Solo dos días para montar una casa prefabricada de 178 mts2, construida con los principios de una vivienda pasiva en armonía con el entorno.
Fuente: Idealista
La vida en las ciudades tiene muchas ventajas, pero la tranquilidad no suele ser una de ellas. Al contrario, vivir en una urbe de cierto tamaño implica, casi necesariamente, disfrutar, o sufrir, un ritmo vertiginoso en casi todo lo que se hace. Estas es una de las principales causas de que mucha gente, que prefiere una vida más sosegada, prefiera otros lugares donde los ritmos sean otros.
Esto es precisamente lo que ha hecho una pareja de jubilados que ha decidido dejar la que, con toda seguridad, es una de las ciudades menos relajadas del mundo, Nueva York, y, más en concreto, Brooklyn. El resultado ha sido una fantástica casa prefabricada que nada tiene que envidiar a ninguna vivienda construida de forma convencional.
Pues bien, el proyecto diseñado por Richard Pedranti Architect, con el nombre de Lang St. Marie Residence, se llevó a cabo en la ciudad costera de Spring Lake Heights, Nueva Jersey. En principio, la idea es disfrutar de ella como segunda residencia, para periodos vacacionales o fines de semana. Entre sus características se encuentran que se trata de una casa nete cero, es decir, con un consumo neto de energía cercano a cero en un año. Una vez que el diseño personalizado de la casa se tradujo al software de modelado, se crearon ensamblajes de paredes con paneles y se transportaron de Maryland a Nueva Jersey. Tras la entrega, los elementos se ensamblaron ‘in situ’ en solo dos semanas para completar sus 178 m2.
La parte frontal de la vivienda prefabricada coincide con las casas en el vecindario de playa. De esta forma, no supone un impacto visual, sino que se mimetiza tanto en su aspecto como en sus medidas, de una forma perfecta con el entorno que existía previamente. En la parte trasera, la casa ofrece un soplo de aire fresco, en sentido literal, con un espacio al aire libre pero cubierto, gracias al moderno diseño con un voladizo de casi 5 metros que corta líneas horizontales a través del paisaje. La arquitecta paisajista, Marsha Lea, se unió al proyecto para crear un espacio impresionante como un retiro en el patio trasero.
Para ayudar a generar una relación sólida con el exterior, se instaló una pared de vidrio retráctil de 3 por 8 metros para unificar la parte trasera de la casa y el patio trasero. Difuminar las líneas entre el interior y el exterior de la casa ayuda a crear un estado armonioso entre los espacios y cumple con el objetivo de los propietarios de una estética minimalista moderna.
La residencia se construyó utilizando los principios de la casa pasiva y las estrategias de construcción para crear un hogar sostenible con bajo consumo de energía para calefacción y refrigeración. La casa cuenta con ventanas de triple panel de alto rendimiento y un sistema solar fotovoltaico montado en el techo, lo que permite que el proyecto alcance el estado neto cero. Otros principios de construcción sostenible incluyen niveles más altos de aislamiento, construcción hermética, el uso de un ventilador de recuperación de calor y orientación solar pasiva.
“El Lang St. Marie Residence se construyó utilizando los principios de la casa pasiva y las estrategias de la ciencia de la construcción que crean un hogar cómodo, asequible y sostenible con un bajo consumo de energía para calefacción y refrigeración”, señala el estudio de arquitectura.