Las empresas del sector llevan a cabo inversiones millonarias para satisfacer la creciente demanda.

Fuente: La Vanguardia

Grup Boix, propietario del mayor aserradero de Catalunya, está a punto de poner la primera piedra de la que será la mayor planta para la fabricación de paneles estructurales de madera (CLT) de Catalunya. Con una inversión prevista de 35 millones de euros y potencial para crear hasta 40 puestos de trabajo, esta nueva planta ubicada en Puig-reig (Berguedà) pasará a hacer la competencia a la compañía pallaresa Sebastia, prácticamente la única que en la actualidad ofrece este tipo de madera para la construcción. Fuera de Catalunya, son también unas pocas las empresas que se dedican a la manufactura de madera para la construcción. La mayor de ellas es la gallega Xilonor, impulsada por Finsa y Maderas Goiriz, pero que pronto será desbancada por la compañía vasca Egoin Wood Group, que está a punto de inaugurar en Álava la mayor fábrica de madera laminada (MLE) y contralaminada (CLT) del país. Con esta nueva planta, que ha requerido una inversión de 25 millones de euros, Egoin Wood Group prevé aumentar en un 50% su facturación en los próximos dos años.

La madera en la construcción

Estas inversiones responden a la creciente demanda de madera para la construcción, aupada por el desarrollo de soluciones como el CLT, que permite utilizar la madera como elemento estructural en edificios de varias plantas. “En la actualidad hay más demanda que oferta, lo que obliga a importar el 57% del CLT en España”, señala Carles Martí, director general de Grup Boix. Según un estudio encargado por esta compañía, se esperan crecimientos de la demanda de entre un 10% y un 12% anual entre el 2023 y el 2028.

“No hay cálculos oficiales, pero la demanda se ha multiplicado tranquilamente por dos o por tres en los últimos cinco años, aunque se partía de muy bajo. La madera ha pasado de representar menos del 1% del volumen de los materiales utilizados en construcción, a cerca del 3%”, afirma Jordi Gené, especialista en construcción con madera del Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (Incafust – CTFC).

En opinión de Gené, “el gran reto ahora es ser capaces de extraer más madera de los bosques locales para que la industria pueda trabajar con materia prima de aquí”. Coincide Salvador Ordóñez, propietario de la consultora en World Wood Future y excoordinador del Gremi de Fusta i Moble: “Tiene poco sentido importar madera en una región tan rica en bosque como Catalunya, por no hablar de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte de larga distancia”. El 63% de Catalunya es superficie forestal y se estima que esta crece cada año en tres millones de metros cúbicos, de los que únicamente se extrae un millón. “El resto se convierte en una carga de combustible muy peligrosa en caso de incendio forestal”, alerta Ordóñez.

Hace unos meses, el sector de los aserraderos sufrió una crisis de abastecimiento, provocada, entre otros motivos, por la falta de profesionales preparados para la extracción de la madera del bosque debido a la dureza de un trabajo poco mecanizado aún (no así en el resto de países europeos). “La situación laboral continúa siendo muy precaria porque la mecanización sigue siendo muy baja en Catalunya, pero se está avanzando a pesar de las pocas facilidades por parte de la Generalitat”, denuncia el director general del Grup Boix. Martí reconoce que “podemos morir de éxito: todo el mundo querrá madera y no la habrá”.

La utilización de la madera en construcción, y no solamente en usos de menor valor añadido (palés, astilla o pélet), es también parte de la solución porque permite unos mayores márgenes económicos que han de posibilitar la inversión en maquinaria para una mayor extracción de madera del bosque.

Ver Anterior

La Eficiencia Energética en los Hospitales

Ver Siguiente

Economía circular: ¿Qué son las 9R y cómo aplicarlas en la construcción sostenible?

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (Ninguna valoración todavía)
Cargando...

Comentar Publicación