CDT Una compañía que ya factura más de US$13 millones al año, ha implementado inteligencia artificial, metaverso e internet de las cosas, entre otras tecnologías, para agilizar y hacer más efectiva la vigilancia y realización de obras civiles.
Fuente: Forbes Colombia
Miguel Ángel Botero, fundador y CEO de MAB, firma de interventoría recuerda uno de los mayores contrastes que ha enfrentado en su vida profesional: mientras que para muchos proyectos, la mayoría aún, el libro de obra se lleva a mano y se guarda en algú lugar “seguro” dentro de la misma zona de construcción, su empresa ya ha incursionado llevando esa bitácora de trabajo completamente digital y con el celular.
Pero ese no es el mayor de los contrastes. Más difícil de explicar es que, por ejemplo, los dieseñadores estructurales y los de detalle no puedan trabajar de la mano, básicamente porque no aplican tecnología como la realidad aumentada que permite un match casi perfecto entre el trabajo de ambas áreas.
Botero dirige una compañía que ya factura más de US$13 millones y que ha estado en las tareas de interventorías de obras realmente importantes para la infraestructura nacional como el Puente Pumarejo, el Centro para el Tratamiento del Cáncer Luis Carlos Sarmiento, el Canal del Dique, la perimetral de oriente en Bogotá y el hospital de Bosa. En total tienen vigentes 38 obras en su portafolio de interventorías.
De hecho en esta última, el hospital de Bosa, se ha implementado el modelo BIM que es una herramienta digital con el objetivo de facilitar el trabajo colaborativo entre todos los actores de una obra de esta magnitud. Gracias a la realidad aumentada, por ejemplo, se puede establecer qué elementos del diseño estructural se cruzan con los trazados de aguas o eléctricos y cómo evitar problemas en la implementación de detalle.
“Con este esquema se diseña previamente cómo va a ser la ejecución. Colombia todavía no ha avanzado mucho en este frente. Por ejemplo, en Chile todos los proyectos privados o públicos tienen que diseñarse construir y hacer seguimiento en BIM”.
En el Hospital de Bosa, un proyecto que exigió de una inversión de $552.000 millones (cerca de US$130 millones), se aplicó la metodología BIM: gracias a eso se pudo establecer con claridad el match entre la obra estructural (cimientos, columnas, pilotes, etc), las redes de electricidad y servicios públicos y la ubicación de los aparatos y equipos médicos necesarios. Todo ello se logró con realidad aumentada durante el proceso de construcción.
La compañía ya creó una nueva compañía para continuar con el desarrollo acelerado de este tipo de tecnologías y metodologías de trabajo. Esta nueva compañía se llama MAB Tech, empresa que se dedica solo a desarrollos en big data, analítica, realidad aumentada, realidad virtual, metaverso e internet de las cosas.
Tecnología BIM
Otro caso de éxito fue lo que implementaron en Bogotá y que les mereció el premio a la excelencia BIM. Hicieron un ejercicio de data y analítica para ofrecer un sistema de seguimiento para el mantenimiento de puentes peatonales. Cuando lo tuvieron implementado, pensaron que se podría extender la tarea a los 441 puentes tanto peatonales como vehiculares de la ciudad. El sistema permite establecer y programar el mantenimiento preventivo en el momento adecuado y señala el presupuesto necesario para hacerlo. Es toda una revolución, porque actualmente el presupuesto de mantenimiento es muy bajo y la estrategia es solo reactiva, lo que hace que las autoridades solo aparezcan a reparar los daños que se concretaron. Así es más costoso todo el proceso.
Botero explica que a Colombia le falta mucho por avanzar, sobre todo porque al interior del sector público todavía no hay conciencia sobre la importancia de implementar estos avances en todo el proceso constructivo.
Dice que aún existe una cultura muy análoga en materia de contratación. Mostro como excepción a la regla lo que está pasando con el nuevo director del IDU que llegó a la entidad con una mentalidad abierta frente a los desarrollos tecnológicos, pues venía del proceso de desarrollo de la concesión del metro de Bogotá.
Pero, en otras instituciones aún hay reservas, por ejemplo, en el uso de una bitácora virtual, pues los funcionarios públicos señalan que el uso de esta tecnología no está autorizada en los manuales de obra.
El futuro de la Construcción
Acerca del futuro del sector explicó que hay mucha expectativa por cómo avancen las obras de vías terciarias. Allí ve un riesgo, pues la prioridad para la ejecución va a ser el papel de las juntas de acción comunal que no tienen la experiencia técnica en la ejecución de este tipo de proyectos.
Igualmente se debe venir una nueva obra de mega proyectos con aeropuertos, líneas férreas y otras vías.
Por eso se mostró prudente sobre las metas de crecimiento para la compañía, pues asegura que han venido de varios años de crecimiento y mantener ese ritmo puede ser desafiante.
“Hemos venido de crecer todos los años anteriores y ese es un problema. Con estos contratos que nos hemos adjudicado como el Canal del Dique vamos a estar este año con un crecimiento entre 8 y 10% frente al año pasado”, explicó.
Hizo un llamado para que los funcionarios públicos abran más sus mentes a las nuevas tecnologías, porque “para llevar el sector de la construcción a unos niveles de avances tecnológicos dependemos del funcionario público de turno. Hoy en el IDU los proyectos que se están sacando a licitación como el Metro cable de San Cristobal o el Transmilenio de la Ciudad de Cali, vienen con nuevas tecnologías. Pero si el IDU no tuviera un director que tiene conocimiento de eso, probablemente no se haría así”, finalizó.
Cargando...
