Ubicado en el distrito 20 de Paris, en el barrio de Belleville, el arquitecto Mathhieu Torres rediseñó con madera contraenchapada de pino francés y reciclaje de muebles de sus abuelos, un lúgubre y pequeño departamento de 24 metros cuadrados. El proyecto bautizado “Jourdain” tuvo más de 7 millones de reproducciones en Youtube. Acá contamos cómo lo hizo.
Fuente: Madera21
El video del sitio de diseño arquitectónico Never too Small (con más de 2 millones de suscriptores) es una pequeña joya. Vivir en París, en pleno barrio de Belleville —una de los sitios más vanguardistas de la ciudad, lleno de galerías, restaurantes y arte callejero—puede resultar carísimo. Y los pequeños altillos disponibles a un precio razonable pueden resultar poco habitables para la mayoría.
El arquitecto francés Matthieu Torres cuenta que, junto a su novia Clementine, decidieron afrontar el proyecto y convertirlo en su hogar. El espacio está ubicado en un pequeño edificio de dos pisos construido a finales del siglo XIX. Luego de la remodelación, y contando con el entrepiso, el lugar sumó metrajes y quedó con 31 m2 habitables. “Cuando encontramos el apartamento por primera vez, era un minúsculo y oscuro apartamento de tres habitaciones. No había baño ni ducha, y el techo era bastante bajo. Todo estaba muy destartalado y sucio”, cuenta el arquitecto ejecutor del proyecto.
“Si hablamos estrictamente, un microdepartamento es una vivienda que tiene alrededor de 23 a 37 metros cuadrados. Estas propuestas se están manifestando de diversas formas, explica Frances Anderton -autora de Un terreno común: Viviendas plurifamiliares en Los Ángeles. Puede tratarse de estudios, tiny homes, dormitorios, viviendas compartidas e incluso residencias de ancianos. Aunque la vida a pequeña escala suele suscitar opiniones encontradas, hay razones para pensar que este tipo de configuración podría ser —y quizá debería ser— un estándar para todos”.
En el proyecto del altillo de París, que realizaron Torres y su novia, decidieron quitar todas las paredes, cerrarlas y también sacar el techo, lo que les hizo ganar mucho volumen vertical, uno de los grandes secretos de este altillo cuyo centro se sustenta en un mueble de madera compacto que hace funcionar todo el espacio: dormitorio, baño, vestidor, estanterías y armarios.
“Descubrimos que aumentar el volumen es la forma menos costosa de tener el mayor impacto psicológico”, planteó Eric Bunge, cofundador de nArchitects.
Madera contrachapada y reciclaje
El proyecto de remodelar el diminuto departamento de Torres destacado por The Guardian y Never too Samall añadió tres claraboyas al espacio original para maximizar la luz natural del departamento. Al entrar, las viejas vigas de madera a la vista y la doble altura generada, cambió por completo el panorama.
“Nuestro principal objetivo fue hacer de este apartamento el más sostenible y económico para nosotros. Hicimos la mayor parte de la renovación nosotros mismos para poder ahorrar dinero, cuidar los detalles, además de mejorar nuestros conocimientos de construcción”, cuenta Torres, quien basó el proyecto en el uso de madera contrachapada de pino francés.
“No solo es económico, sino también muy duradero y estéticamente agradable. Nos gusta la idea de sencillez, irregularidad e imperfección. Casi todos nuestros muebles son cosas sencillas y significativas que nos encontramos en la calle”, cuenta.
Otro de los puntos clave del proyecto es el reaprovechamiento de los materiales. “El armario y las puertas fueron reciclados de la cocina de mis abuelos que cogí cuando fallecieron y su casa se vendió”.
Junto a la ventana principal del pequeño espacio, Torres diseñó el volumen de madera del entresuelo, baño y el armario que genera la magia de ampliar el salón y presentar un espacio íntimo, con un par de sillones frente a un librero. Ese mueble integrado de madera tiene cinco cajones de 45 centímetros que rodean una radio. “Para dejar el máximo espacio en el salón y la cocina, la escalera del entresuelo es plegable y móvil. Tirando de la escalera, se obtiene un acceso bastante cómodo al entrepiso”, cuenta.
La escalera que lleva al dormitorio está diseñada para que sea fácil de subir y apartar cuando no se utiliza. La zona de dormitorio es sencilla, pero acogedora y está iluminada por una claraboya. “Construimos una caja de madera con contrachapado para formar un cabecero de cama que nos aísla de la pared y nos permite un lugar para poner nuestros libros o el despertador. Añadimos una claraboya para que entre más luz natural en el apartamento y proporcionar una pequeña ventana al cielo”.
Abajo, el baño está diseñado en torno a una pequeña ventana. “Es un cuarto de baño muy pequeño, pero queríamos que pareciera generoso, así es que elegimos usar azulejos blancos, grifo blanco y ducha blanca para reflejar la luz. Para aportar un elemento chispeante a esta habitación blanca, utilizamos una manta de supervivencia como cortina de ducha. Nos encantan los cálidos y brillantes reflejos dorados que aporta a todo el espacio”, cuenta Matthieu Torres, quien durante la obra encontró un lavadero viejo y roto que reutilizaron aprovechando sus grietas y aspecto atemporal y que acompaña a un histórico espejo de baño que era de los abuelos de su novia, Clementine.
El vestidor y el baño, que también configuran ese bloque central, también fueron pensados como espacios para filtrar los ruidos provenientes del exterior y de los espacios comunes.
La cocina, en tanto, es la reina del departamento. “Queríamos tener un gran espacio de trabajo para cocinar juntos. Dispone de placa de cocción, horno y refrigerador. También conservamos el viejo lavaplatos agrietado del apartamento original”. El espacio, amplio y sin desorden visual (que se logra con muy pocas cosas, al estilo minimalista) mantuvo las paredes sin armarios colgantes y aprovecha completamente el espacio bajo el banco de cocina con cajoneras, todo coronado por una campana extractora presentada en madera. En el comedor reina una antigua mesa, también de madera, rescatada del taller del abuelo de Clementine, para seis personas.
Torres cuenta que “diseñar un espacio pequeño consiste en elegir lo que es realmente significativo para ti. Al elegir lo que es realmente importante, facilitas esas funciones para la vida diaria. Si tienes un espacio diminuto, puede que tengas pocos muebles, así que me gusta la idea de incluirlos en el proyecto, para darles el espacio y el lugar que se merecen”.
Mathieu y Clementine están muy conscientes de los efectos futuros que provocará el cambio climático en su ciudad. “Vivir en un espacio pequeño puede aportar muchas soluciones positivas. Es más fácil de calentar o enfriar y de limpiar. También necesita menos material para construir, y ayuda a frenar la expansión urbana. Vivir en la ciudad también te permite estar más cerca de los servicios, evitas el uso excesivo del auto y mantiene los centros urbanos activos y animados”, concluye desde su pequeño gran reino en el corazón de París.