En el corazón de la resiliente Minami Sanriku, un puente peatonal se erige como símbolo tangible de la recuperación tras los trágicos eventos del terremoto y tsunami de 2011. Diseñado por el renombrado arquitecto japonés Kengo Kuma, este puente fusiona con maestría madera y acero para conectar no solo dos puntos físicos, sino también mundos simbólicos.
Fuente: Madera21
El puente peatonal Nakabashi, es una obra que combina madera y acero, diseño arquitectónico e ingeniería, y se erige como símbolo de la recuperación de Minami Sanriku, obra en la que el arquitecto japonés Kengo Kuma ha estado involucrado desde 2013, junto al equipo conformado por: Kenji Miyahara, Toshiki Meijo, Kosuke Tanaka, Hiroyasu Imai y Adrien Fritz. El puente Nakabashi fue realizado con la colaboración de Diseño Estructural de Roble y Consultores del Pacífico.
Minami Sanriku es un pueblo localizado en la prefectura de Tohoku, en el noreste de Japón. La localidad ganó notoriedad internacional debido a los trágicos eventos relacionados con el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
Diseñado como un lugar de oración, el puente conecta la bulliciosa zona de la calle comercial Minamisanriku San San y el Parque Conmemorativo de la Reconstrucción, un espacio centrado en el antiguo edificio de la Oficina de Prevención de Desastres.
La obra, que obtuvo el premio Tanaka de la Sociedad Japonesa de Ingenieros Civiles, permite conectar de varias formas. En primer lugar, une el Santuario Kaminoyama Hachimangu con el antiguo edificio de la Oficina de Prevención de Desastres, permitiendo el acceso al santuario. En los templos japoneses, el mundo sagrado y el mundano suelen estar separados por un puente de tambores. En el caso de Nakabashi, los arcos curvos (Taikobashi) están invertidos para formar una estructura de celosía que atraviesa los 80 metros del puente.
La sección inferior funciona como otro puente humanitario cerca de la superficie del agua, fusionando las dos estructuras invertidas en una: la superior con vista al mar y la inferior, al río. Los postes de barandilla de madera se alinean a ambos lados de la hendidura que se acerca al puente inferior. Los lugareños reconocen esta serie de postes como mil torii, o puertas torii, estructuras con dos postes verticales y dos barras transversales horizontales que se encuentran en la entrada de los santuarios sintoístas..
La madera añadida a la estructura también sirve como dispositivo de control de deformación, dando al puente una apariencia suave propia de un “puente humanitario en una zona junto al mar”. El acero y la madera ahora también están conectados como uno solo.
La creación de Kengo Kuma destaca al rescatar y reinterpretar elementos tradicionales y técnicas artesanales arraigadas en la cultura japonesa, todo ello expresado a través de un lenguaje arquitectónico contemporáneo. Esta fusión única de lo antiguo y lo moderno lo consagra como uno de los arquitectos más destacados a nivel mundial.