CDT Las impresoras 3D se convirtieron hace unos años en uno de los inventos más revolucionarios de la historia al lograr imprimir cosas y no únicamente imágenes o texto en un papel, lo que dio pie a un sinfín de pruebas y posibilidades para trabajar con ellas.
Fuente: Ecoticias
Cada día son más las empresas, instituciones y personas que apuestan por materiales sostenibles, en el punto de mira para poder alcanzar la construcción que sea necesaria en cada caso pero sin perjudicar al planeta. Los investigadores trabajan sin descanso para desarrollar nuevos materiales que sean más sostenibles, quizás haciendo pequeñas variaciones en algunos ya conocidos, quizás partiendo desde prácticamente cero, pero siempre con el mismo objetivo.
El sector de la construcción es uno de los que más se esfuerzan sus investigadores por lograr materiales sostenibles con los que poder realizar diferentes construcciones de la forma más amigable posible para el medio ambiente. Esto es muy necesario, ya que este sector consume un 50% del total mundial de recursos fósiles, genera el 40% de los residuos mundiales y provoca el 39% de las emisiones de CO2, también a nivel global.
Hidrogel para construir casas con impresoras 3D
El hidrogel, o gel hidroalcohólico, es uno de los productos que mayor importancia han tenido en nuestras vidas en los últimos años, imprescindible durante la pandemia para poder desinfectarnos las manos y evitar el contagio de covid. Pues bien, un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en Suecia, ha desarrollado un nuevo material junto a investigadores del Centro de Ciencias de la Madera Wallenberg, también del mismo país.
Este nuevo material se trata de un hidrogel que se imprime en 3D y que utiliza mucha menos energía en la construcción que cualquier otro material que se pueda utilizar con los métodos tradicionales. Fabricado con nanocelulosa y algas, permite imprimir desde estructuras para el crecimiento de tejidos hasta células, en el caso de la industria biomédica, pero también se le puede sacar mucho partido en la construcción para hacer casas con impresoras 3D.
Este equipo de investigadores ha utilizado este material por primera vez como material arquitectónico, logrando flexibilidad en este hidrogel gracias a las algas. Según explica Malgorzata Zboinska, autora del estudio de estos investigadores y que ha afirmado que: Por primera vez hemos explorado una aplicación arquitectónica del hidrogel de nanocelulosa. Específicamente, proporcionamos el conocimiento que hasta ahora faltaba sobre sus características relacionadas con el diseño y mostramos, con la ayuda de nuestras muestras y prototipos, la capacidad de ajuste de estas características a través de diseños personalizados. diseño digital e impresión robótica en 3D».
La nanocelulosa que se emplea en este hidrogel se puede obtener de manera sostenible en diferentes lugares de la naturaleza, y es hoy en día una clara alternativa al plástico, uno de los más abundantes de cuantos hay para sustituir a ese material. Se puede obtener de la agricultura, las fábricas de papel, la silvicultura o de residuos materiales como la paja. En cuanto a la impresión en 3D, Zboinska afirma que «La impresión 3D es una técnica que ahorra muchos recursos. Nos permite fabricar productos sin otras cosas, como troqueles y formas de fundición, por lo que hay menos material de desecho. También es muy eficiente energéticamente. El sistema robótico de impresión 3D que empleamos no utiliza calor, solo presión del aire. Esto ahorra mucha energía, ya que solo trabajamos a temperatura ambiente».
El funcionamiento de este material para construir casas con impresoras 3D es bastante peculiar, ya que es un material sólido que se licúa cuando se ejerce presión sobre él, y una vez en estado líquido se puede imprimir ya que al dejar de hacer presión sobre él volverá a su estado original. En lo que construcción se refiere se utiliza especialmente para hacer persianas, paneles, separadores, recubrimientos en paredes o revestimiento para baldosas, entre otros.
No cabe duda de que este hidrogel es uno de los materiales sostenibles que más esperanzas despierta de cara a un futuro muy cercano, sobre todo si se trata de construir casas con impresoras 3D y hacer que sean así mucho más sostenibles de lo que son cuando se construyen con otros materiales.
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