Formado por más de 50 edificaciones revestidas con hormigón de ultra alto desempeño, y coronado por un impactante domo de metal, esta gran “ciudad museo” es una muestra de cómo elementos y motivos geométricos de la tradición arquitectónica árabe pueden mezclarse con materiales y diseños contemporáneos, evidenciando sorprendentes resultados.
Fuente: Hormigonaldia
La idea de un archipiélago artificial ya es, de por sí, poco común y si a esto le sumamos que este conjunto de “islas” fabricadas por el hombre estará destinado a la exhibición de grandes obras de arte, en conjunto con otra serie de instalaciones, convirtiéndose así en una verdadera “isla de museos”.
Justamente, esa es la premisa que antecede al Louvre de Abu Dhabi, proyecto que estuvo a cargo del arquitecto francés Jean Nouvel, ganador del Pritzker el año 2008, quien abordó el diseño inspirándose en la tradición y cultura arquitectónica árabe.
De esta manera, Nouvel concibió al lugar como una “ciudad museo” emplazada en el mar, la que está cubierta por una gran cúpula de ocho capas, la que entrega el sello distintivo a este enorme complejo que, en palabras del propio Nouvel, apunta a la universalidad. Por lo mismo, el arquitecto lo definió como “un museo de civilizaciones”.
Dadas sus características, el que el Louvre de Abu Dhabi se integre a la capital de los Emiratos Árabes significó un primer gran desafío. “Ya es extraño encontrar un archipiélago construido en el mar, pero más peculiar todavía es ver que esté protegido por una sombrilla que a su vez, crea una “lluvia de luz””, dijo Nouvel.
Si bien este elemento es el punto focal del Louvre Abu Dhabi, existen otros aspectos de este proyecto que también son relevantes. “La posibilidad de acceder al museo desde un bote o encontrando un pontón para llegar a pie desde la costa es igualmente extraordinario, mucho más que dar la bienvenida a un esperado visitante, ávido de observar colecciones únicas, perderse en tentadoras librerías o probar infusiones, cafés y pastelería local”, describió el arquitecto.
Con un área de 97 mil metros cuadrados, el archipiélago artificial que forma a esta “ciudad museo” está compuesto por 55 edificios individuales, incluyendo a 23 galerías.
Las fachadas de todas las edificaciones del Louvre de Abu Dhabi están formadas por 3.900 elementos (paneles), cuya particularidad es que están fabricados con hormigón de ultra alto desempeño (UHPC, en sus siglas en inglés). Estas, se encuentran ubicadas alrededor de plazas talladas en piedra y piscinas reflectantes, en toda el área del proyecto.
Una cúpula de aluminio como elemento principal
Sin dudas, el elemento distintivo del Louvre de Abu Dhabi es su cúpula, la que cubre prácticamente toda la superficie de la “ciudad museo” y que es posible apreciarla desde el mar, las zonas circundantes al museo e incluso, el centro de la ciudad.
Se trata de un doble domo de 180 metros de diámetro que, durante el día, filtra la luz natural a través de la intrincada red de aluminio que compone su superficie, dejando que salpique al hormigón que forma al museo y, al mismo tiempo reluzca en el agua. Este efecto, denominado “lluvia de luz” por el arquitecto francés, es posible gracias a la estructura de multi-capas con la que el domo se diseñó. Por la noche, forma 7.850 estrellas visibles tanto al interior como en el exterior.
El domo cuenta con 8 capas: cuatro exteriores, revestidas de acero inoxidable y otra cuatro, interiores, de aluminio. Estas están separadas por estructuras de acero de 5 metros de altura y el marco está formado por 10 mil piezas estructurales premontadas en 85 elementos de gran tamaño, las que en promedio, pesan alrededor de 50 toneladas.
Para soportar a esta enorme estructura se necesitaron, en un inicio, 120 torres temporales de acero. Una vez completo, el domo completo se depositó sobre cuatro enormes pilares, ubicados a 110 metros de distancia entre sí, los que cargan con este masivo elemento de unas 8 mil toneladas. Los pilares están ocultos dentro de las galerías de hormigón de la “ciudad museo”, lo que crea la ilusión que el domo flota sobre los edificios.
El detallado y cuidadoso trabajo en este proyecto se ve reflejado, en un primer término, en el tiempo que tomó completarlo. El diseño conceptual se realizó entre los años 2006 y 2007 y las fases de desarrollo del diseño, entre 2007 y 2012. La construcción del Louvre de Abu Dhabi comenzó en 2013 y terminó en 2017.
Así, para Jean Nouvel, “el Louvre de Abi Dhabi se transforma en el destino final de un paseo urbano, un jardín en la costa, un agradable lugar de calma, un refugio para protegerse de la luz del día y en la noche, su estética es consistente con su rol de un santuario para las más preciosas obras de arte”.