La Inteligencia Artificial tiene sus claros y sus oscuros, pero lo que es innegable es que está revolucionando la arquitectura sostenible, optimizando diseños y gestionando recursos de manera eficiente para un futuro más verde. Te contamos cómo.

Fuente: Arquitectura & Diseño

El cambio climático toca a nuestra puerta con insistencia y la arquitectura lleva años poniéndose las pilas (recargables, por supuesto) para aportar su grano de arena en la construcción de un futuro más verde. Aquí es donde entra en juego el concepto de moda, el que está en boca de todos la Inteligencia Artificial (IA) y sus muchísimas herramientas.

cómo la Inteligencia Artificial está contribuyendo a diseños arquitectónicos ecológicos
Detalla de la fachada ajardinada de la Probiotic Tower en El Cairo, de Design and More. Foto: Design and More.

Esta herramienta se ha convertido en el compañero de brainstorming ideal para los arquitectos con conciencia ecológica, pero ¿cómo la IA está dibujando un horizonte más sostenible en el mundo de la arquitectura e interiorismo? Siendo un tema solo apto para expertos, intentaremos explicarlo en tono tan fresco como una casa pasiva en pleno agosto.

Casas circulares de Will Garner (wg.xyz en Instagram)
Casas circulares de Will Garner (wg.xyz en Instagram). Foto: WILL GARNER

¿Cómo están utilizando los arquitectos la IA en pro de un futuro más verde?

Para empezar, la Inteligencia Artificial ya está permitiendo la creación de modelos virtuales que predicen cómo se comportarán los edificios en términos de eficiencia energética. Mediante algoritmos inteligentes, los arquitectos pueden ahora optimizar la orientación de un edificio, su aislamiento, ventilación natural, y hasta la ubicación de cada planta para maximizar la luz solar, sin tener que sacrificar estética por funcionalidad. Algo así como jugar a Los Sims, pero con el destino del planeta en juego.

Además, la IA está haciendo posible la gestión inteligente de recursos en la construcción, reduciendo el desperdicio de materiales y promoviendo el uso de alternativas sostenibles. Imagina un mundo donde cada ladrillo cuenta y es colocado guiado por esta inteligencia, que calcula la cantidad exacta de material necesario, evitando el exceso y favoreciendo la economía circular. Esto no es ciencia ficción, es ciencia hecha acción.

Cabaña, de Carlos Bañón Blázquez
Cabaña, de Carlos Bañón Blázquez. Foto: CARLOS BAÑÓN BLÁZQUEZ

Pero, ¿cómo sabemos que esto realmente funciona? Los datos hablan por sí mismos. Según un informe de la Global Alliance for Buildings and Construction, integrada por la ONU Medio Ambiente, los edificios con diseño optimizado por AI pueden reducir su consumo energético hasta en un 50%. Esto no solo significa un ahorro económico considerable sino también una drástica disminución en la huella de carbono de las construcciones.

Gestión de edificios ya construidos

Y no nos quedemos solo en la fase de diseño y construcción. La IA también juega un papel crucial en la gestión de edificios ya construidos. Los sistemas inteligentes de gestión de energía que aprenden de los patrones de uso de sus ocupantes pueden ajustar de manera autónoma la calefacción, la iluminación y otros sistemas para maximizar la eficiencia. Es como tener un mayordomo ecológico que se asegura de que no gastemos más de lo necesario.

Sunflower House, de Koichi Takada que rota y maximiza su exposición al sol
Sunflower House, de Koichi Takada que rota y maximiza su exposición al sol. Foto: KOICHI TAKADA

Para que no todo sea tecnología y términos difícil de bajar, pongamos un ejemplo tangible. El Edge en Ámsterdam, sede de Deloitte, es considerado uno de los edificios de oficinas más sostenibles del mundo, gracias en parte a su integración de la AI en el diseño y la gestión del edificio. Con una puntuación de 98.4% en el BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method), este edificio es un lugar de trabajo pero también un testimonio de lo que la arquitectura puede lograr cuando se une a la tecnología en pro del medio ambiente.

The Edge, sede de Deloitte en Amsterdam
The Edge, sede de Deloitte en Ámsterdam. Foto:EDGE.TECH

La próxima vez que veas un edificio que te quite el aliento, recuerda que podría ser el producto de una mente brillante trabajando en sintonía con otra mente (artificial) también brillante por un futuro más verde. La arquitectura ya no solo trata de crear espacios; se trata de preservar el espacio en el que todos vivimos.

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