El Cristo Redentor mide 30 metros de altura y está a 710 metros sobre el nivel del mar. Cada uno de sus brazos tiene una superficie de 88 metros cuadrados y sus pies miden 1,35 metros. Así se ha convertido esta majestuosa estructura en uno de los principales atractivos turísticos de Brasil.

Fuente: Sacyr

La cabeza del Cristo Redentor llegó a Brasil separada en 50 piezas y las manos, en ocho. Este icónico monumento, que mide el equivalente a un edificio de unos 13 pisos, es un símbolo de la Iglesia Católica, además de uno de los principales destinos turísticos de Brasil. Analizamos la construcción de una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, que también ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los secretos estructurales que esconde el Cristo Redentor

Un símbolo de la Iglesia Católica

En 1849 un sacerdote cristiano llamado Pedro María Boss visitó Río de Janeiro y sugirió que se levantara un monumento religioso en la cima del cerro del Corcovado. Una idea que en ese momento no se llegó a materializar. Pero más de 60 años después, en 1912, un cardenal llamado Dom Joaquim Arcoverde volvió a defender su construcción con un objetivo: demostrar que la Iglesia Católica formaba parte de la vida de los brasileños.

La primera piedra del Cristo Redentor se puso 10 años más tarde: el 4 de abril de 1922. La construcción, que se llevó a cabo con donaciones del pueblo brasileño, se demoró varios años y comenzó en 1926. El ingeniero local Heitor da Silva Costa fue el encargado de diseñar y supervisar la construcción de la estructura de la estatua, mientras que el escultor francés Paul Landowski se encargó de esculpir la figura de Jesucristo. El rostro de la escultura fue creado por el escultor rumano Gheorghe Leonida, compañero de Landowski en París. Si bien el Cristo Redentor no fue un regalo del Gobierno de Francia a Brasil —al contrario de lo que indican múltiples fuentes—, la cabeza y las manos fueron moldeadas en arcilla a tamaño natural en París. Se trasladaron hasta Brasil en decenas de piezas catalogadas.

El Cristo Redentor mide 30 metros, el equivalente a un edificio de 13 pisos. Crédito: Santuario del Cristo Redentor.

Un Cristo a prueba de huracanes

El monumento es de hormigón armado. El material se eligió, en parte, por su bajo coste y ante el temor de que una estructura de metal pudiera ser desmontada si se produjera una guerra. Al estar en la cima del Corcovado, el Cristo Redentor fue diseñado para soportar vientos de hasta 250 kilómetros por hora —cuatro veces más que el promedio registrado en el momento de su construcción—. “Incluso soporta los vientos de un huracán de categoría 5, como Katrina, que azotó Estados Unidos en 2005”, señala la web del santuario.

Heitor da Silva Costa “sabía que faltaba algo para darle al Monumento la verdadera esencia de una obra de arte”. Descubrió la esteatita, un material maleable y resistente a la erosión que abundaba en Brasil. Las piezas de esteatita se cortaron en seis millones de triángulos, se pegaron a mano en un tejido y luego los trabajadores las aplicaron a la estatua. Según cuenta la web del santuario, algunas damas de la época escribieron los nombres de sus seres queridos en el reverso de los triángulos de esteatita.

El Cristo Redentor es la estructura Art Decó más grande del mundo. Crédito: The New York Times.

Una cabeza de 30 toneladas

El montaje duró hasta 1931 y el monumento fue inaugurado el 12 de octubre, el día de la patrona de Brasil (Nuestra Señora de Aparecida). El Cristo Redentor está a 710 metros sobre el nivel del mar. La estatua mide 30 metros de altura —más los 8 del pedestal— y 28 metros de ancho. Es una de las esculturas más grandes de Cristo en el mundo. Cada brazo tiene una superficie de 88 metros cuadrados, la cabeza pesa 30 toneladas y cada pie mide 1,35 metros. “Si usara sandalias, tendrían que ser de la talla 530”, afirma la web del monumento.

“¡Cristo vence! ¡Cristo reina! ¡Cristo gobierna! ¡Cristo protege a tu Brasil de todo mal!”, pronunció en la ceremonia de inauguración el cardenal brasileño Sebastião Leme da Silveira. Desde entonces, el monumento ha sido reparado y renovado en varias ocasiones. Por ejemplo, se limpió a fondo en 1980 por la visita de Juan Pablo II a Brasil ese año. En el siglo XXI se agregaron escaleras mecánicas y ascensores panorámicos. Antes, para llegar a la estatua, los turistas debían subir más de 200 escalones.

El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su familia en una visita al Cristo Redentor. Crédito: la Casa Blanca.

Otras personas influyentes también han visitado este emblemático monumento en la cima del Corcovado. Es el caso de Diana, la Princesa de Gales, el Dalai Lamael expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama. El monumento se ha convertido en uno de los atractivos de Brasil más conocidos internacionalmente. Como indica la web oficial de la escultura, “quien mira hoy al cerro Corcovado no puede imaginarlo sin la imagen del Cristo Redentor fijada en su cima”.

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