 2050 en virtud del Green Deal, la Comisión Europea impulsó en marzo de 2022 el primer paquete de medidas para acelerar este proceso, quedando plasmado en el Plan de Acción de Economía Circular.

Uno de los grandes motores de cambio de modelo del sector de la construcción en el medio plazo va a ser la integración de la taxonomía europea en el sector de la construcción. Aquí el aspecto de la circularidad va a cobrar una gran importancia y será sin duda uno de los mecanismos tractores del avance de la sostenibilidad en el sector. La circularidad es uno de los grandes pilares del desarrollo sostenible, la importancia del diseño basado en el análisis de ciclo de vida y la carrera en el desarrollo de ciudades y edificios más sostenibles es un camino que todo el sector tendrá que transitar.

Pese a que los fabricantes de materiales de construcción creen que casi el 90% de los productos son reciclables al final de su vida útil, parece que el sector sigue encallado, ¿hace falta que se activen un mayor número de recursos por parte de las Administraciones?

El sector de la fabricación de materiales está en permanente desarrollo para evolucionar sus productos y sistemas constructivos y alinearlos con la economía circular. De hecho y como ejemplo, este grupo del Clúster está formado por empresas fabricantes que ya tenemos mecanismos de reintroducción de nuestro residuo en nuestro propio proceso productivo o incluso en el de terceros. El mercado va a demandar en un medio plazo materiales circulares, seguros, saludables, sostenibles, y además se van a valorar de manera muy positiva sistemas de reintroducción de residuos de materiales de construcción en procesos productivos como subproductos; aquí jugará un papel muy importante el diálogo multisectorial donde la administración puede ejercer un papel dinamizador que resulte clave. Sería también muy positivo que desde las administraciones se incentive el uso de materiales reciclados (o con un nivel de porcentaje de material reciclado en su fabricación) y reciclables, y que se estructuren mecanismos de armonización en la gestión de residuos a nivel autonómico para que las empresas fabricantes puedan tener más facilidad administrativa y documental para realizar procesos y sistemas de reintroducción de residuos en sus procesos productivos.

En esta encuesta los instaladores destacaban que casi la mitad de las constructoras no demandaba el uso de materiales reciclados a la hora de iniciar proyectos, ¿a qué se debe? ¿De los productos más utilizados en la construcción cuáles presentan más complejidad para su reciclaje?

A día de hoy el uso de materiales reciclados o reciclables en la construcción está íntimamente ligado a aquellos proyectos en los que el diseño sostenible tiene una importancia relevante. Por ejemplo, los proyectos que llevan ligado un sello de sostenibilidad BREEAM, LEED, VERDE, DGNB, sin duda demandaran el uso de materiales circulares, así como estrategias de retorno de residuos de los propios materiales.

Los materiales que generalmente presentan más complejidad a la hora de ser reciclados son fundamentalmente los materiales compuestos, ya que presentan gran dificultad en la separación de componentes para su posterior reciclado, ya sea porque es una solución de material con diferentes componentes, o porque lleva algún tipo de tratamiento, revestimiento, tratamiento físico-químico que dificulta su posterior procesamiento para reintroducirlo en un nuevo proceso de fabricación, además del coste económico que esto podría conllevar.

Otro aspecto importante para la reintroducción de residuos para generar nuevos materiales es que realmente haya un incentivo a hacerlo, actualmente un contenedor para mezclas de residuos resulta muy barato de verter y hay muy poco incentivo para hacer circularidad de verdad, aquí puede estar una de las claves del futuro del reciclado y recuperación de materiales.

¿Qué pasos se han dado en la industrialización para conseguir los objetivos planteados en la ley?

Actualmente el sector está comenzando una transformación importante hacia los métodos industrializados. Quizá a día de hoy la industrialización está más enfocada en el aspecto de mejora de plazos de construcción, optimización de la mano de obra, reducción de costes, y en definitiva mayor rentabilidad. No obstante, la construcción industrializada lleva aparejado el diseño sostenible, y por ende la reducción de residuos. No hay duda de que la evolución del sector de la construcción en el campo de la industrialización, con entornos más controlados, con un nivel mucho mayor de prefabricación, aumentará de manera significativa el cumplimiento de la ley 7/2022. En el Clúster somos conscientes de ello y los siguientes pasos de nuestro grupo de trabajo profundizarán en este campo.

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