Un grupo de investigadores del CONICET y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (FI-UNLP) estudia en profundidad nuevos materiales de construcción que contribuyen a una mayor durabilidad de las estructuras y permiten abaratar costos de inversión y mantenimiento.
Fuente: Pysn Noticias
Considerando que las construcciones civiles representan una parte significativa del capital de un país, el aumento de la vida en servicio y la consiguiente preservación de recursos naturales, en reemplazo de un derivado del petróleo, resultan beneficiosos para el ambiente.
Un equipo de investigación que tiene como base el Departamento de Construcciones de la Facultad de Ingeniería (UNLP) y el Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica (LEMIT-CIC) lleva a cabo un proyecto en el cual estudian las ventajas de la incorporación de fibras en matrices de hormigón de cemento portland y en concreto asfáltico. Las tareas implican el diseño de mezclas con diversas fibras -de acero, poliméricas o de vidrio-, la caracterización de los compuestos (Hormigón Reforzado con Fibras y Asfalto Reforzado con Fibras) sea mediante métodos normalizados o el desarrollo de nuevos procedimientos, y su aplicación en diversos tipos de obras.
En el ámbito de la construcción, dicho Hormigón Reforzado con Fibras es un Hormigón de Altas Prestaciones, en el sentido que constituye un material que proporciona a la estructura cualidades mecánicas y de durabilidad superiores a los hormigones convencionales, en este caso particular, mediante el uso de fibras se alcanzan mejores prestaciones e incluso se pueden sustituir en forma parcial o total, conforme la aplicación en cuestión, las mallas o barras de refuerzo que incluye el hormigón armado convencional. Por ejemplo, en losas sobre suelo, tal es el caso de los pavimentos, este tipo de hormigón permite reducir espesores y mantener en servicio elementos fisurados que, en otros casos, habrían acabado su vida útil.
Según Raúl Zerbino, investigador del CONICET: “Generalmente, cuando se habla de sustentabilidad se asocia con el edificio inteligente que gasta menos energía a partir del logro de materiales que proveen mejores aislaciones térmicas, o que no utiliza combustibles derivados del petróleo sino por ejemplo energía solar. La realidad es que la sustentabilidad no sólo tiene que ver con esas alternativas: en nuestro proyecto, por ejemplo, la misma deriva del logro de materiales y formas de use que redundan en la obtención de una mayor vida útil de las construcciones, lo que reduce en forma drástica los costos económicos y ambientales que implicaría la reparación o reconstrucción de tales estructuras”.
En este mismo sentido, el director del proyecto titulado “Empleo de fibras en hormigones y otros compuestos para construcción y reparación de obras de infraestructura sustentables”, continuó: “Muchas veces, el costo en reparación y mantenimiento es más grande que hacer una nueva estructura. Por eso, en la medida en que se utilicen estructuras más duraderas, la reparación es más fácil o incluso directamente no hace falta esa instancia. No sólo se ahorra en dinero, sino también en tiempo y gasto de materiales”.