El entorno construido tiene un inmenso potencial para un cambio positivo, según un nuevo documento del Foro Económico Mundial y McKinsey & Company que ofrece estrategias para una transición sostenible en esta industria.
Fuente: RETEMA
El documento técnico o white paper “Circularity in the built environment: Maximizing CO2 abatement and business opportunities”, escrito por el Foro Económico Mundial en colaboración con McKinsey & Company, ofrece estrategias para una transición sostenible en el entorno construido, alineándose con los objetivos de desarrollo global, abordando el desafío urgente de reducción de emisiones de dióxido de carbono y sirviendo como un llamada a la acción para líderes del sector público y privado.
Aproximadamente el 26 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero se originan en el entorno construido. El crecimiento demográfico y la aceleración de la urbanización podrían aumentar aún más esta presión. Sin embargo, existe una oportunidad de pasar de los patrones actuales de consumo y producción a un enfoque circular más sostenible.
Además, este documento aborda la necesidad crítica de acción climática. Enfatiza el cambio hacia una economía circular, destacando cómo la reinvención del diseño, la tecnología y los modelos de negocio, puede reducir significativamente los residuos, conservar los recursos y desbloquear el valor económico.
La investigación evalúa el impacto de las estrategias circulares en seis materiales de construcción clave: cemento, acero, aluminio, plásticos, vidrio y yeso, proyectando reducciones sustanciales de CO2 y beneficios económicos para 2050. Finalmente, subraya la importancia de los “faros” o proyectos pioneros en demostrar la viabilidad y escalabilidad de la circularidad.