CDT Al igual que los diseñadores de moda utilizan alfileres, agujas y textiles para dar vida a sus creaciones, los arquitectos dependen de los materiales para dar forma al entorno construido. Desde el acero y el vidrio hasta la madera y el concreto, estos forman la paleta artística que transforma los planos en estructuras tangibles, cerrando la brecha entre la imaginación y la realidad.
Fuente: ArchDaily
Es tan simple, y a la vez tan complejo como eso. Con tantos materiales –en diversas formas, acabados, texturas y colores–, tomar las decisiones correctas para un proyecto puede ser bastante desafiante. Naturalmente, surgen varias preguntas: ¿Cómo navegan los arquitectos las infinitas opciones para dar vida a sus diseños? ¿En qué consiste el proceso de especificación de materiales? ¿Por dónde se empieza?
La mayoría de los profesionales de la arquitectura también son quienes toman las decisiones al especificar materiales. Para ello deben tener en cuenta una serie de factores: costos, durabilidad, rendimiento, estética y calidad. De lo contrario, los proyectos pueden presentar problemas tanto funcionales como estéticos. Es precisamente por eso que la etapa de especificación es tan esencial para lograr los resultados esperados.
Para ayudar a los arquitectos y diseñadores en el proceso, aquí presentamos una guía con nueve consejos generales a seguir a la hora de especificar materiales, ejemplificando con una serie de proyectos, diagramas y detalles de construcción. Cada punto está acompañado de un “consejo profesional” que puede ayudar a los arquitectos a formular un documento de Especificaciones Técnicas de Arquitectura (EETT). Este describe detalladamente los requisitos, características y pautas generales a seguir en un proyecto; es decir, es una valiosa guía de referencia para cada profesional y especialista. Al adherirse a este documento, los arquitectos pueden asegurarse que los materiales seleccionados cumplan con los estándares de calidad, rendimiento y seguridad correspondientes (que, por cierto, varían según el país y región).
1. Entender los requisitos del proyecto
Una comprensión exhaustiva de las necesidades y requisitos específicos de un proyecto, ya sea relacionado con costos, durabilidad, integridad estructural, estética o cumplimiento normativo, sirve como base para tomar decisiones informadas, permitiendo a los arquitectos seleccionar materiales que se alineen con sus objetivos y que cumplan con ciertas restricciones. En la casa Villa Matilde en São Paulo, por ejemplo, un presupuesto limitado motivó a los diseñadores a construir muros estructurales utilizando bloques de mampostería de concreto expuesto. Esto facilitó un ensamblaje rápido y eficiente que se tradujo en un edificio de alta calidad y, a la vez, de bajo costo y mantenimiento. También guiados por razones económicas, unos arquitectos en Irán optaron por revestir un edificio residencial con travertino local, dispuesto en un patrón curvo y fluido para guiar la entrada de luz y la ventilación.
Consejo profesional: El documento de especificación debe incorporar una sección de “Preparación” o “Pre-diseño” donde se indique claramente que la construcción se adherirá a la calidad, tipo de materiales, sistemas constructivos y requisitos de estabilidad establecidos en las regulaciones locales vigentes, incluyendo aquellas especificadas por instituciones nacionales y entidades especializadas.
2. Investigar y recopilar información
Tras evaluar los requisitos del proyecto, es crucial recopilar datos sobre distintos materiales para garantizar su compatibilidad con esas necesidades. Investigando se pueden evaluar factores como las condiciones climáticas locales, códigos y normativas de construcción, además de proporcionar información sobre la disponibilidad, las cualidades visuales y las propiedades funcionales de los materiales. Esta etapa fue decisiva para el éxito de un proyecto de renovación de una vivienda; estudiando distintas iteraciones, los arquitectos pudieron especificar adecuadamente los 87 paneles geométricos de acero inoxidable que envuelven el edificio, respondiendo a parámetros estructurales y climáticos. Del mismo modo, diseñadores en Singapur investigaron el comportamiento de los elementos de sombreado y del vidrio de alto rendimiento de un rascacielos, experimentando con distintos ángulos y disposiciones.
Consejo profesional: Señale que la empresa constructora debe recopilar información cuidadosamente y revisar los planos, las especificaciones y el sitio de la obra antes de iniciar el proceso de construcción, planteando todas las preguntas necesarias. El arquitecto debe resolver las dudas que puedan surgir en cuanto a la interpretación de los planos y las especificaciones.
3. Evaluar el rendimiento de los materiales
Antes que se construya un edificio, los arquitectos pueden evaluar el comportamiento de los materiales en determinadas circunstancias para agilizar el proceso de especificación, sobre todo considerando la cantidad de información, tecnología y herramientas a su disposición. Así ocurrió en la Biblioteca Hunters Point –donde los arquitectos desarrollaron una maqueta de hormigón para evaluar el comportamiento de la fachada– y en esta remodelación de un hotel, donde se construyó un prototipo de ladrillo para comprobar la viabilidad del método de construcción y el presupuesto, dando confianza al cliente, los albañiles y diseñadores.
Consejo profesional: En la sección “Trabajos preliminares”, especifique que todos los materiales y elementos estructurales deben someterse a un número determinado de pruebas de control de calidad, realizadas por un laboratorio autorizado y de acuerdo con las respectivas normas regionales.
4. Considerar la estética y los objetivos de diseño
Con un sinfín de colores, texturas, acabados y patrones, así como diferencias en cómo evolucionan, su respuesta a la luz y complementariedad, los materiales determinan cómo un espacio se ve y se siente. Por lo tanto, los arquitectos pueden especificarlos no sólo por motivos funcionales, sino que también para crear espacios atractivos que materialicen sus visiones creativas. Se pueden seleccionar por su textura, pesadez y opacidad o incluso por su capacidad de oxidarse con el tiempo, encontrando en ese proceso natural un alto valor estético.
Consejo profesional: La sección de “Acabados” debe contener detalles precisos sobre los tratamientos superficiales y los elementos decorativos aplicados a los distintos componentes arquitectónicos, con información sobre el aspecto, textura y colores deseados. Preste especial atención a los revestimientos interiores y exteriores, incluyendo los suelos, ventanas, puertas, accesorios, pintura y equipamiento.
5. Priorizar la sostenibilidad
La industria de la construcción está, cada vez más, adoptando prácticas más sostenibles, donde los materiales desempeñan un papel fundamental. Los arquitectos pueden dar énfasis a materiales renovables, con bajas emisiones, de origen local o eficientes desde el punto de vista energético. Por ejemplo, la Escuela Fass de Senegal está construida con bambú local y ladrillos de adobe que, en combinación con estrategias de diseño pasivo, promueven un entorno de aprendizaje sostenible y confortable. Mientras tanto, arquitectos en Brasil especificaron tierra apisonada como el principal material de construcción de una vivienda, una alternativa conocida por su alta masa térmica y capacidad de ahorrar energía.
Consejo profesional: Cabe destacar que la eficiencia debe abarcar todas las fases y aspectos de un proyecto. La mera selección de materiales sostenibles es insuficiente si otras áreas promueven la ineficiencia (por ejemplo, depender de transportes de larga distancia con una importante huella de carbono).
6. Elaborar una agenda de materiales
Desde el diseño hasta la construcción y el mantenimiento, cualquier proyecto de arquitectura consiste de varias etapas con distintas fechas y horarios. En cada fase, los arquitectos deben identificar, organizar y clasificar por adelantado los materiales necesarios, lo que incluye especificar fabricantes, modelos, tamaños, acabados y otros detalles relevantes. El Pabellón Natural es un buen ejemplo. Fabricado con módulos compuestos por una estructura de madera, acero, materiales de origen biológico y reutilizados, los arquitectos tuvieron que crear agendas de materiales para garantizar su disponibilidad, minimizar retrasos, controlar costos y facilitar la logística y gestión de inventarios.
Consejo profesional: El documento de especificaciones debe incluir secciones categorizadas con instrucciones detalladas, incluyendo, entre otras cosas: limpieza de la obra, relleno, replanteo y nivelación, excavaciones y retirada de escombros, trabajos estructurales, encofrados, subsuelos, pavimentos, tabiques, losas, circulación vertical, acabados interiores y exteriores, gestión de aguas pluviales y equipamiento.
7. Colaborar con expertos y especialistas
La arquitectura es un trabajo en equipo. Los proyectos se han vuelto más complejos y multidisciplinares, exigiendo un enfoque holístico y diversos conocimientos y habilidades. Por lo tanto, la colaboración entre arquitectos y profesionales del sector, como ingenieros estructurales y mecánicos, contratistas y consultores de sostenibilidad, es una fuente vital de información a la hora de especificar materiales. Al diseñar un centro comunitario en Camboya, por ejemplo, los arquitectos se asociaron con ingenieros y mujeres “Khmer” para probar y desarrollar la técnica de construcción. Mientras tanto, arquitectos en Burundi colaboraron con una ONG local, una organización belga y estudiantes universitarios al especificar estrategias para una biblioteca confortable, con eficiencia energética y de bajo costo.
Consejo profesional: Indique desde el principio con qué frecuencia deben reunirse todos los actores que forman parte de un proyecto. Normalmente es necesario que al menos una vez al mes se reúnan, in situ, el inspector de obras, contratista, arquitecto, ingeniero y/o el jefe de obra. Otras reuniones también deben incluir al cliente, cuando sea necesario.
8. Documentar las especificaciones de los materiales
Una documentación exhaustiva es clave a la hora de especificar materiales. Esta proporciona información precisa sobre los materiales que se utilizarán, incluyendo cada una de sus partes, estándares de calidad e instrucciones de instalación, entre otras características. Mantener aquella claridad y coherencia ayuda a los arquitectos, contratistas y proveedores a comprender cada requisito, reduciendo la posibilidad de errores y garantizando el cumplimiento de los códigos y normas del sector. Por supuesto, gran parte de este proceso de documentación es visual y, por ende, depende de dibujos precisos en diversas escalas, ya sea un escantillón o un diagrama conceptual.
Consejo profesional: Establezca que cada documento se conservará y estará disponible en un archivo durante toda la duración del proyecto. Supervisado normalmente por el inspector de obra, el expediente debe estar compuesto por planos, especificaciones técnicas, detalles constructivos y todos los documentos anexos necesarios que permitan una supervisión administrativa, contable y técnica.
9. Implementar un plan de monitoreo y mantenimiento
Por último, pero no menos importante, los arquitectos pueden implementar un plan de supervisión y mantenimiento para garantizar que los materiales cumplan con las normas y criterios especificados. Detectar a tiempo cualquier deficiencia es clave para adoptar ciertas medidas con prontitud. Por ejemplo, cuando se especifica madera –material propenso a daños por humedad y plagas–, el sellado, la pintura y las inspecciones periódicas son esenciales para mantener su estado original. Aunque es relativamente más fácil de mantener, el hormigón puede agrietarse y decolorarse con el tiempo, por lo que suele ser necesario sellarlo y limpiarlo para mantener su atractivo visual y prolongar su vida útil. Esencialmente, los materiales deben especificarse con una perspectiva a largo plazo para preservar su calidad y longevidad de acuerdo con la intención de diseño.
Consejo profesional: Enfatice que la empresa constructora debe garantizar la buena calidad y la correcta ejecución de los trabajos realizados por su propio equipo y por los subcontratistas. Si es necesario volver corregir componentes mal ejecutados, no se debe tratar como un costo adicional para el cliente.
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