Comodidad, tecnología y sostenibilidad definen este modelo de casa rodante que aprovecha las bondades del material y el aprovechamiento de sus ventajas constructivas. Conversamos con su autor para conocer más de esta innovación que se presentará en la Semana de la Madera y que promete una combinación entre la calidez y libertad en carretera.
Fuente: Madera21
Las casas rodantes son símbolos de movilidad y libertad. Ofrecen la oportunidad para viajar y habitar en casi cualquier parte, promoviendo un estilo de vida nómada y en contacto con la naturaleza. Algo que se puede ver aún más refrendado gracias a la invención de un chileno, quien presentará una versión nueva y llamativa en la próxima edición de la Semana de la Madera. Un ejemplar hecho casi en su totalidad con este material.
Se trata del ingeniero forestal, actualmente estudiante de Doctorado en Ingeniería , y fundador del grupo RIMA José Pablo Undurraga, quien lleva tres años trabajando en este proyecto que seguramente llamará la atención en el evento de Madera21. Hablamos de una estructura que se puede acoplar a un auto de motor 2.0, dice su autor, para ser trasladada sin problemas.
La obra está estructurada y arriostrada en terciado de CMPC, y su volumen se conforma de una membrana de papel kraft, una de lana de oveja, otra transpirable de Rothoblaas tanto en sus muros, cielo y piso, así como sus laterales, que están compuestas con madera aserrada de pino oregón nacional.
Las caras frontales y traseras incorporan tablero terciado de CMPC para su uso exterior, “que es una innovación a presentar en la Semana de la Madera junto a ellos también. Y todo va con impermeabilizante, para dar una buena usabilidad y capacidad exterior”, introduce.
El origen de esta solución tiene que ver con la pasión de Undurraga por la madera, al igual que por otro gusto especial que tiene junto a su familia: el entusiasmo por el camping. Una actividad que realiza hace seis años y que no solo le permite disfrutar por varios días de los paisajes naturales, sino igualmente de conocer más sobre esta industria que invita a recorrer el mundo.
“La lógica de esta casa rodante me surge mirando la industria estadounidense y europea, con respecto a las diferencias que había con las motorhome, y también lo que se ha desarrollado en Argentina. En Chile lo hicimos hasta la década de los 80 más o menos, hasta que nunca más se fabricaron. Fue algo que perdimos, porque ahora solo llegan importadas y a precios altos. Fue ahí que dije, ¿Por qué no? Partí en mi propio taller de manufactura con un primer prototipo en madera, el que luego desarmé por completo, y ahí comenzó todo el desarrollo de esta investigación aplicada que ahora está llegando a ser un producto comercial”, relata.
Esa primera versión, continúa Undurraga, la realizó en conjunto con el arquitecto Alberto Mozo bajo una adaptación al sistema de Viga Aislación Pilar (VAP), la cual tenía baño y cocina al interior. En la segunda iteración, el primero fue sacado debido a las complicaciones para descargar aguas grises, y la segunda quedó integrada como espacio al aire libre; en la parte trasera de la casa, con dos puertas grandes, una encimera y un frigobar conectado a la batería del vehículo.
“La idea era lograr un aspecto que reuniera la cocina y la comida. Y le dimos un confort de acuerdo a la vitalidad que tiene el espacio de la casa rodante como habitación, muy confortable, tomando sistemas constructivos similares a lo que se puede hacer hoy con la mejor tecnología en madera”, añade.
Undurraga explica que lo único que no es de madera en su composición es el chasís y la hojalatería como protector de la cubierta.. El resto, por donde uno lo mire, sí lo es. Algo que podrán comprobar los asistentes a la Semana de la Madera con la muestra que estará allí.
Tiene capacidad para cinco personas, con dos camas de adultos y dos para niños, sumándole la posibilidad de una más por la incorporación de una de tipo nido.
“Todo el cielo es tableado en madera, con unas luces tenues y pequeñas de 12 voltios. La sensación interior es acogedora. Hasta las literas son estructuradas en terciado. Y como todo está con espuma, sientes que la madera te está abrazando. Hay dos muros interiores laterales que pintamos de blanco para hacer un contraste con los clósets y módulos, que también es terciado. Es una sensación de un ambiente cálido y está comprobado que los espacios así ayudan mucho en la calidad de vida de las personas. Se ocupan en hospitales, a nivel educacional. Eso acá se aprecia y se siente”, asegura.
Otro asunto relevante fue lograr el resguardo necesario para que la casa rodante tuviera la capacidad de estar a la intemperie tranquilamente. Y junto con la incorporación de ventanas de termopanel, él comenta: “Un tema que le di vuelta fue la incorporación de hojalatería como terminación de la cubierta del techo y la bajada. Tiene una curva tanto superior como interior en la parte frontal, y en la parte trasera, donde va la cocina, es recta. Ahí hay compuertas y todo”.
Y sigue. “Lo que hice fue poner hojalatería como si fuera un techo normal, muy bien tratado, y luego aplicarla en ciertas secciones donde recibe más impacto de la humedad y el andar, y específicamente, en los ángulos y encuentros. En todo lo que fuera vértices lo cubrí de hojalata, con una huincha de ancho delgado, cosa que aumente la protección y que funcione. Ya sea que caiga lluvia o nieve”.
Y si bien esta casa rodante en madera tiene escotilla superior como cualquier otra, otra novedad que presenta es la integración de clósets, los cuales están armados con puertas proyectantes similares a las de los aviones, a las que se le embuten cajas plásticas que contienen las cosas y así se evita la molestia por los bolsos.
“El formato que lanzaré en la Semana de la Madera es el intermedio, de una familia de tres modelos. Y si bien hay una más pequeña y otra más grande, quise partir con ésta porque un auto de motor 2.0 la puede tirar. No siempre se necesitará una camioneta gigante porque eso es restringir las capacidades. Y también puede haber uno personalizado, pues hay un volumen estándar, pero se podría ver un cliente con cierto tipo de requerimiento, como escoger una madera lateral u otro tema”, indica.